ANÁLISIS: Iconoclasts

Esta vez hemos tenido el placer de jugar a Iconoclasts, un juego que tras un gran esfuerzo y perseverancia durante 7 años, ha sido diseñado y desarrollado completamente por Joakim Sandberg. Claramente tras este tiempo estará deseando de saber si todo su trabajo ha merecido la pena, y la verdad es que sí. Se trata de un juego de aventuras, plataformas y exploración en 2D, a la antigua usanza, más popularmente conocido como metroidvania.

ANÁLISIS

VERSIÓN DISPONIBLE

PS4 – PC

VERSIÓN ANALIZADA

PC

DESARROLLADOR

JOAKIM SANDBERG

DISTRIBUIDOR

BIFROSTENT

VALORACIÓN

8’7

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

La historia nos sitúa en un mundo completamente antiutópico, regido por la dictadura de una secta conocida como Sociedad Única, quienes controlan hasta el más mínimo movimiento de todos y cada uno de los habitantes, imponiéndoles unas restricciones fuera de lo normal. A cada habitante se le asigna un puesto de trabajo que deben cumplir a rajatabla, con la prohibición explícita de realizar cualquier trabajo manual fuera del ámbito profesional. Aquellos que osan incumplir alguna regla de la Sociedad, son condenados a la llamada Penitencia, un castigo sentenciado por los mismos dioses.

En este mundo tan restrictivo vive Alondra, una adolescente de 17 años con un don para la mecánica, quien heredó la llave inglesa de su padre, y que se dedica a reparar en secreto las casas de los ciudadanos para hacerles la vida un poco más llevadera. Por supuesto, estos actos transgreden completamente la ley de la Sociedad, y no tardará en meterse en problemas.

En este apartado, Iconoclasts sorprende muy positivamente por varias razones. La primera, es que ha conseguido crear una historia lo suficientemente sólida como para sumergirte en ella y querer continuar por ver qué ocurre. Además, tiene un balance perfecto en la cantidad de diálogos y en el tono de los mismos. Muchos de ellos tienen un tono burlón sin caer en las bobadas, lo que hace que se disfruten todos y cada uno de ellos.

Algo también muy peculiar de los mismos, es el juego que realizan con el tamaño y el movimiento de las letras. El hecho de que cuando un personaje esté enfadado o gritando, aparezcan las letras en un tamaño mucho más grande de lo normal y con un pequeño balanceo, hace que te imagines con mucha más claridad y empatía los sentimientos del personaje.

Por último, a pesar de presentar a los personajes de manera muy breve y con apariciones prácticamente “de sopetón”, todos tienen personalidades tan peculiares que hacen que te encariñes un poco de cada uno de ellos.

En cuanto al apartado jugable, nos encontramos con unos controles  sencillos e intuitivos, algo que por un lado es positivo ya que además tienen una respuesta rápida, aunque por otro tampoco nos ofrece nada nuevo y a lo que no estemos ya acostumbrados en los metroidvania.

Todo el mapeado del juego está compuesto a base de plataformas, puzles, y enemigos a los que disparar. Las proporciones del mapa están muy bien balanceadas, ni muy pequeños ni excesivamente grandes, en todos los niveles tendremos que dar unas cuantas vueltas hasta dar con los caminos correctos, sin caer en el mareo y la desgana de recorrer el mismo mapa cientos de veces porque no sabemos por dónde avanzar. Asimismo, los puzles resultan sencillos a simple vista, pero en más de una ocasión nos quedaremos atascados intentando resolver alguno.

Las mecánicas de los enemigos que nos iremos encontrando son bastante simplonas, por lo que en ocasiones la dificultad también se hace relativamente fácil, de manera que recomiendo a todos aquellos que disfrutan de algo más que un paseo, que comiencen el juego en difícil.

Sin embargo las mecánicas de los jefes van un poco más allá, haciéndolas mucho más divertidas y frenéticas, en muchas ocasiones teniendo que interactuar de alguna manera con el entorno.

Es conveniente explorar a lo largo y ancho del mundo ya que iremos encontrando cofres, algunos de ellos bastante ocultos, en los que encontraremos piezas que nos servirán para potenciar nuestras habilidades básicas de forma pasiva, como la capacidad de hacer más daño con la llave inglesa o respirar más tiempo bajo el agua. Pero cuidado, estas mejoras las iremos perdiendo de forma temporal cuando seamos golpeados, y solo las podremos recuperar eliminando enemigos.

Acerca del apartado visual, hay que destacar que la estética retro le sienta muy bien y ha sabido crear no sólo unos escenarios acordes al contexto del juego, sino también unos personajes que encajan a la perfección con sus personalidades y con unos diseños muy acertados a pesar de las limitaciones que ofrece dicha estética.

Del apartado sonoro decir que combina en perfecta armonía con el aspecto visual, tanto en la banda sonora como en los efectos. Algo a recalcar muy positivamente, son los efectos sonoros de las explosiones. Además de ser reconfortantes, aquellos jugadores que disfrutaron del “boom” de las máquinas recreativas, sentirán una grandísima nostalgia al escucharlas.

A nivel técnico, el juego está perfectamente optimizado, funciona a 60 FPS sin ningún tipo de problema y con unos tiempos de carga muy cortos. Además, el juego está traducido completamente al español.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

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En conclusión, Iconoclasts es un juego que ha traído una buena recompensa tras el esfuerzo de su creador Joakim Sandberg, ya que mantiene un balance perfecto en todos y cada uno de sus aspectos. La historia es acertada, los personajes peculiares, la acción frenética, la exploración disfrutable, y los puzles correctos. En definitiva, constituye un título capaz de competir con otros sin ninguna dificultad, y que todos los fans del género disfrutarán sin duda alguna.

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