ANÁLISIS: Dead Rising Triple Pack

Si hay una saga que ha sabido tratar con grandes dosis de humor negro el tema de los zombis esa ha sido sin duda Dead Rising. En esta saga no hace falta una gran historia o grandes giros argumentales para mantener pegado a la pantalla a sus jugadores. Su principal premisa es su jugabilidad y el derroche de humor a cada esquina, por lo que gracias a esto, esta saga difícilmente encuentra un término medio. O bien se la ama, o bien se la odia, pero lo que sí que tenemos claro es que ha tenido éxito, y sus varias entregas son una prueba clara que lo demuestra.

Ahora, con motivo del décimo aniversario del nacimiento de la saga, nos llegan remasterizadas las tres primeras entregas, véase Dead Rising, Dead Rising 2 y el “spin-off” o “¿Qué pasaría sí…?” titulado Dead Rising 2: Off the Record, las cuales llegan con la premisa de ver mejorado su aspecto, así como su tasa de frames, pero conservando la base jugable que ha mantenido esta saga con el paso de los años.

ARGUMENTOS REPLETOS DE HUMOR NEGRO

En toda la saga Dead Rising, tal y como hemos comentado en las líneas superiores, el argumento no es lo principal, siendo más bien una especie de guiño a las películas clásicas de serie B del género zombi. Estamos ante historias que puntualmente pueden tener sus momentos de interés, pero que por lo general no nos harán preguntarnos “¿qué va a pasar ahora?” a cada momento. Vayamos por partes, ya que es necesario explicar un poco del argumento de cada entrega.

Dead Rising

El título que inició esta saga nos pone en la piel de Frank West, un periodista autónomo que tiene experiencia, o eso dice, en haber cubierto numerosos eventos mundiales de gran importancia. Esta vez se embarca en un viaje a Wilamette, donde los rumores que le han llegado dicen que en la ciudad está pasando algo muy raro con sus habitantes. Sin más excusa que esa, Frank se enfunda su cámara y viaja en helicóptero hasta el lugar, descubriendo que, efectivamente, sus habitantes tienen tendencias caníbales. De repente, el helicóptero de Frank es acorralado por 3 helicópteros aparentemente pertenecientes al ejército, viéndose obligado a lanzarse a la azotea de un centro comercial, lugar donde se desarrollará el resto del juego. Y es aquí donde la historia comenzará a dar forma, teniendo que relacionarnos con todos los supervivientes del lugar para tratar de descubrir qué ha sucedido exactamente en Willamette.

Dead Rising 2

En la segunda entrega ya no controlamos a Frank West, sino que recoge el testigo Chuck Greene, un motero que se gana la vida en torneos en Fortune City para el reality de televisión Terror is Reality, en el cual los zombis se han convertido en un pasatiempo más. En estos torneos, Chuck se encarga de masacrar zombis para ganar dinero, bien más que necesario si quiere costearse el Zombrex, la nueva vacuna temporal contra los efectos de la zombificación, y que necesita para su hija infectada. Todo va medianamente bien para nuestro héroe hasta que un día las cosas fallan, los zombis inundan Fortune City y nuestro querido Chuck se ve obligado a esconderse con su hija en un búnker con los pocos supervivientes de la catástrofe. A partir de aquí deberemos volver a vivir otra historia de 72 horas dentro de Fortune City para tratar de resolver todo el misterio que envuelve al brote infeccioso en el lugar, con el handicap añadido de que Chuck deberá proteger también a su hija, la cual como hemos dicho fue infectada en el pasado, viéndose obligado a suministrarle dosis de Zombrex cada cierto número de horas.

Dead Rising 2: Off the Record

La tercera entrega, o más bien “repetición” de la segunda, surgió debido a las críticas de los aficionados tras Dead Rising 2, ya que los fans más acérrimos de la saga querían de vuelta a Frank West, ya que consideraban que el carisma de Chuck era nulo. Y no les falta razón, ya que Chuck es un personaje con el que nos costará empatizar, mientras que Frank, gracias a su desparpajo, será un personaje al que con facilidad le cogeremos cariño. Siguiendo con la historia de Off the Record, aquí los hechos variarán adaptándose evidentemente al papel de Frank West, pero las líneas generales de la historia se mantienen, quedando como una especie de “¿cómo habría sido todo si hubiera sido Frank el que hubiera estado en Fortune City”?

LOS ZOMBIS TAMBIÉN ACUDEN A LAS REBAJAS

En los tres juegos su base jugable es la misma, por lo que hablaremos de manera generalizada, pero destacando los puntos concretos en los que cada juego se diferencia. Empezaremos en una gran zona comercial y de ocio llena hasta los topes de zombis, dentro de la cual deberemos desarrollar toda la aventura, por lo que deberemos acostumbrarnos a la marea constante de no muertos que nos cortarán el paso. Una peculiaridad que tiene esta saga es que la historia se desarrolla a contrarreloj, por lo que la partida tiene una duración predeterminada. Debemos permanecer 72 horas dentro del lugar, lo que traducido a horas reales son unas 6 horas, por lo que la historia de los tres juegos no es que sea muy larga, pero sí que tiene muchas cosas por ver, ya que las misiones secundarias se irán entrelazando con las misiones principales, debiendo ser rápido si queremos completarlas todas en el plazo de tiempo previsto, ya que no debemos olvidar que tenemos un reloj sobre nuestras cabezas durante toda la aventura. Además, hay muchos finales que desbloquear, dependiendo de cómo hayamos hecho las cosas durante la partida, lo cual le suma muchas horas si tenemos la paciencia suficiente para aguantar tanto tiempo.

Para cumplir todas las misiones que nos ofrecen los juegos, tendremos a nuestra disposición todo el arsenal que el lugar nos ofrezca, ya que podremos usar como armas desde una silla, pasando por un extintor y terminando con una motosierra. Casi todo lo que veamos se puede usar como arma, y eso da lugar a un gran abanico de posibilidades de cara a enfrentarnos a la horda interminable de zombis que intentarán comernos.

Nuestro personaje tendrá la posibilidad de subir de nivel a medida que vamos rescatando supervivientes o cumpliendo objetivos, con lo que aumentarán nuestros atributos, entre los cuales están la vitalidad, la velocidad, el número de objetos que podremos llevar, etc. Este sistema de subida de niveles resultaría interesante si no fuera por una pega. El juego está pensado para que tengamos que empezar de cero varias veces, ya que con niveles bajos es realmente complicado, por no decir imposible, completar la historia. El juego nos ofrece la oportunidad de empezar la aventura desde el inicio, pero conservando el nivel que teníamos, lo que hará que en un segundo intento seamos más poderosos y podamos abarcar más misiones. Esto a la larga puede hacerse tedioso, ya que veremos las mismas misiones varias veces antes de conocer el desenlace de la trama de cada juego, haciendo que más de uno quizás abandone antes de terminarlo por el cansancio que puede producir reiniciarlo todo desde el principio o morir irremediablemente en ciertas partes al enfrentarnos con algunos de los psicópatas que andan sueltos por el escenario. La parte buena de este sistema de progresión es que, si somos pacientes, cuando hayamos subido unos cuantos niveles, la diversión se dispara a cotas muy altas, resultando cada vez más satisfactorio.

Ahora que sabemos los detalles generales de la saga, pasaremos a destacar los puntos concretos que hacen que la experiencia sea ligeramente diferente en cada uno de los juegos.

En Dead Rising 1 lo más destacable es la posibilidad de usar la cámara de Frank, la cual nos servirá como medio para ganar experiencia, ya que cuanto mejores sean las fotos que tomamos, mayor será la cantidad de puntos de experiencia que ganaremos. Pero claro, no todo es tan sencillo. No basta con apretar el botón de la cámara y listo, sino que deberemos tomar las fotos en los momentos apropiados, es decir, cuando nos ataquen, cuando veamos un reencuentro entre dos supervivientes que se conocen, etc. De este modo tendremos un multiplicador de experiencia que nos hará ganar muchos más puntos de lo normal. Lo malo de la cámara es que en muchas ocasiones quizás se nos olvide usarla, porque hay métodos bastante mejores de ganar experiencia y pronto nos daremos cuenta de ello.

En Dead Rising 2 desapareció la cámara, pero en su lugar tenemos la posibilidad de craftear armas combinando diversos objetos que encontremos por el mapa, siempre y cuando tengamos la carta de habilidad correspondiente. Por ejemplo, si tenemos la carta del bate de clavos, podremos recoger clavos y un bate, para luego usar un banco de trabajo para combinar las dos cosas y obtener así un bate de clavos, arma que será mucho más dañina y con la cual obtendremos más experiencia a la hora de matar zombis. Además, como mencionamos en el apartado argumental, tendremos que cuidar de la hija de Chuck, lo que nos obligará a recoger dosis de Zombrex por Fortune City para dárselas a tiempo, ya que si no lo hacemos, se transformará en un zombi. Podemos destacar también como novedad la inclusión de un modo cooperativo online que, si bien puede ser divertido de jugar con un amigo, los jugadores más atrevidos pueden notar que su dificultad se reduce demasiado así.

Dead Rising 2: Off the Record combina las dos mecánicas anteriores, ya que tendremos tanto la cámara como la posibilidad de craftear, pero lo cierto es que después de haber jugado a los dos anteriores, este se antoja más como un DLC de Dead Rising 2 que como un juego completo, ya que es el mismo juego con un personaje diferente. Aquí tenemos que remarcar que todo depende del gusto del consumidor. Si os gusta más el personaje de Frank West, probablemente disfrutéis más Off the Record que el original, ya que entendemos que el carisma de Frank es mucho mayor que el del bueno de Chuck.

UN LAVADO DE CARA TRAS SU DÉCIMO ANIVERSARIO

Gráficamente las tres remasterizaciones presentan una serie de mejoras suculentas, pero hay que aclarar que de todos modos no estamos ante un portento gráfico ni ante un gran despliegue de efectos, pero claro, hemos de tener en cuenta que estos juegos tienen su tiempo, ya que concretamente se celebran 10 años de la primera entrega, y eso tiene sus inconvenientes.

Cabe destacar que no nos encontramos ante ningún tipo de remake. Estamos ante una remasterización en toda regla de los tres primeros juegos de la saga, con todo lo que eso conlleva. Se han mejorado las texturas, se ha aplicado antialiasing, la tasa de frames se ha aumentado hasta los 60 fps muy estables, independientemente de la cantidad de zombis en pantalla, se han trabajado mejoras a nivel de iluminación, etc. Todo luce a buen nivel teniendo en cuenta que es una remasterización, pero claro, la pega es que su motor gráfico no ha envejecido nada bien con el paso de los años, notándose que la calidad de los modelados en general está bastante anticuada. A pesar de eso, sí que tenemos que decir a su favor que CAPCOM ha puesto mucho más mimo a la remasterización de esta saga que a la de Resident Evil.

Las animaciones in-game de los personajes son bastante robóticas en general, así que no debemos extrañarnos si algunos de los psicópatas enemigos se giran rápidamente y nos disparan sin necesidad de apuntar, para ver cómo nos aciertan sin que nos dé tiempo a pestañear. Del mismo modo también tenemos que resaltar que la inteligencia artificial de los aliados es de lo peor de los juegos, sin duda alguna, siendo especialmente penosa en Dead Rising 1. Muchas veces veremos cómo los supervivientes que intentemos rescatar no son capaces de rodear a los zombis, sino que pasan entre todos ellos, quedando atrapados fácilmente y muriendo a causa de eso. Además, el comando de orden que podemos activar con el botón triángulo muchas veces no sirve de nada debido a las constantes meteduras de pata de los supervivientes a causa de la IA mencionada.

Estos peros se resumen básicamente de una manera: se han dejado los juegos tal cual fueron concebidos salvo un ligero lavado de cara gráfico, con lo cual conservan sus virtudes del pasado, y por ende, todos sus defectos, como por ejemplo el popping, gracias al cual veremos muchas veces cómo grupos de zombis van apareciendo de repente en algunas áreas.

Pasando al apartado sonoro, el doblaje en los tres juegos, totalmente en inglés, es más que aceptable, y la música que escucharemos será en general la del propio centro comercial, añadiéndose algunas melodías especiales para cuando luchemos contra los psicópatas. Puede parecer poco a priori, pero cumple de sobra con su cometido. Los efectos de sonido de los zombis son muy creíbles y el sonido de las armas bastante satisfactorio, diferenciándose correctamente su tono dependiendo de si damos un golpe con una tubería o con un trozo de madera hueco.

¿CUÁNTO QUERREMOS ESTAR EN ESTE APOCALIPSIS ZOMBI?

La pregunta que nos queda ahora es si la duración de este pack hace que merezca la pena. Bien, si nos paramos a pensar en cada uno de los juegos individuales, su duración es más que considerable si tenemos en cuenta la posibilidad de rejugarlo para conseguir todos los finales y, por ende, todos los trofeos posibles. Si ya un juego tiene su duración bien marcada, qué decir si adquirimos el pack completo con los tres juegos. Sin duda estaremos un buen puñado de semanas pegados a la pantalla, ya que tendremos tres títulos a los cuales poderle sacar el platino, además de que cada juego tiene seis finales diferentes. Todo un reto para los coleccionistas de trofeos, así que si tenéis paciencia, no lo soltaréis en mucho tiempo.

Si hay una saga que ha sabido tratar con grandes dosis de humor negro el tema de los zombis esa ha sido sin duda Dead Rising. En esta saga no hace falta una gran historia o grandes giros argumentales para mantener pegado a la pantalla a sus jugadores. Su principal premisa es su jugabilidad y el derroche de humor a cada esquina, por lo que gracias a esto, esta saga difícilmente encuentra un término medio. O bien se la ama, o bien se la odia, pero lo que sí que tenemos claro es que ha tenido éxito, y sus varias… ANÁLISIS: Dead Rising Triple Pack ANÁLISIS: Dead Rising Triple Pack 2016-09-23 AlCujune

Historia - 70%

Gráficos - 75%

Sonido - 75%

Jugabilidad - 85%

76

76%

Dead Rising Triple Pack se presenta como un homenaje más que digno a esos diez años que lleva la saga de CAPCOM ofreciendo multitud de posibilidades jugables y un entorno realmente lleno de zombis. Es cierto que su apartado gráfico no ha envejecido bien, pero sus 60 frames por segundo constantes y pequeñas mejoras en la iluminación dejan un resultado bastante aceptable. Si hablamos de su duración, os aseguramos que hay juegos para rato, debido a sus múltiples finales. No decepcionará a los fans del género, además de que las risas están aseguradas.

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