Análisis Drakengard 3

Allá por el 2003 apareció un juego llamado Drag-on Dragoon que llegó a territorio europeo como Drakengard. Si se leen los numerosos análisis de cualquiera de las entregas, queda clara una cosa sobre Drakengard: Podrás adorarlo u odiarlo, pero no deja indiferente. Su historia es chocante, dramática y absurda. Los primeros drakengards tal vez no hayan envejecido muy bien, pero aquí está Drakengard 3 para compensarlos.

Historia

Tiempo atrás, estando el mundo envuelto en conflictos y opresión, cinco diosas denominadas Entonadoras, lo devolvieron a la paz y cada una quedó regentando una zona para mantenerla. Sin embargo, la mayor de todas ellas, Zero, aparece a lomos de un dragón con la intención de matarlas.

¿Por qué?

¿Cómo demonios se ha metido Zero una flor en el ojo?

Éso es lo que habrá que descubrir a medida que avanzamos por los versos de los 5 capítulos que conforman el juego. Tras un fallido primer intento de matar a sus hermanas, comenzamos con Zero acompañada de un infante dragón llamado Mikhail que evolucionará a medida que vayamos avanzando y será el fiel compañero de Zero, lo trate ésta como lo trate.

No creáis que Drakengard 3 presenta un argumento sencillo, todo parece irse complicando a medida que avanzamos capítulos y seremos conscientes testigos del gran odio que desprende Zero hacia sus hermanas y el desdén con el que trata a todo personaje a su alrededor, ya sea enemigo o aliado.

No obstante, pese a la afligida trama principal, Drakengard 3 no está exento de humor, ¡lo hay a raudales! Inesperados en el 99% de los dos primeros capítulos, y aunque luego los esperes, te sorprenden de manera que es difícil no acabar a carcajadas. Si tienes un sentido del humor peculiar, en caso contrario, es probable que encuentres el juego muy absurdo y no te termine de convencer.

Zero odia a One. One odia a Zero

Gráficos

Pese a disponer de algunas (escasas) cinemáticas muy bellas, los gráficos de Drakengard 3 no son lo más, por así decirlo. Viéndolo a la máxima resolución pueden notarse los dientes de sierra y los escenarios no son tampoco un alarde en diseño y originalidad. Está repleto de elementos y personajes que destacan por originalidad más que por diseño.

No solo soldados irán a por ti en éste Hack&Slash, también trolls con un golpe especial sacado del tirarse a lo bomba en la piscina, o esculturas con formas de bebés gigantes y una sonrisa que da más que repelús y grima.

Claro está que a base de contenido y cambios de giros radicales evitarán fijarse o incluso valorar mucho los gráficos, Drakengard no sorprende ni destaca en este apartado. Tampoco le hace falta.

Jugabilidad

Otro apartado donde cojea Drakengard 3, sin duda presenta abismales mejoras respecto a sus antecesores, pero sigue sin aprobar pese a que no impide avanzar a buen ritmo. La base del juego es abrirse camino entre numerosos enemigos a base de borrar el dibujo del cuadrado del mando de PS3 con algún puntual toque del triángulo para realizar combos.

Es un corre pasillos más donde podrás elegir entre cuatro clases de armas en función del tipo de contienda en la que te encuentres. La espada no valdrá para todos los casos. Espadas, lanzas, guanteletes y aros son las categorías y dentro de ellas, se podrán adquirir varias que a su vez, se podrán aumentar hasta un cuarto nivel. A medida que evolucionemos un arma, se desbloqueará parte de su historia, hasta poder enterarnos completamente de ella en el nivel  cuarto.

Pero no será tan sencillo, se necesita dinero y elementos que permitan la subida de nivel y mucho, mucho cash para comprarlas todas. Para conseguir experiencia y dinero, cosa que llegará a obsesionar si eres de los que quieres desbloquear todo, se pueden hacer las misiones adicionales básicamente diseñadas a este fin. Al principio parecerán sencillas y fáciles, pero espera a superar unas cuantas.

Uno de los mayores contratiempos que presenta la jugabilidad, el la fijación de la cámara, sobre todo a la hora de enfrentarse a enemigos fuertes o jefes. Una vez fijado el objetivo, tanto la cámara como Zero solo orbitarán alrededor del enemigo, creándose situaciones de verdaderos galimatías de los elementos que se muestran en pantalla. En esas situaciones será difícil esquivar al enemigo o incluso alejarse de él para volver a la normalidad. Aconsejo fervientemente retirar la fijación y huir como cobardes.

Sonido

Solo encuentro una palabra para la banda sonora: Excelente. El sonido y el guión conforman los pilares de la calidad de Drakengard 3.Sin duda la música es indispensable en la historia, al fin y al cabo, estamos tratando con Entonadoras y así se llama el modo berserker del juego, intoner.

De la misma manera, cada vez que entremos en lucha con una de las hermanas de Zero, serán presentadas junto con su canción por sus discípulos. A nivel de doblaje, Drakengard 3 solo está disponible en japonés e inglés (aunque el primero a fecha del análisis no se puede activar en Europa) y los subtítulos en francés e inglés.

Pese al handicap para los que no saben inglés, el doblaje es también excelente. Los actores han sabido expresar la esencia de cada personaje, su personalidad, sus traumas, sus peculiaridades. Lo único por lo que da pena jugarlo en inglés, es por dejar escapar los innumerables detalles en los diálogos que se dan durante las luchas o por no entender la jerga ni expresiones cotidianas del idioma.

Conclusión

Sus gráficos son mediocres y su jugabilidad desesperante en ocasiones, sin embargo Drakengard 3 entra en la lista de must check, y comprobar como es. Lo odiarás o lo amarás sobremanera, pero no te dejará indiferente.

Pocos juegos conseguirán que estés sumergido en el drama de alguien que quiere matar a sus hermanas, sin éstas tan siquiera saber porqué, que sientas lástima por los personajes que solo reciben un trato vejatorio, que te asombres con bizarros hombres masoquistas, viejos de 22 años, deseos incestuosos (una constante de la saga, por cierto)… Y a la vez sacarte sin delicadeza ninguna con un momento de lo más ridículo. Pero no hay que relajarse, porque sin darnos cuenta volveremos a caer en los brazos de la seriedad de la trama principal.

I kill my sisters, I take their men

Hasta la vista, babies