El retorno de la franquicia Dragon Quest a las consolas en estos años ha tenido varios caminos, ya que ha pasado desde la clásica parte rolera de la franquicia, por un musou, hasta llegar a lo que nos toca tratar hoy… un juego de supervivencia, que en todos los apartados recuerda a Minecraft, pero que aplica el carismático mundo de la franquicia e implementa una acción y una facilidad de entendimiento creativo que la hace ideal para los amantes del género y para todos aquellos que jamás se hayan atrevido a meterse en ello por miedo a esa abrumadora profundidad creativa.
Una sorpresa lo que ha sacado Square Enix de la manga con este Dragon Quest: Builders, y que seguramente utilice a la larga con alguna de sus otras potentes frecuencias.
ANÁLISIS
VERSIÓN DISPONIBLE
PS4 – PS3 – PSVITA
VERSIÓN ANALIZADA
PS4
DESARROLLADOR
SQUARE ENIX
DISTRIBUIDOR
KOCH MEDIA
VALORACIÓN
8’5
NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS
Este universo de Dragon Quest Builders nos lleva a lo que pudimos vivir a nivel narrativo en la historia original de la franquicia rolera, es decir, la lucha de un héroe en las regiones de Alefgrado contra el cruel Draconarius, y su afán por condenar a la humanidad a vivir bajo el poder de los monstruos. Y para ello se encarga de paralizar la posible rebeldía de la humanidad quitándole la creatividad. Pero no tenía en cuenta nuestra llegada bajo el amparo de la mismísima diosa.
Un juego que pese a lo que representa y es, bebe de la narración y de esa estructura capitular, que nos llevará a conocer mucho más de este siempre interesante mundo, en una más que simple historia.
Jugablemente nos hemos encontrado con algo muy especial, y es que a pese a que vamos con la idea preconcebida que nos vamos a encontrar con un juego al más puro estilo Minecraft, nos daremos cuenta que en parte estamos en el camino correcto, ya que la creatividad, la recolección, y la construcción es algo importante en el juego. Pero aquí no dejaremos a un lado el que somos un héroe y que hay un mal que está haciendo daño a nuestro mundo, por lo que la parte aventurera de Dragon Quest chorreará por los cuatro costados de una forma muy equilibrada.
Es prácticamente imposible no hacer comparaciones con el título de Mojang, y este Dragon Quest, y pese a diferencias claras, la base jugable o la sencilla inspiración está claramente basada en Minecraft. Eso sí, aquí pasamos de estar en un mundo sin saber por qué y dejados a nuestra propia suerte, a un mundo guionizado bajo una clásica historia, donde se nos marcará el objetivo en todo momento, y donde los guiños y referencias a la franquicia y a sus primeras entregas será algo de lo más normal.
Entrando más en serio con la parte jugable, hay que empezar haciéndolo por el control. Este nos ha parecido que está perfectamente adaptado e implementado. Consiguiendo que hacer cualquiera de las acciones o movimientos que el juego requiere, sea totalmente intuitivo y fácil de realizar. Por lo tanto, nuestra misión de romper bloques de lo que sea, construir y crear, y sobrevivir en este vasto mundo será mucho más sencillo con este. Y más cuando el interface nos resultará muy conocido por todos.
Una cosa que nos ha chocado mucho, es el concepto de los capítulos que nos hacen empezar desde cero con nuestros avances cada vez que entramos en uno. Por lo que horas de mejoras, construcción y demás posibilidades nos llevarán a reiniciarnos. Eso sí, se hará muy rejugable, ya que una buena cantidad de retos nos hará que cada nuevo episodio sea una aventura con cantidad de posibilidades.
Por otro lado, la gente creativa, tendrá su sitio donde expandir todo su ingenio, ya que una vez terminada la historia, y a lo largo de ella, se irá desbloqueando el que se conoce como modo libre, en el cual podremos dar rienda suelta durante horas infinitas.
Como buen juego de construcción y recolección, será de bastante interés el saber encontrar y controlar las diferentes recetas, cosa que se hace de forma muy clara y concisa. A ello no podemos dejar de añadirle un simple sistema de combate, para unos simples enemigos, que conllevan algo de presión en el juego, pero que tampoco son un reto a tener muy en cuenta. También porque nuestro personaje no subirá de nivel, y eso de matar monstruos no tendrá otra utilidad que recoger materiales.
Un combate que no nos llevará más allá que el machacar botones. Con alguna técnica especial que iremos desbloqueando a lo largo de la aventura, como son las bombas o los ataques cargados. Una pena que no se haya puesto un poco más de énfasis en este punto.
Otro de los grandes puntos importantes es, como no, la construcción. Y es que nuestra misión principal será crear una ciudad donde ir atrayendo a personas que nos ayuden en nuestro caminar hacia la destrucción del mal. Unas ciudades que nos darán una buena dosis de misiones para su avance, y en la que encontraremos el centro logístico para la creación de armamento, pociones, materiales o armamento. Y todo plantado en una amplia región, donde nuestra libertad será absoluta, llevándonos a inspeccionar hasta el último rincón en busca de grandes cofres y demás secretos.
Nos encontramos ante un juego sencillo. Que nos dará horas y horas de disfrute, en un mundo donde nuestra misión será construir, más que luchar. Y donde la jugabilidad y la creatividad prima por encima de todo.
A nivel técnico nos hemos encontrado con un juego más que correcto en todos sus apartados, y un carisma más que notorio. Empezando por la parte gráfica, hay que dar especialmente nuestro agrado al maravilloso apartado artístico que nos rodeará, como siempre creado por la mano de Akira Toriyama, a lo que hay que añadirle un buen trabajo de animación de personaje, y un diseño de escenario lleno de cubos verdaderamente preciosista y con un toque algo retro que le queda que ni pintado.
Eso sí, a nivel de potencia gráfica tampoco podemos esperar mucho más, ya que se nota a leguas que se había trabajado en las versiones de PsVita y Ps3 con antelación de la que bebe gráficamente esta.
En la parte sonora el juego también luce genial, destacando por encima de todo el buen trabajo que se ha realizado con la banda sonora del juego. Cogiendo temas clásicos de la franquicia, y remezclandolas para la ocasión. A lo que hay que añadirle unos también clásicos efectos sonoros y uno siempre de agradecer textos en castellano.
NUESTRA OPINIÓN FINAL
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En conclusión. No nos queda otra que alabar muchísimo el muy buen trabajo que ha realizado Square Enix con este Dragon Quest Builders. Consiguiendo un juego tremendamente divertido, y muy adictivo. Y con ello llegando a quitarse rápidamente de encima la etiqueta de clon de Minecraft en cuanto nos ponemos frente a él. Y es que pese a que bebe de ello, la franquicia de Dragon Quest tiene suficiente salero y personalidad por ella misma, y crear así un gran juego bajo el concepto jugable que le apetezca.
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