ANÁLISIS: Everybody’s Gone to the Rapture

Mucho nos gusto en su día el maravilloso concepto que nos propuso Dear Esther, y por ello esperábamos mucho de lo que su estudio creador The Chinese Room podía dar en su siguiente trabajo. Y la verdad que nos han dado lo que esperábamos, ya que detrás de este Everybody’s Gone to the Rapture, hay un nuevo juego experimental lleno de detalles, de conceptos narrativos, y experiencias emotivas, aunque cercanas a la vez muy diferentes a su anterior juego.

Entendemos que pueda no ser del agrado de todo el mundo nuestra forma de ver este juego, pero si ha de entender esa gente que no miramos lo que pudo ser, si no lo que nos aporta desde unos puntos muy específicos, que los trabaja magistralmente. Así que leed con tranquilidad y con el chip activo de las ganas de tener ante nosotros nuevos concepto que siguen haciendo grande al mundo de los videojuegos.

ANÁLISIS

VERSIÓN DISPONIBLE

PS4

VERSIÓN ANALIZADA

PS4

DESARROLLADOR

THE CHINESE ROOM

DISTRIBUIDOR

SONY

VALORACIÓN

8,5

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Y es que hablar de este juego es hablar de puro amor por la narrativa, por las sensaciones, por esa capacidad de trasmitir e interactuar visual y mentalmente con el jugador. Una forma de narrar especial, que es capaz de demostrar de nuevo como el videojuego está alcanzando unas cotas altísimas en cuanto a la capacidad de contar.

Y es que Everybody’s es justamente esto. Y alardea y nos deja ensimismados, con una intensa historia contada en tercera persona, en un perdido pueblo de las islas Británicas, donde unos confusos sucesos han trastocado esa apacible vida rural que parecía inalterable al paso del tiempo.

Y es que contar más allá de esto, es destrozaros el juego, y en un juego donde todo se basa en la narrativa es verdaderamente confuso analizarlo con apenas contar nada sobre ella, pero es que la forma de llevarlo, ver cómo se va desarrollando, y terminar disfrutando de la conclusión, es una experiencia que nadie se debería de perder, y que sin lugar a duda debería ser mostrada a todos aquellos que continúan hablando de los videojuegos como un sencillo juguete, y no como un arte con una capacidad emotiva sin igual.

En definitiva, este Everybody’s nos propone una de las grandes experiencias narrativas de los últimos años, y un referente a seguir muy de cerca por todos aquellos escritores que se quieran acercar al mundo de los videojuegos.

Es curiosos, como entrando en la parte jugable, nos hemos topado con un producto verdaderamente simple, pero del cual no pedimos más. Y es que este juego deja tan de lado dicho apartado, que si somos sinceros no lo terminamos echando ni de menos que sea mejorable, ya que como iréis viendo cuando os pongáis ante él, no se necesita más que lo que nos da, y de verdad, es muy poco.

Y es que Everybody’s sencillamente nos deja dos posibilidades de interactividad. Por un lado, la posibilidad de caminar y mirar allá donde nos plazca, como cualquier experiencia en primera persona. Y por otro lado, la capacidad de de interactuar con una serie de objetos, todos esenciales para darle más sentido a la narrativa.

Un juego la verdad, que no está hecho para desplegar con el nuestras dotes jugonas, pero es que tampoco intenta hacerlo, ya que se lo toma todo como un mero paseo en primera persona. Disfrutando con ello del entorno, las situaciones y los devenires de su historia.

Pero Everybody’s no es tan solo narrativa, si no que es un juego que vive muchísimo de su parte visual y sonora. Habiendo conseguido crear una autentica obra de arte para nuestros ojos y oídos, aportando con ambas una inmersión total en este mundo que nos presenta.

Dentro de la parte visual, hay que alabar el maravilloso trabajo que se ha realizado con los paisajes, las ciudades, las casas… un global que pese a su desolación es capaz de trasmitir esa sensación de que ha habido vida y que algo sucede. Especialmente hay que destacar el muy buen trabajo que se ha realizado para ello con el tema de los efectos lumínicos, siendo una autentica obra de artes ciertos momentos que ya entenderéis cuando estéis frente a ellos.

Eso sí, como punto a destacar negativamente hay que reseñar algunas bajadas de framerate bastante destacables, especialmente cuando hay momentos de guardado. Pero poco más que enturbien esta preciosa experiencia.

Por otro lado la parte sonora, es sencillamente de quitarse el sobrero ante lo que han sido capaz de hacer. Una ambientación tremenda, con esos silencios perfectamente colocados, eso sonidos de la naturaleza que parecen reales, y una banda sonora, sencillamente brutal. Unos temas orquestados con voces a capela que llegan en los momentos exactos para removernos nuestro pequeño corazón musical gamer.

Por último, no podemos dejar de hablar del maravilloso trabajo de doblaje, en esta ocasión al castellano. Con unas actuaciones potentes y creíbles, que da ese toque de inmersión que es no tener que leer nada en ningún momento y estar tan solo pendiente de todo lo que nos rodea.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

-

En conclusión. Decir que Everybody’s Gone To The Rapture, no es un juego que esté hecho para todos los públicos. Y que seguramente a muchos le resulte una experiencia extraña, confusa y ante todo, poco jugable. Pero si decidimos centrarnos en lo que nos propone, lo cual hace genial, que es su narración y su capacidad de demostrar como el videojuego es capaz de trasmitir sensaciones, nos encontramos ante una delicia solo a la altura de finos paladares que buscan algo que pocos juegos les pueden dar. Un gran juego, una gran experiencia, un gran experi mento, una gran historia, un gran guión… en general un gran referente dentro del mundo de los videojuegos encasillado en otros quehaceres.

-