La guacamaya y el sol desfasado
Vucub Caquix es un nombre maya quiché que significa “Siete Guacamaya”. Este animal posee un enorme valor simbólico para los mayas ya que, debido a su brillante plumaje rojizo desde tiempos muy tempranos se le ha considerado como un emblema solar. Por lo tanto se trata de un animal que simboliza el sol, el amanecer. Dado que el amanecer es un signo no sólo de vida, sino también de renacimiento, no es de extrañar que algunos Ajaws llevasen en sus nombres el apelativo “moo” (guacamaya).
Teniendo en cuenta todo esto, algunos autores barajan la posibilidad de que el ser “Siete Guacamaya” sea realmente el sol de la creación anterior (la fallida creación de los hombres de palo) que se niega a abandonar su mandato cuando ésta es destruida. Hunahpú no permitirá esto, pues es a él a quien le toca ser el sol de la nueva creación (la de los auténticos hombres, los hombres de maíz), idea que queda muy bien reflejada en el siguiente fragmento:
“Aún no se veía la cara al [verdadero] sol.”
Este pequeño fragmento hace referencia a la ausencia del astro de la última generación, es decir, el sol idóneo (Hunahpú) y no Vucub Caquix, sol de la creación anterior.
Jaleo temporal
Quizá el punto mas curioso del relato es el extraño tratamiento de la temporalidad; los gemelos divinos (personajes fundamentales en el Popol Vuh) hacen su primera aparición antes de que se produzcan los hechos que desencadenarán su propio nacimiento más adelante, es decir, los gemelos divinos aún no han nacido y ya tienen que enfrentarse a Vucub Caquix y sus hijos. Tal y como afirma el profesor Rivera Dorado:
“Hunahpú, sol de la cuarta creación, le corresponde destruir al sol de la creación anterior antes incluso de los hechos que conducirán a su propio nacimiento”
RIVERA DORADO, M.; Popol Vuh, relato maya del origen del mundo y de la vida; Ed. Trotta; Madrid; 2008; p. 184
Tal vez el motivo por el que se produzca este desfase temporal tan extraño es porque nos estamos moviendo en un “tiempo vacío”, en un período con un tiempo indeterminado entre dos espacios temporales auténticos (era de los hombres de palo y era de los hombres de maíz) (ver fig.1). El tiempo de los hombres de maíz y por tanto, el tiempo de los mayas sólo existirá cuando el verdadero sol (Hunahpú) empiece a caminar por el firmamento, dando así origen a los días y los años. Este hecho de intemporalidad entre los dos espacios temporales permite que pasado, presente y futuro se confundan y entremezclen.
Fig.1: Esquema del tratamiento de la temporalidad en el relato
Influencia del náhuatl
Por último es interesante destacar la enorme influencia del náhuatl en algunos nombres de este episodio del Popol Vuh. El náhuatl es una lengua proveniente del altiplano mexicano que se hablaba en el imperio mexica (los comúnmente conocidos como Aztecas) y que hoy en día se sigue hablando en México. Nombres como Zipacná que deriva de la palabra náhuatl “Cipactli” (Cocodrilo) o Chimalmat que deriva de “Chimalli” (escudo) se mezclan con nombres y palabras puramente quichés como puede ser Cabracán (gigante de la tierra).