Los Dallas Cowboys regresaron de un déficit de 21 puntos, el más grande de su historia, para conseguir la victoria de visitantes ante los St. Louis Rams que los coloca 2-1 en la temporada. En el proceso, Tony Romo rompió el récord de la franquicia de Roger Staubach de más drives para asegurar la victoria con 24.
Estos son 5 puntos de reflexión sobre el partido:
DeMarco Murray y los fumbles
En tres partidos, DeMarco Murray ha tenido el mismo número de fumbles, todos ellos en el primer cuarto del partido y colocando a su equipo en posición complicada, atrás en el marcador. En un par de ocasiones el jugador ha declarado que no le preocupa la situación, sin embargo, creo que no está bien, que el líder corredor de la NFL en la temporada hasta el momento pierda el balón de esa manera.
La parte positiva es que en los tres encuentros, después del fumble temprano, han venido actuaciones impresionantes de 118, 167 y 100 yardas sólo por tierra.
Mientras este tipo de errores vengan tan temprano en el partido, la gravedad no es fatal, sin embargo creo que esto es algo con lo que no se puede vivir el resto de la temporada, ya que tarde o temprano tendrá consecuencias mayores. Permanecer en la banca por un par de series ofensivas, tal vez un cuarto completo, quizás le ayudaría a entender la gravedad de su falta.
La incapacidad de generar presión al QB de los Cowboys
La semana pasada escribí que no debíamos comprar a esta defensiva todavía y esta semana mostraron porqué. Simplemente son incapaces de generar presión al QB contrario; sin importar que manden sólo a sus cuatro frontales, que disparen con un linebacker, con un corner o con el safety, todos terminan con las manos de un ofensivo en el pecho por más de dos segundos.
Este hecho permite que el delgadísimo cuerpo de linebackers y el poco sólido backfield defensivo se vean todavía peor de lo que son, lo que me lleva al siguiente punto.
Morris Claiborne y Bruce Carter son malos jugadores.
Extrañaría ver esta afirmación tomando en cuenta que ambos tuvieron intercepciones clave en el partido. Bruce Carter incluso anotó en su intercepción (aunque siendo sinceros cualquier linebacker de medio pelo hace esa atrapada), mientras que la de Morris Claiborne selló la victoria del equipo.
Eso es lo menos que pudieron hacer para enmendar la vergüenza de partido que dieron. Carter, como ya es costumbre, falló tackleadas a diestra y siniestra además de verse expuesto en el centro del campo cubriendo pase. Por su parte Claiborne fue el eslabón más débil de la secundaria permitiendo que le completaran prácticamente todo lo que se lanzaba hacia el hombre que estaba cubriendo.
Lo más grave del asunto es que estamos hablando de dos jugadores en los que el equipo invirtió selecciones altas en el Draft, Carter fue una segunda ronda en 2011 que no jugó gran parte de su año de novato por venir de una lesión, mientras que Claiborne fue la selección 6 global en la que los Cowboys invirtieron una primera y segunda ronda para poder subir a tomarlo.
Tanto el offseason anterior como el más reciente, escuchamos que estos jugadores vivirían a la atura de las expectativas y no ha sido así.
Tony Romo mejoró mucho en este partido.
Claro, podemos levantar el dedo índice y señalar la intercepción que Janoris Jenkins se llevó hasta la zona de anotación, sin embargo, a pesar de que todos vimos a Cole Beasley correr solo por el centro del campo, la primera lectura era Dez Bryant, el corner le puso una trampa al quarterback y realizó una buena jugada que hizo ver mal al pasador.
En dos semanas consecutivas hemos hablado de lo mal que se ha visto Romo en términos de toma de decisiones, movilidad y presencia en la bolsa de protección, incluso de los siete sacks que había recibido hasta antes de este partido, algunos eran acreditables a él mismo. Esta semana la historia fue distinta; completó el 78% de sus pases y fue su capacidad para escapar de la presión lo que impidió que lo detuvieran detrás de la línea en todo el partido. Esto fue un gran punto para conseguir la victoria.
Austin Davis necesita enfrentar una defensiva de calidad.
En dos inicios en la NFL, el novato ha mostrado serenidad y aplomo en su toma de decisiones, a pesar de que en términos de fuerza de brazo no es de lo mejor, ha dejado que el jugo venga a él y lo ha administrado de manera eficiente.
El problema es que ha enfrentado a dos cuadros defensivos deplorables como el de Tampa Bay y el de Dallas, por lo que la prueba de fuego será cuando en las semanas 6 y 7 enfrente de manera consecutiva a los 49ers y a los Seahawks. Veremos si para entonces sigue estando él bajo el centro o Shaun Hill será el indicado.