Desde hace bastante tiempo, todo aquello que lleva la firma de Suda51 genera una gran expectación, bien sea porque se consideran títulos de calidad o bien porque sabemos que siempre nos trae algo nuevo, diferente a lo que hemos visto. En este análisis vamos a hablaros de Killer is Dead, el reciente lanzamiento para las consolas Xbox 360 y PS3 que ha tenido lugar y que lleva la firma de Suda51.
Algunos de los títulos que nos han llegado por parte de Goichi Suda son Lollipop Chainsaw, No More Heroes o Shadows of the Damned entre otros. Estos quizá sean los más conocidos o recientes del creador y entre ellos sólo tienen un componente común, que son extremadamente bizarros. Pero Killer is Dead se lleva la palma, en muchas ocasiones mientras estaba delante de la pantalla, me he preguntado qué pasaría por sus cabezas al desarrollar semejante juego. Es un juego bastante curioso y no está dirigido para el público en general, como podréis comprobar nada más comencéis la primera misión.
La historia en Killer is Dead es algo difusa y la sensación de “qué está pasando aquí” o de no haber una conexión entre todo lo que ocurre, viene dada en gran parte por la estructura del juego, el cual está dividido en misiones. Nos pondremos en la piel de un ejecutor llamado Mondo, que se encarga de poner orden acabando con aquellos malhechores que le encargan bajo contrato, digamos que es como un mercenario. Éste ha perdido la memoria y no tiene muy claro qué sucedió antes de que perdiera el brazo, el cual le ha sido reemplazado por uno mecánico que hace las veces de arma de larga distancia. En cada misión tendremos que ejecutar a uno de los jefes finales y poco a poco la historia cobrará sentido, aunque en verdad sólo parece haber un nexo común entre los primeros minutos de juego y los últimos. Como colofón tendremos las puertas más que abiertas a una secuela, aunque se augura un más de lo mismo si sigue por el camino que ha trazado Killer is Dead.
Ejecuta y no preguntes
En cuanto a la jugabilidad, estamos ante un videojuego que entra dentro del género hack and slash de arriba a abajo. No hay grandes novedades en este apartado, no trae apenas nada nuevo, es más, queda algo por debajo de otros juegos del género como puede ser la última entrega de Devil May Cry: DMC. El camino a seguir será una gran línea recta que deja un hueco minúsculo para la exploración, la cual se basará fundamentalmente en desbloquear misiones secundarias encontrando una bella enfermera y hablando con ella.
El movimiento del personaje también queda algo reducido, se echan en falta ataques aéreos, saltos imposibles y una movilidad algo más fluida. No vamos a engañaros, los combates serán una constante y una explosión de efectos visuales que nos dejarán babeando el suelo, pero lo que podemos hacer con ellos es muy limitado. Mondo dispone de dos armas: la katana y su brazo mecánico con el que puede disparar como si fuera un arma de fuego. Se pueden hacer combos bastante poderosos y movimientos rápidos, además de esquivar con gracia los ataques enemigos. Si sorteamos un ataque en el momento preciso, podremos ejecutar un ataque múltiple a golpe de botón, el único que utilizaremos para ejecutar todos los movimientos con katana, junto con el stick direccional izquierdo.
El arma de fuego no lanza balas, sino sangre que iremos perdiendo según el medidor que tendremos en la parte superior izquierda de la pantalla, junto al medidor de salud del personaje. Ésta podrá volver a regenerarse poco a poco mientras liquidemos enemigos con ataques cuerpo a cuerpo. Además de disparar, si disponemos de cantidad suficiente podremos realizar ataques poderosos para liquidar al enemigo de un golpe. Este ataque nos será útil también para rematar enemigos finales una vez que estén debilitados.
Según acabemos con enemigos conseguiremos puntos de experiencia que podrán canjearse por mejoras, consiguiendo nuevos movimientos o potenciando armas. No esperéis un gran árbol de habilidades, es bastante discreto, pero en realidad el juego en si no requiere más. Se echa en falta el poder utilizar otro tipo de armas y más movimientos, sin tener que recurrir a combinaciones de botones imposibles. Tal y como se presenta resulta un machaca botón y es correcto utilizar el singular.
Los enemigos no tienen una IA especialmente buena, es más, algunas veces se quedarán atascados entre elementos del mapeado mientras intentan desesperadamente alcanzarnos corriendo sin ningún éxito. Atacan y se defienden cada uno a su estilo (la variedad tampoco es el punto fuerte en este aspecto) con cierta gracia y algunos son verdaderamente duros de roer, pero no es muy realista, por ejemplo, que le estemos atacando por la espalda donde no tiene protección y se gire al rato de haber dado unas buena tanda de estocadas sin realizar movimiento alguno.
En la variedad está el gusto
Cada misión puede realizarse con diferentes modos de dificultad, pero en general la curva en el juego está bastante bien conseguida. Algunos enemigos nos harán sudar la gota gorda y otros los exterminaremos con los ojos cerrados. Vendrán en oleadas con estilos variados, añadiendo en ocasiones francotiradores a los que deberemos disparar en la cabeza si no queremos perder el tiempo. En caso de que nos liquiden en medio de la misión, podremos resucitarnos gracias a nuestra compañera de fatigas, la cual aparecerá para darnos unos “golpecitos” en el pecho y a volver a funcionar. Este “objeto” podrá conseguirse en la tienda de regalos, mientras estemos en la oficina, el lugar donde centralizamos nuestras operaciones.
En la tienda podremos utilizar el dinero ganado por completar misiones, cuanto mejor hagamos la misión más dinero adquiriremos. Hay ciertos objetos que podremos comprar que son regalos para nuestras misiones Gigoló, uno de los diferentes tipos de misiones secundarias que podemos desbloquear en el juego.
En estas misiones tendremos que realizar movimientos para atraer a la fémina en cuestión mientras subimos el medidor, además de darle regalos para que caiga rendida a nuestros pies. Esta es una de las cosas más entretenidas y novedosas que trae el juego, aunque tampoco tiene mucha miga. Por otro lado, habrá misiones secundarias de “arena” en las que tendremos que liquidar enemigos con ciertas condiciones a cumplir. También encontraremos misiones para disparar oleadas de enemigos, acabar con ellos montados en una moto, a contrarreloj, etc. Hay una gran variedad de misiones a cual más alocada y divertida, que hace del juego algo más arcade y aumenta de manera considerable su rejugabilidad.
Y hasta aquí se puede leer en cuanto a este apartado, comentar que la historia principal (12 misiones) y hacer algunas cuantas misiones secundarias me ha costado unas 8-9 horas de juego, por lo que completarlas todas con las máximas puntuaciones y en los diferentes modos puede llevarnos a unas 15-20 horas de juego aproximadamente dependiendo de nuestra destreza al mando.
La otra cara de la alta definición
El apartado gráfico sin duda alguna es el más destacable en Killer is Dead, toda una maravilla visual y verdaderamente original se muestra ante nosotros desde el minuto 1 del juego. El estilo que se ha elegido ofrece unos increíbles efectos de luces y sombras que darán vida a todo lo que aparece en el escenario. No hay elementos con los que interactuar, salvo destrozar cajas o jarrones dentro de los escenarios. La ambientación es algo caótica en general y los mapeados que veremos van más allá de lo absurdo, acompañando la esencia del juego desde el principio. El realismo en los diseños en esta ocasión brilla por su ausencia, dejando paso al cel-shaded en alta definición que ha modelado unos personajes llenos de detalles y con esencia propia. Todo para acabar disfrutando de una explosión de luces y sombras que no dejan indiferente a nadie.
Por último, hablando del apartado sonoro del juego, hemos de decir que derrocha tanta calidad como el anterior apartado. Acompaña a la perfección todo momento que vivamos, ya sea una batalla “tranquila” o un enemigo final, donde las melodías se vuelven mucho más frenéticas. Hay varios estilos que nos acompañan a lo largo del juego, pero podríamos destacar el heavy metal y la música electrónica como los predominantes. El doblaje de Killer is Dead es en inglés, con una caracterización esplendida de todos y cada uno de los personajes que veremos por pantalla, y para enterarnos de lo que ocurre (o intentarlo) tendremos subtítulos en castellano.
Conclusión Killer is Dead
Suda51 ha vuelto a taernos algo diferente, pero no llega a estar a la altura de otras obras que nos han divertido hasta límites insospechados o que nos han mantenido pegados al mando hasta ver los créditos. A Killer is Dead le falta organización, un hilo conductor que nos desarrolle una historia completa, no una sucesión de acontecimientos que parezcan cogidos con pinzas y echados a un cubo para que encajen solos. También le faltan novedades en el aspecto de la jugabilidad, la cual por otro lado luce bastante bien, entretiene y se ejecuta de manera correcta. Todas estas carencias parecen tener algo menos de importancia cuando disfrutamos de una obra de arte en cuanto a calidad gráfica y nos deleita los oídos con una buena música y doblaje.
En definitiva Killer is Dead es un buen juego para pasar el rato, una buena opción para un modo de juego casual que permite disfrutar de las diferentes misiones y su rejugabilidad, pero no llena lo suficiente como para justificar su compra de lanzamiento, pero sí en un futuro para tener en nuestra colección.
Valoración
Título: Killer is Dead Distribuidor: Kochmedia Nota: 8/10Galería de Imágenes Killer is Dead
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