La primera entrega de Bungie nos sumió en un nuevo mundo lleno de posibilidades, presentando un juego de disparos y ciencia ficción con una proyección muy grande, además de ser inicialmente, y según palabras de la propia desarrolladora, un proyecto de al menos 10 años de vida. No sabemos si esto se refería a algún acuerdo con Activision después de desvincularse oficialmente de Microsoft con la saga Halo, pero Destiny se convirtió en uno de los videojuegos más caros de la historia, con una campaña de marketing estratosférica y mucha ilusión, que inicialmente parecía ser un título con muchas horas por delante que al final descorazonó a muchos a las pocas semanas de su lanzamiento dada la repetitividad y escasez de sus misiones, además de presentar un argumento con muchas oportunidades y que se quedó en muy poca cosa.
Tres años después, Bungie parece recapacitar y ahora parece que se acerca un poco más a lo prometido, incluyendo a Destiny 2 una historia con algo más de trasfondo, e incluso con un villano con carisma, además de una buena cantidad de misiones por delante que de nuevo prometen horas y horas de diversión. Tras completar Destiny 2 junto con sus desafíos de más alto nivel, estamos preparados para ofreceros nuestra impresión y crítica de la secuela de Bungie y Activision, incluso tenemos preparado un breve videoanálisis donde acompañamos con un poco de gameplay los puntos fuertes y los no tan fuertes del título. Preparad vuestros espectros guardianes, porque toca remar contracorriente.
Una historia de pérdida y recobro
Comenzando con la base principal del título, Destiny 2 en esta ocasión comienza con acontecimientos que ocurren poco después de lo ocurrido en Los Señores de Hierro, la última expansión de la primera entrega, donde se nos presenta una “nueva” amenaza. Y es que la Legión Roja Cabal, una armada de esta raza que no tiene límites debido a su potencia de fuego y su brutalidad en el campo de batalla, comandada por Dominus Ghaul decide invadir y atacar la última Torre de la Tierra, donde está El Viajero, y está completamente decidido a llevárselo junto con la luz que baña a los guardianes porque este mandatario cabal considera que no somos dignos de la luz del viajero, y esta bélica raza se propone explotar al máximo las posibilidades de este esférico ser para otorgar más potencia de fuego a su gigantesca legión.
Aquí es donde por primera vez en Destiny 2, conocemos al primer gran villano, si lo comparamos con el primer Destiny, sobre todo porque tenemos por delante una historia bien hilada y muy bien contada, que además corta de plano con la necesidad de conocer la historia que lo rodea a todo mediante el uso de herramientas externas, como la aplicación para móviles y navegadores que, aunque tiene todavía uso, no es necesaria para conocer todos los entresijos argumentales que Bungie tiene bien atados para su aventura de ciencia ficción, algo que es de agradecer, al menos por los jugadores con menos afán de investigación, ya que tienen a su alcance toda la historia del título por delante, ya sea mediante aventuras secundarias, de las cuales hay una gran cantidad en todos los planetas disponibles, o mediante lanzar nuestro espectro a ciertos elementos o artilugios que nos contarán algo de historia de contexto, así como recordar algunos elementos de la primera aventura. Incluso podemos disponer de grandes mapas que se pueden consultar en vivo, sin tener que salir a la órbita y podemos ver dónde hay eventos públicos, algo que antes se daba al azar y teníamos que tener suerte para encontrar uno, además de los Sectores Perdidos, pequeñas mazmorras con un mini jefe final y una recompensa jugosa.
Un gran aspecto el de la historia que se nota que han sabido explotar bien, pero que todavía tiene algun pequeño matiz pendiente, tal como poder explotar la personalidad del villano más allá de las cinemáticas entre misiones, porque será la única manera de conocer de cerca a Dominus Ghaul más allá del combate final, que en comparación con el final de campaña de Destiny, que era un reto considerable, el enfrentamiento final de Destiny 2 se convierte casi en un puro trámite, a expensas de algún que otro vacío argumental donde ya nos limitamos a recomendar que juguéis el título para que saquéis vuestra propias conclusiones.
A diferencia de la Luz, la estadística que mejorabamos una vez llegámos al nivel máximo en la anterior aventura, este concepto se pasa a llamar ahora Poder, que a efectos mecánicos no es más que el mismo perro con diferente collar. Nuestro objetivo será conseguir el máximo nivel de poder a medida que completamos objetivos en aventuras, asaltos heroicos e incluso superar retos de máximo nivel como la misión de Ocaso o la Incursión, los contenidos de más alto nivel en el modo PvE que podemos completar incluso en modo díficil, o Prestigio como se ha llamado en esta ocasión, que mejoran respecto a la anterior entrega. Si en la primera aventura para poder jugar a estos retos necesitábamos tener amigos jugando al título, ahora gracias al Juego Guiado podemos buscar escuadra en matchmaking para completar estos retos si no tenemos amigos que jueguen al título, algo que es un gran avance y permitirá a los jugadores solitarios poder alcanzar el nivel máximo de poder de forma más cómoda sin tener que abandonar en medio del intento dado que llega un momento en que sólo es imposible subir nuestro nivel de poder.
Respecto al gameplay de Destiny 2, en este caso Bungie se ha mostrado muy tradicional y, aunque arriesga muy poco ofreciendo nuevas posibilidades a las tres clases disponibles, Titán, Hechicero, o Cazador, desbloquear ese nuevo nodo de habilidad, o conseguir ese pequeño aumento de poder es aliciente suficiente para seguir echando horas y horas y no darte cuenta de que apenas ha pasado el tiempo, ya que el gunplay de Destiny 2 se mantiene impertérrito y sólido, ofreciendo una jugabilidad que no aburre haciendo que pasemos horas muertas abatiendo enemigos. Aunque para ser justos, hubiera estado bien que Bungie implementara alguna nueva clase, o algún que otro elemento de daño por medio de la introducción de una nueva subclase dentro de las tres disponibles, algo que le daría verdadera vida al juego, aunque quién sabe si es algo que se guardan para futuros contenidos, algo que esperamos que sean menos escasos en contenido en comparación con las expansiones anteriores, donde tendremos que rascarnos el bolsillo si queremos optar a las armaduras y contenido de más alto nivel en los próximos contenidos, de los cuales ya se han confirmado hasta ahora dos.
Un modo competitivo frenético y concentrado
Pero no todo es explorar lugares inhóspitos e inimaginables para la mente humana más allá de las fantasías, Destiny 2 también tiene hueco para aquellos jugadores que se lo pasan en grande enfrentándose unos contra otros. Aquí es donde toma protagonismo el Crisol, que llega cambiado para ofrecer una jugabilidad más rápida y frenética, a la par que introduce además nuevos modos de juego, como por ejemplo los modos de Cuenta Atrás o Supervivencia que serán los modos disponibles en el juego competitivo o las Pruebas de Los Nueve, lo que antes se conocía como Las Pruebas de Osiris. Ahora bien, si tenemos una escuadra de amigos algo amplia, es decir somos nosotros y más de tres amigos, es posible que sea algo a descartar, ya que aunque la inclusión de los modos de juego de 4 contra 4 es una buena iniciativa por parte de Bungie, se echa de menos el poder jugar con la anterior formación de escuadras en El Crisol de 6 vs 6, por no hablar de la poca elección de modos de juego que tiene el juego multijugador competitivo, pudiendo sólo elegir entre juego rápido o juego competitivo, obviando de plano el hecho de dejarnos elegir a nosotros el modo de juego que más nos guste, tendremos que jugar partidas o modos rotativos de Enfrentamiento, Supremacía o Dominio sin capacidad de poder elegir sólo el modo que nos guste.
Tras disfrutar además del modo de competición de más alto nivel para escuadras competitivas de Las Pruebas de los Nueve, hemos de decir que el reto merece la pena de ser jugado, sobre todo porque la compenetración con tu equipo es totalmente necesaria para no terminar todos eliminados y perder un punto en el marcador frente al combinado enemigo. Además, la nueva localización de la Tercera Espira, que sustituye a lo anteriormente conocido como Faro de Osiris en Mercurio, merece la pena ser visitada al completo al menos una vez.
Las temidas microtransacciones
Como no podía ser de otra manera, la sombra de Activision asoma bien de lleno en Destiny 2, y es que el título de Bungie no se libra de repetir con uno de los contenidos que más daño hacen a la industria, los micropagos o microtransacciones. Vamos a abordar este tema de la forma más franca posible, y sobre todo después de haber dispuesto al completo de toda la aventura y haber pasado más de 100 horas invertidas hasta ahora en la publicación de este análisis. De nuevo, como en el primer Destiny, podemos adquirir objetos de personalización con Plata en Eververso, gestos, naves, colibríes e incluso algún que otro añadido más.
No vamos a negar que las microtransacciones son una lacra en todos los videojuegos, da igual cuales o de qué tipo, pero sobre todo las que dan ventaja a los jugadores que compran frente a los que no, por suerte no es el caso de Destiny 2, sobre todo después de una de las noticias que más resonó en la comunidad de jugadores sobre los Shaders, esos colores de personalización que en Destiny podíamos usar a placer para decorar toda nuestra armadura al completo. Ahora estos objetos se convierten en objetos consumibles y con diferentes calidades como si de piezas de armadura se tratasen (verde, azul y morado en este caso), pero hemos de decir que estos shaders o colores de personalización no tienen como fuente única de aparición las cajas de Eververso, y es que si subimos una vuelta de reputación con cualquiera de las facciones de los planetas o la torre, también adquirimos estos shaders de personalización, y no precisamente son pocos los que podemos conseguir, ya que una vez eches unas cuantas horas hasta se te llenará el apartado de inventario de éstos, que por cierto es mucho más amplio respecto a nuestra primera epopeya.
De nuevo mencionamos que esta táctica implementada directamente desde la productora ha sido muy bien recibida, y con razón, pero hemos de decir a ciencia cierta que las cajas de eververso, o engramas luminosos como se llaman en Destiny 2, no es algo que sólo puedas conseguir con dinero real, ya que ahora cada vez que subes la barra de experiencia, en vez de motas de luz que era lo que nos daban en Destiny, nos darán un engrama luminoso para canjear en Eververso. Esto quiere decir que las posibilidades de personalización para todos los jugadores son las mismas, simplemente si quieres seguir probando más suerte sin jugar, tendrás que pasar por caja, pero los que hagan uso de la Plata en Destiny no conseguirán nada que los jugadores normales invirtiendo tiempo no tengan la misma posibilidad de conseguir.
Apartado Técnico
Algo que nos cautivó de lleno cuando se dió a conocer lo nuevo que llegaba por parte de Bungie con Destiny 2 en mayo de este año, es que pudimos ver, al menos en palabras de la productora, es que la experiencia del título que se mostró en la premiere mundial corría en una Playstation 4 con un apartado gráfico retocado y mejorado, y una alta tasa de fotogramas por segundo, donde por fín parecía que había luz más allá del viajero y los jugadores de consola podríamos disfrutar de la aventura como mandan los actuales cánones.
Finalmente, aunque el apartado artístico de Destiny 2 llega retocado y con algunas texturas mejoradas respecto a su predecesor, la aventura de Bungie se puede disfrutar en consolas a unos muy aceptables 1080p y 30 fotogramas por segundo tanto en Playstation 4 como en Playstation4 Pro. Nos hubiera gustado disponer de un gameplay igual de estupendo, pero con la fluidez suave que le otorga tener el doble de frames por segundo.
Además, la paleta de colores doble de la que hace uso la desarrolladora para esta nueva aventura es todo un placer para los sentidos, y los nuevos efectos de partículas son igualmente espectaculares. Por desgracia, la materia pendiente para consolas de la actual generación es esta tasa de fotogramas, donde la desarrolladora comenta que la potencia del hardware, en este caso de la CPU de Playstation 4, no es capaz de soportar tal nivel de stress y no sería capaz de ofrecer una alta tasa de fotogramas por segundo. Aquí es donde los jugadores de PC saldrán ganando ya que podrán jugar al título con una tasa de fotogramas libre, dependiendo de la potencia bruta que tenga su máquina.
Aquí es donde un servidor va a aportar su opinión personal de forma directa, y es que puede parecer muy posible que esto sea así, al menos en el caso de la hermana mayor de la actual generación de consolas, Playstation 4, pero Playstation 4 Pro ha demostrado que es capaz de hacer las cosas mejores y con una mejor experiencia, donde hay claros casos donde se ve la clara diferencia, tanto en juegos de acción como es el caso, así como en otro tipo de géneros, incluso más allá de los proyectos de las First Parties de Sony.
Pasando con el apartado sonoro, una vez más Destiny 2 ofrece una magnífica experiencia para los oidos, con efectos de sonido cuidados, revisados, retocados y renovados para la secuela de Bungie. Y como no podía ser menos podemos disfrutar de toda la aventura doblada al castellano con un gran reparto de voces, donde repiten las voces de los protagonistas (aunque hemos llegado a escuchar hasta tres voces diferentes para Cayde-6 a lo largo de la campaña, esto pudiera ser debido a la huelga de dobladores que afectó España en los meses de febrero a julio de este año) y destacamos sobre todo la actuación de Luis Tosar con su voz en Dominus Ghaul, donde pone la guinda del pastel a un villano con carisma.
Por no hablar de la banda sonora, que aunque no está tan a la altura como cuando disfrutábamos del trabajo del señor O’Donnel en la primera aventura principal y hay tramos donde se nota su ausencia, pero Michael Salvatori ha realizado un gran trabajo, sobre todo en uno de los puntos álgidos de la aventura donde la música es el mejor acompañante para nuestra aventura mientras recuperamos la esperanza en los guardianes, donde os dejamos una muestra en el vídeo que os dejamos al comenzar a desglosar la parte sonora del título.
Conclusiones
A pesar de todo, en esencia Destiny 2 continúa ofreciendo un buen gameplay, ahora con una historia mejor narrada y con un gunplay que sigue impertérrito ofreciendo largas horas de verdadero vicio, donde subir cada punto de poder es una verdadera satisfacción para cada uno de los jugadores. Una secuela que llega mejor estructurada y diseñada, sabiendo en todo momento qué hacer y dónde ir, aunque se hubiera echado de menos algo más de riesgo por parte de la desarrolladora, que se postula muy conservadora al respecto ofreciendo un gameplay muy similar, de nuevo repite con un buen éxito, donde si ya eres fan de Destiny vas a tener muchas más horas por delante, pero que los detractores seguirán teniendo sus razones para no jugarlo. No por ello, estamos ante uno de los grandes títulos de este año con muchas horas de juego por delante.
Jugabilidad - 90%
Gráficos - 80%
Sonido - 85%
Multijugador - 90%
86%
Destiny 2 continúa ofreciendo un buen gameplay, ahora con una historia mejor narrada y con un gunplay que sigue impertérrito ofreciendo horas y horas de verdadero vicio, donde subir cada punto de poder es una verdadera satisfacción para cada uno de los jugadores. Una secuela que llega mejor estructurada y diseñada, sabiendo en todo momento qué hacer y dónde ir, aunque se hubiera echado de menos algo más de riesgo por parte de la desarrolladora, que se postula muy conservadora al respecto ofreciendo un gameplay muy similar, de nuevo repite con un buen éxito, donde si ya eres fan de Destiny vas a tener muchas más horas por delante, pero que los detractores seguirán teniendo sus razones para no jugarlo. No por ello, estamos ante uno de los grandes títulos de este año con muchas horas de juego por delante.
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