ANÁLISIS: Grounded

Cariño he encogido a...

Una de las propuestas más interesantes y curiosas dentro de los accesos anticipados que esperaba con ganas era sin dudarlo la nueva experiencia que desde Obsidian nos llevan dejando disfrutar hace una buena temporada. Y donde la evolución dentro de este diminuto mundo ha ido creciendo y tomando forma en una de las experiencias de supervivencia más divertidas y originales que uno se puede encontrar especialmente si quieres disfrutar con amigos.

EL JARDÍN SE NOS HACE GRANDE

La parte narrativa es uno de los puntos menos llamativos del juego en cuestión se evolución. Y es que más allá de ponernos dentro de contexto, borrarnos la memoria, y dejarnos encogidos a tamaño de que nuestro jardín sea una auténtica jungla, la cosa no evoluciona mucho más allá de una curiosa propuesta donde iremos entendiendo como hemos llegado hasta esta situación. Pero ya os digo que no destaca por ello.

Eso sí es una historia adulta, sería y por momentos cruel. Donde el guion cumple bien. Y en la que la intriga y las inquietudes juveniles se saben mezclar bastante bien, especialmente mediante objetos y documentos que se insertan en el mundo.

PEQUEÑA GRAN SUPERVIVENCIA

Entrando en el apartado jugable. Y tras conseguir que todo encaje y funciones a un notorio nivel. Comenzaremos a formar parte de una aventura con cariz de supervivencia. En la que tendremos que tener bastante claro que la interacción con el medio. Nuestras capacidades creativas. Y ciertos detalles combativos va a ser de vital importancia a la hora de seguir adelante con una solución al problema en el que estamos metido.

Como ya os digo, es bastante importante las estructura de recolección,manufactura y mejora que toma el título a la hora de tener que adaptarnos al medio. Por lo que la creación de utensilios, armas y herramientas que nos permitan defendernos o alimentarnos es la base principal y muy bien llevada dentro de la experiencia Grounded. Siendo muy atrayente como se ha implementado un buen y accesible sistema de recetas que el entorno nos motiva a descubrir. Donde un buen trabajo de interfaz, una fácil adquisición de conocimientos, y una evolución constante en dicha línea de aprendizaje, supone una experiencia muy grata y accesible para todo el mundo, aunque la cosa vaya a más.

Todo ello bajo un claro concepto que nos incita a la exploración. Donde un sencillo y ágil combate, que puede que sea lo menos agradecido del juego, contra variados enemigos, no especialmente inteligentes, se irán mezclando con zonas donde la resolución de puzles o momentos de cierta agilidad plataformeras conviven y hacen de la experiencia muy variada. Siendo un juego que nos invita e incita a seguir realizando misiones, y a adentrarnos en lugares de todo tipo, que nos ayudan a continuar potenciando nuestros personajes con nuevos equipos o armas. Todo ello habiéndose conseguido plasmar un mapeado amplio, con una variedad de zonas marcadas por el tipo de vegetación o de animales que las habitan muy bien logradas. Y que nos obliga a saber gestionar los posibles problemas que nos puede acarrear adentrarnos en estas. Siempre siendo muy interesante lo bien que sabe recompensarlos por ello.

Por cierto, y no hace falta decir, que la experiencia se disfruta mucho más con amigos. Siendo realmente divertido el organizar expediciones, ordenar las labores de cada uno, o realizar incursiones más combativas que nos obliguen a coordinarnos.

Está claro que Grounded no es un juego fácil. Que no tiene piedad. Obligándonos a no dar pasos de ciego, a equiparnos lo mejor posible para cada situación, y a ser consciente que aquí la presa somos nosotros. Eso sí, también siendo muy agradecido con nuestra evolución dentro del juego, y de los potenciales que podremos alcanzar en las más de veinte horas que me ha durado la experiencia.