[Análisis] Juego de Tronos 3×01: ‘Valar Dohaeris’

Llevábamos casi un año esperando y por fin ha regresado: ¡la tercera temporada de Juego de tronos ya está aquí! Como ya sabemos, esta temporada adapta los eventos acontecidos aproximadamente en la primera mitad de la novela de George R.R. Martin ‘Tormenta de Espadas‘, tercera entrega de la saga Canción de Hielo y Fuego.

Millones de personas en todo el mundo aguardaban con ansia el regreso de la exitosa serie de HBO, y nosotros, por supuesto, también. ¿Cómo ha sido este regreso? Pues, como suelen ser los inicios de temporada en Juego de tronos, relativamente calmados pero preparando el terreno para lo que viene. ‘Valar Dohaeris’ (llamado así simplemente en respuesta a que el último de la segunda se llamaba ‘Valar Morghulis’) ha sido un capítulo de calentamiento, en el que hemos recorrido las principales localizaciones de la serie y colocado a la mayoría de protagonistas en posición de cara a la temporada, esbozando ya algunas de sus principales preocupaciones y motivaciones.

Había ganas incluso de volver a ver la cabecera, que ha incorporado dos novedades principales: la ciudad de Astapor, al otro lado del Mar Angosto, y una Invernalia devastada, de la que aún sale humo. Y es que no ha tenido tiempo ni de apagarse el fuego en Poniente porque la mayoría de tramas arrancan inmediatamente después de donde terminaron la temporada anterior, sin que haya pasado ni un día. Así que, sin dejar pasar nosotros más tiempo tampoco, empecemos el repaso a lo que ha sido este ‘Valar Dohaeris’.

MÁS ALLÁ DEL MURO

Dos tramas principales habíamos dejado en el aire al otro lado del Muro al terminar la temporada: la de Sam y la de Jon. Sam, que terminó la temporada en medio de un ataque de los Otros, se defiende como puede de ellos, consiguiendo escapar gracias a Fantasma (¿soy la única a la que ha sorprendido ver ahí al huargo?) y a sus compañeros de la Guardia, para acabar siendo reprendido por el Lord Comandante Mormont por no haber enviado los cuervos pidiendo auxilio. Esto sólo deja una opción a los Hermanos Juramentados: regresar al Muro evitando ser asesinados por los Salvajes y los Caminantes Blancos. Cosa que no parece en absoluto tarea fácil.

Entre los puntos positivos destaca el gran aprovechamiento de Islandia como ubicación, ya que, al ser un escenario natural, aporta gran realismo a las escenas.

En la trama de Jon se han producido importantes novedades. Como ya se anunció al final de la segunda temporada, Nieve se dirigía junto a la burlona Ygritte y el Señor de los Huesos (Casaca de Matraca, que me hace mucha gracia el apodo) a conocer al líder del Pueblo Libre: el mítico Mance Rayder, un miembro de la Guardia de la Noche que decidió cambiar de capa y pasarse al otro bando. Jon confunde a Mance con el impresionante líder Tormund Matagigantes, pero al final consigue exponer su supuesto propósito: ha asesinado a su compañero Qhorin Mediamano para demostrar que quiere unirse al Pueblo Libre. Aunque al principio no está muy convencido, Mance acaba depositando su confianza en él, al menos de momento.

En cuanto a estos dos nuevos fichajes principales, me ha convencido más Tormund que Mance. Tormund tiene tanto el físico como el carácter que esperaba de él: un hombre que impone y aterroriza, pero que al mismo tiempo puede romper en carcajadas al minuto siguiente. En el caso de Mance, sin embargo, no lo tengo tan claro aún. Se supone que, desde el primer encuentro, Jon debe quedar fascinado por la personalidad del líder de los Salvajes y, de momento, parece faltarle un punto de ese carácter y el halo de sabiduría (a pesar de que Ciarán Hinds es un actor magnífico, como ha demostrado en series como Roma). Les daremos tiempo de todas formas para ir desarrollando a un personaje que va a ser capital en la trama de Jon Nieve.

Aunque el presupuesto de la serie no es ilimitado, han conseguido sacar a un primer gigante, con el que Jon se queda muy impresionado. Esperemos que no sea lo único que le sorprenda.

ROCADRAGÓN

Desconocíamos qué había sido del Caballero de la Cebolla Davos Seaworth tras la batalla del Aguasnegras, cuando la flota del rey Stannis Baratheon, liderada por él, había sido destruida por la estrategia de Tyrion Lannister y la unión de los ejércitos Lannister y Tyrell. Al inicio de esta segunda temporada nos lo encontramos en una roca perdida en medio del mar, en un estado lamentable. De allí es rescatado por un barco que, por suerte para él, está capitaneado por su amigo, el pirata Salladhor Saan.

Tras llorar Davos la pérdida de su hijo en la batalla, Saan le pone al día sobre el estado de las cosas en Rocadragón: Stannis se ha recluido y sólo recibe a la sacerdotisa roja Melisandre, que se dedica a ofrecer hombres vivos a las llamas del Señor de la Luz. Davos vuelve para intentar solucionar la situación, pero el rey hace oídos sordos a sus peticiones, y Melisandre atribuye la derrota en la batalla a su propia ausencia, motivada por Davos. Al enfrentarse a la sacerdotisa, el caballero es enviado a una celda por orden de Stannis. Davos no lo va a tener fácil si pretende librar a su rey de la influencia de la Mujer Roja.

HARRENHAL

El ejército Stark, liderado por el Rey en el Norte, Robb Stark; y los caballeros Roose Bolton y Rickard Karstark, llega a Harrenhal, castillo que encuentran abandonado pero no vacío, sino lleno de cadáveres de su bando. Esta masacre impresiona a Catelyn, Robb y la nueva esposa de éste, Talisa, pero no hace que se arregle la relación entre madre e hijo. La situación en el ejército es tensa desde la liberación de Jaime Lannister por parte de Catelyn Stark, por lo que ésta sigue siendo tratada por su hijo como poco más que una prisionera. El hecho de que Catelyn no apoyara el matrimonio de Robb con Talisa por tener él un compromiso previo con la casa Frey, no hace que mejoren las cosas.

DESEMBARCO DEL REY

Como ocurre en muchos capítulos de Juego de tronos, el verdadero meollo de la trama se desarrolla en la Corte, con varios personajes avanzando en sus posiciones. En primer lugar Tyrion, desposeído de su cargo de Mano del Rey con la llegada de su padre y casi asesinado por orden de su hermana, de lo cual le ha quedado una bonita cicatriz (me ha encantado el momento en el que Cersei le comenta “Decían que habías perdido la nariz, pero no te han dejado tan mal” como guiño a los fans que se han quejado porque el personaje no ha quedado tan desfigurado como en el libro), intenta a duras penas recuperar su poder. Tras un breve encuentro con su hermana (me gustan mucho estos dos personajes juntos) en el que ésta intenta convencerle veladamente de que no diga a su padre nada perjudicial sobre ella o Joffrey, Tyrion se reúne con su aliado Bronn, que le advierte, en resumidas cuentas, de que no dé por sentada su lealtad si no está dispuesto a pagar su precio.

Tyrion se dirige entonces a hablar con su padre, el inflexible Tywin Lannister, que ejerce ya como Mano del Rey. Tras pedirle crédito por su importante contribución a la victoria en el Aguasnegras, algo que consigue mínimamente, pasa a exponerle su verdadero deseo: ser reconocido como el heredero de Roca Casterly, dado que su hermano Jaime renunció a sus derechos al pasar a formar parte de la Guardia Real. Su padre le responde, en esencia, que se puede congelar el Infierno antes de que permita que alguien como él herede La Roca.

La relación entre Tyrion y Tywin Lannister siempre me ha parecido de las más interesantes de Canción de Hielo y Fuego. Puede que Tyrion odie a su padre, pero se pasa la vida buscando su aprobación. Sin embargo, debido a su aspecto físico y a que su madre murió al darle a luz, nunca consigue más que un doloroso desprecio.

En otro orden de cosas, empezamos a ver que la actitud de Margaery como futura esposa de Joffrey y reina de Poniente dista mucho de la de Sansa. La joven Tyrell parece estar intentando ganarse aquello de los que los Lannister más carecen: el amor del pueblo. En esta línea visita a un orfanato para preocuparse por los niños a los que la guerra ha dejado huérfanos, prometiendo ocuparse personalmente de sus necesidades. En la serie, Margaery es probablemente el personaje que más desarrollo está teniendo con respecto a los libros, y a mí me parece estupendo, ya que en Canción de Hielo y Fuego es alguien de quien sabemos poco y resulta muy interesante comprobar cómo va intentando, haciendo todo lo que sea necesario, convertirse en una líder fuerte y poderosa.

Además, del carácter de la futura reina se derivan dos consecuencias muy interesantes que ya empiezan a perfilarse: Joffrey no va a poder tratarla con la crueldad extrema con la que trataba a Sansa ni manejarla a su antojo, y Cersei va a ver cómo otra mujer intenta hacerle sombra. Conociendo a los dos Lannister, esto no va a quedar sin consecuencia, y más cuando entre en el juego un nuevo pivote: Lady Olenna Tyrell, la Reina de las Espinas, abuela de Margaery, que llegará dispuesta a poner patas arriba el juego de la Corte.

Por último, Petyr vuelve a ofrecer a Sansa una salida de su situación en Desembarco del Rey, pero la joven Stark ha aprendido a golpes que no puede fiarse de nadie, y menos de él. Sin embargo, la mención a su madre y su hermana Arya provoca que las dudas surjan dentro de ella. Desde la ruptura de su compromiso con Joffrey, la posición de Sansa en la Corte es incierta. Resulta interesante la conversación entre las ex prostitutas Shae y Ros, ya que en ninguno de los dos casos sabemos con certeza dónde están sus lealdades. Si es que lo sabemos de algún personaje de Juego de tronos.

ASTAPOR

La última localización que repasamos está más allá del mar Angosto. Allí, los dragones de Daenerys crecen a un gran ritmo, pero no lo suficiente como para llevarla volando hasta Poniente, por lo que sigue necesitando conseguir poder. Para ello visita la ciudad de Astapor, famosa porque en ella se entrena a los esclavos más eficientes del mundo: los Inmaculados, que son leales hasta la muerte, no sienten dolor, son incorruptibles… Sin embargo, la joven khaleesi se horroriza ante las técnicas que se emplean para entrenarlos y está en contra de la esclavitud. Pero puede que los Inmaculados sean su única salida, y no tiene mucho tiempo para decidirse.

El capítulo se cierra con un encuentro inesperado. Cuando Daenerys sufre un intento de asesinato, es salvada por la última persona que esperaríamos encontrar en aquellas tierras: Ser Barristan Selmy, el legendario caballero expulsado por Joffrey de la Guardia Real ha decidido ponerse al servicio de Daenerys, hija del rey anterior al que sirvió, y a la que considera la legítima heredera de Poniente. Y si lo dice Ser Barristan, no seremos nosotros quienes le contradigamos.

En los libros la identidad de Ser Barristan se oculta durante mucho tiempo, en el que se hace pasar por el anciano Arstan Barbablanca, pero en la serie, al verle el rostro, resultaba imposible disimularlo, por lo que han optado por utilizar su aparición como el giro final del primer capítulo, una opción bastante efectiva.

En conclusión, un buen capítulo para abrir boca pero que deja con ganas de mucho más: faltan por reaparecer Arya, Jaime, Brienne, Bran… Esta tardanza probablemente se deba a que quieran escalonar la introducción de nuevos fichajes (Beric, los Reed, lady Olenna…). Es una buena decisión porque así la gente no se confunde con tanta cara nueva, y los que ya los estamos esperando no perdemos toda la emoción en un mismo capítulo. Así que ya queremos tener el próximo capítulo, con más fantasía aún, porque, como bien dice Sansa, “la verdad siempre es terrible o aburrida”.

Esta noche es el preestreno de la tercera temporada de Juego de tronos, organizado por Canal+, al que acudirán varios miembros de Frikarte. Y el 9 de abril, en apenas una semana, se estrena la temporada en este canal, donde se podrá disfrutar tanto doblada como en versión original subtitulada.