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[Análisis] Drácula 2: El último Santuario, para PSX/PC

Publicado el 20 abril 2012 por Mientraslees
[Análisis] Drácula 2: El último Santuario, para PSX/PCTeniendo en cuenta que hoy se cumplen 100 años desde la muerte de Bran Stoker, analizar el mítico videojuego de PSX/PC donde interpretaremos a los propios personajes de la famosa novela de Bran Stoker, “Drácula”, es, cuanto menos, un gran homenaje. Al menos muy diferente, ¿no creéis?Teniendo en cuenta que hoy se cumplen 100 años desde la muerte de Bran Stoker, analizar el mítico videojuego de PSX/PC donde interpretaremos a los propios personajes de la famosa novela de Bran Stoker, “Drácula”, es, cuanto menos, un gran homenaje. Al menos muy diferente, ¿no creéis? Sabemos que la gran mayoría no habéis jugado a videojuegos, es por eso que aprovechamos, además, para incitaros a moveros por un mundo apasionante y adictivo. ¿Estáis preparados para conocer a Jonathan Harker y su terrible aventura? ¡Agarraos los cinturones!

Un clásico teñido del mejor terror

¿Qué nos ha hecho aterrizar aquí? Pues resulta que hace tiempo, en el año 2000, llegaba a España la segunda parte de un juego que había pasado muy desapercibido y que estaba dirigido a dos tipos de jugadores: 1) a los amantes de la novela de Drácula y 2) a los amantes de las aventuras gráficas. Si juntamos a esos dos perfiles jugones, tenemos al comprador estrella de un videojuego como Drácula 2: El último santuario. Como habéis podido adivinar, de todo esto nació una serie llamada Bram Stroker's Dracula. Como yo sólo he jugado a esta entrega, no podré hacer comparaciones con las anteriores y posteriores entregas. ¡Es una lástima!

Cogiendo como base la película de Coppola y lo ocurrido en el primer videojuego, donde nuestra novia, Nina, ha sido secuestrada por el mismísimo Drácula, quien se ha obsesionado con ella, y nosotros, que somos Jonathan Harker, hemos vuelto a Londres para seguir los pasos del vampiro por toda la geografía hasta encontrar su terrible guarida. Después de haber escapado del castillo de Drácula en Transilvania con Nina a nuestra espalda, llegamos a Londres donde, con sorpresa y terror, Jonathan se dará cuenta de que jamás ha escapado del vampiro y que, encima, se ha obsesionado con su novia. La pondrá al resguardo del Dr. Seward, su fiel amigo y tratará de destruir, esta vez sí que sí, al demonio encarnado en Drácula.
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Cuando empezamos a jugar decimos: ¡Dios mío! Estamos protagonizando una novela de terror gótico. Para eso, la ambientación está muy conseguida, con lugares oscuros, ruidos siniestros a nuestra espalda, momentos de tensión en las que deberemos tenerlas todas con nosotros para poder escapar… pero sobre todo, muchísimos puzles difíciles que nos reventarán la cabeza. Mientras avanzamos en la aventura iremos conociendo a distintos personajes de la novela original, tales como Van Helsing, Arthur y Morris (conocidos ya por los lectores de Drácula). También visitaremos escenarios que Bran Stoker nos hizo recorrer en su novela, tales como el hospital mental, tremendamente tétrico y tenebroso, o la mansión del famoso archienemigo, escenario principal donde comenzamos la historia. El juego en sí está dividido en dos partes bien diferenciadas: la primera es en la que estaremos buscando la guarida de Drácula por las calles de Londres, viviendo miles de aventuras espeluznantes y llevándonos unos cuantos sustos. La segunda comenzará cuando Drácula se nos escape (tal y como ocurre en la novela original) y debamos ir tras él hasta Transilvania, directos al terror.
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El guión del juego tiene fuerza y adapta libremente la novela y la película de Coppola, con elementos steampunk de vez en cuando y muchísima ambientación gótica, donde los efectos de sonido hacen todo el juego sucio, adentrándonos en lugares húmedos, mohosos, tenebrosos, oscuros y peligrosísimos. El juego se disfruta por su historia, que iremos descubriendo poco a poco, por lo que, en lo general, se nos hará algo corto.

Gráficos nostálgico pero jugabilidad moderda

Hoy en día vivimos en una orgía de poderío gráfico. Juegos humildes de la época durada de la PSX (playstation 1, para entendernos) se ven hoy como armas arrojadizas, tales como los teléfonos móvildes de hace años. Y es que vivimos en un mundo en el que las cosas son “gráficos” y ya está. ¿Cuántas veces hemos visto que algún amigo ha criticado a un juego por sus gráficos nada más? Es un apartado importante, no digo que no, pero no es lo único que existe. Un juego puede ser genial sin tener un apartado de vídeo perfecto. Este es el caso de Drácula 2. Sólo hay que verlo.

Los gráficos correctos para su época, no son nada deleznables y nos meten en situación rápidamente. El juego se puede conseguir totalmente en español por lo que las voces estarán bien dobladas y conseguiremos el aura que nos quieren transmitir. Pero lo más destacable es su jugabilidad: no tiene límites. Si te gustan las aventuras gracias (esas en las que tienes que ir buscando pistas a lo largo de un escenario, usando objetos para encajarlo en ranuras de puertas, o robando a despistados viandantes para conseguir tus objetivos) este es un juego del que no deberías perderle el ojo. Tendremos a nuestra disposición una cámara en primera persona que podremos girar 180º si deseamos, no tenemos restricciones en cuanto a dónde podemos llegar, a no ser que aparezca un puzle de esos de agárrate compadre y no puedas pasar hasta que te hayas dejado el cerebro medio calcinado en el camino. También destacamos un inventario sencillo y de espacio infinito donde podremos consultar los objetos que vamos recolectando a medida que el juego avanza. Los puzles son, por otro lado, el plato fuerte de esta aventura gráfica, pues todos serán difíciles y todos podrán ser resueltos desde la lógica (aunque a veces cueste encontrarla).

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A más de uno le enganchará ponerse a prueba en estas trampas mortales. Pero si lo vuestro es la acción, no os preocupéis: Drácula 2: el último santuario también tiene partes de acción, donde el frenesí de hacerlo todo bien para salir vivo nos embargará por completo. ¡A mí siempre me mataban al principio! No me hacía con el control ni me daba tiempo para lograr saltar de una lámpara a otra en la parte de la mansión, cuando un vampiro todo guay él, me quería cocer a mordiscos. Esto es posible gracias a unas barras de tiempo cronometrado que nos pondrán a prueba. Cuando acabe el tiempo, debemos haber completado la acción porque si no, moriremos. ¡Demasiada presión para mí!

Buen juego para introducirse en el mundillo

PhotobucketComo habéis visto, Drácula 2: El último Santuario tiene fuerza, gancho y es una aventura gráfica inteligente, diferente y con personalidad. Una gran adaptación del clásico de Bran Stoker que, para los que aún no se deciden a leerlo, puede ser una gran posibilidad de acercarse a la literatura gótica y conocer más de cerca al terrible y cruel vampiro. Os aseguro que necesitaréis tener un coco muy desarrollado para pasar sin dificultad por esta aventura gráfica, pero, ¿a quién no le gusta ponerse a prueba? Un juego divertido que logra entretener desde el principio al final. Si nunca habéis jugado a un videojuego, esta puede ser una buena oportunidad para probar qué tal se siente siendo el protagonista real de una aventura dinámica. Además, ¡más literaria no puede ser!
Lo mejor: Una historia adictiva. Unos puzles salvajemente difíciles y aleatorios por lo que da igual cuántas veces juegues. Una jugabilidad portentosa y a pesar de los años, sigue siendo un juego recomendable para amantes de la aventura gráfica.
Lo peor: Los gráficos están desfasados y se hace demasiado corto.
Puntuación: 8/10

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