ANÁLISIS: Huntdown

Pura acción retro punkarra

Realmente loco me he quedado cuando me he topado con esta genial propuesta retro indie de pura y dura acción que estos días ha llegado a las tiendas digitales de la mano del desconocido estudio Easy Tigger Games. Consiguiendo llevarme de la mano y de las explosiones a esos años donde el pensar no estaba de moda, ya que con una buena ráfaga de balas pixeladas se concluía cualquier problema videojueguil.

Y justamente es lo que nos proponen con este Huntdown. Una propuesta arcade retro. Llena de enemigos que machacar, armamento que equipar, y un aspecto que os va a enamorar. Y que quiero que tras este análisis no vayáis a dejar pasar, ya que esta divertida apuesta indie lo vale.

NOTA: 8'5

Así que toca empezar a hablaros de lo que nos propone este interesante y muy divertido Huntdown. Y esto no es otra cosa que un juego de acción bidimensional de scroll lateral de corte extremadamente clásico. Y en el que los disparos a todo el que se cruce en nuestro camino se llenan de frenetismo y diversión, hasta llegar el momento en el que nos enfrentamos ante el clásico jefe de zona que nos complica un poco más la existencia.

Eso sí, como estamos en el año que estamos, las mecánicas se han pulido, adaptado y enrevesado a lo que hoy sería dicho concepto. Así que las coberturas y escondites, las plataformas y las esquivas, serán parte esencial del resto de la jugabilidad, y con ello consiguiendo que las posibilidades sean mucho más variadas en nuestro caminar por este violento mundo cyberpunk.

Un mundo creado con mucha inteligencia. Donde este se dividirá en una serie de cuatro grandes fases que, a la misma vez incluyen zonas bien diferenciadas y muy bien diseñadas. En las que al final de cada una de ellas tendremos que enfrentamos a un gran jefazo para poder acceder a la siguiente. Así que una experiencia muy lineal dentro de su desarrollo global. Con una curiosa y simple libertad dentro de los propios escenarios, donde los escondrijos y algún coleccionable nos incitan a investigar un poco más a lo largo de esa veintena de niveles.

Y todo bajo el poderío potencial de un grupo de tres mercenarios; Anna Conda, John Sawyer y Mow Man. Cada uno con cierta arma propia, pero que en poco más se diferencia el uno del otro. Así que el manejo no se diferencia en nada entre unos y otros... cosas que para muchos será criticable, pero que no era lo habitual de la época.

Y es aquí donde entra uno de los puntos que más me ha gustado. El variadísimo armamento, su uso, y sus características. Pudiendo encontrar diferentes armas, que pueden ir desde simple barras de metal, pasando por repetidoras, hasta potentes lanzallamas. Y que más allá de nuestra arma base y un ataque cuerpo a cuerpo que son infinitos, todas van a tener una limitada munición.

Por cierto, tampoco se me puede pasar el subrayar el buen comportamiento que poseen los enemigos, dentro de su simplicidad de mecánicas. Siendo en muchos momentos más complejo acabar con los enemigos comunes, que los mecánicos jefes finales. Y donde la variedad de estos es de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Unos grandes jefes con variadas mecánicas y momentos que cambio de actitud o potencial que me han sorprendido muchísimo por su originalidad y viveza que les dan a los derroteros del combate.

El control del juego es una delicia. Consiguiendo que las mecánicas de movimiento, salto, deslizamiento y esquiva sean realmente precisas. Y en la que los diferentes tipos de disparos, según el armamento, reaccionen y funcionen a la perfección. Solo chocando un poco más que solo podamos disparar en línea recta.

Curiosamente, y más allá de lo que pueda parecer, es un juego que no me ha resultado nada complicado. Especialmente debido al gran numero de puntos de control que posee, que nos deja a pocos metros de nuestra muerte. Por lo que el juego en unas ocho horas podremos terminarlo. Y en el que, si lo jugáis con un amigo en la misma plataforma en el cooperativo que nos propone, la experiencia se vuelve ya una delicia a niveles increíbles.

Por cierto, y antes de pasar a la parte técnica. El juego nos plantea una historia que casi nos vale de contextualización. Y en donde un futuro no muy lejano, en un mundo gobernado por mafiosos y criminales, donde un grupo de cazarrecompensas tiene que encargarse de sanear. Y donde el humor, el gore y la violencia se mezclan entre chascarrillos realmente bajunos.

Entrando en la parte visual. Y como era de esperar dentro del esquema clásico que posee. Nos encontramos ante un juego diseñado en pixel-art. Con un muy buen y particular diseño tanto de personajes como de escenarios. Estos llenos de detalles, explosiones, destrozos, y demás situaciones que hagan que la acción sea pixeladamente impecable.

La parte sonora es otra delicia. Donde no puedo dejar de alabar su buena banda sonora llena de potentes temas que van que ni pintado con el mundo. Y todo acompañado con efectos de disparos, explosiones y destrucción que aumentan la intensidad del título. Y donde todo se acompaña de un buen doblaje al inglés, y unos agradecidos textos a nuestro idioma.

Para concluir. Os tengo que animar a que disfrutéis más pronto que tarde de la experiencia realmente divertida que se nos propone con este Huntdown. La verdad que se necesitan juego de esta tipología más de lo que parece.

Y es que tener una experiencia delante nuestra que nos valga para desahogarnos del estrés del día a día. Sin demasiados miramientos y conceptos complejo. Solo diversión lateral, entre balas y explosiones de toda la vida. Que se consume rápido, te llena de buenas y violentas sensaciones y, ante todo, consigue que añores años donde la sencillez te aportaba mucho más que un concepto enrevesado lleno de mecánicas complejas. Y es que cada vez los estudios se olvidan más de la diversión, pero os aseguro que este no es el ejemplo de ello, ya que Huntdown le emana por cada poro pixelado que posee.

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS Código digital proporcionado por Easy Trigger Games