Análisis: Killing Floor 2

Siete años han pasado desde el lanzamiento de Killing Floor, aunque esta primera versión sólo llegó en PC de forma muy modesta, rápido demostró que era capaz de dar cantidad de horas de diversión que otorgaría empuñar tu arma para hacer frente a un brote que ha transformado a toda la humanidad en unos seres sanguinarios, o cómo se les conoce en la saga como Zeds. Ahora, en 2016, Killing Floor 2 aterriza no sólo en PC sino también en Playstation 4 para continuar donde lo dejó la primera parte.

A continuación, después de probar la versión de Killing Floor 2 en una Playstation 4 normal, estamos preparados en LivingPlaystation para mostraros nuestro análisis e impresiones después de jugar al título y exprimir la experiencia jugable. De igual manera, si eres de los que prefiere ver cómo se mueve el título, también tenemos a vuestra disposición nuestro videoanálisis.

Supervivencia llevada al límite con a un apartado jugable expandido

En Killing Floor 2 nos encontramos una vez más en el continente europeo, donde el brote causado por el experimento fallido de Horzine Biotech de la primera entrega se ha extendido de forma rápida e imparable hasta haber paralizado prácticamente a la Unión Europea. Sólo ha transcurrido un mes desde que concluyeron los acontecimientos de la primera parte y los clones de los especímenes ya están por todas partes. La humanidad está sumida en el caos, las comunicaciones no funcionan, los gobiernos han caído y los ejércitos han sido aniquilados sistemáticamente. Los habitantes de Europa saben demasiado bien lo que es luchar por la supervivencia y los que han conseguido mantenerse con vida han buscado la forma de ocultarse. Por fortuna, no todos se han rendido. Un grupo de civiles y mercenarios se han organizado para combatir el brote y han construido bases de operaciones por todo el continente europeo. Tras detectar los focos de propagación de los especímenes, nuestro papel como jugadores será penetrar en las zonas infectadas de Zeds para exterminarlos a todos.

En esta ocasión, en Killing Floor 2 contaremos con nuevas clases añadidas a las conocidas en la precuela, las cuales podremos elegir según cuál sea nuestro estilo de juego. A las clases como el Berserker, destinada al uso de armas cuerpo a cuerpo, el Comando con el uso de rifles de asalto, el Pirómano con su arma lanzallamas y cócteles molotov, y el Médico para ayudar a todos a sobrevivir a las profundas heridas causadas en las refriegas; se les unen nuevas clases como el SWAT, el Tirador, el experto en Demolición, el Pistolero, el Apoyo y el Superviviente. Lo que hace un total de 10 clases totalmente diferentes unas de otras, las cuales además podemos jugar para subir niveles de su especialización y así acceder a mejoras que nos harán la vida más fácil a medida que desbloqueamos los talentos que podemos elegir para crear configuraciones muy versátiles, podremos elegir un nuevo talento cada cinco niveles de la especialización, además este sistema de progresión no se basa en matar y matar zeds sin parar, aunque esta es la finalidad del juego, cada clase adquirirá puntos de experiencia realizando tareas específicas para su clase, como por ejemplo, en el caso del tirador, sólo subiremos niveles su realizamos disparos con rifles y recibimos más experiencia todavía si estos disparos son a la cabeza. Esto a simple vista nos da la impresión de que el trabajo realizado por Tripwire ha sido verdaderamente exhaustivo para lograr un juego equilibrado.

Respecto a cómo podemos afrontar la jugabilidad de Killing Floor 2, podemos hacerlo tanto en modo para un jugador (offline) como en cooperativo con otros 6 jugadores, donde podremos jugar rondas de supervivencia de 4 oleadas, de 7 o de 10, dependiendo de la cantidad de tiempo que tengamos disponible para desmembrar Zeds, en hasta cuatro modos de dificultad: Normal, Difícil, Suicida o Infernal, y hemos de decir que hasta la dificultad más baja supone un verdadero reto. Cuando realizamos algunos movimientos notables además la cámara pasar a Slow Motion donde podremos realizar acciones con mayor precisión y más margen de reacción. Después de cada oleada tendremos un pequeño periodo de descanso donde además podremos reabastecernos, curarnos y comprar nuevas armas para la clase que llevemos, con un buen sistema de equilibrio ya que no podremos ir armados hasta los dientes, tendremos que elegir bien porque cada personaje tiene un límite de peso que puede llevar, y cada arma tiene su propio valor de peso para que creemos la configuración que dentro de cada clase se amolde a nuestro estilo de juego.

También podemos jugar al título en un modo competitivo con lobbys de hasta 12 jugadores, en las que dos equipos, Zeds y Humanos, se enfrentarán entre sí para asegurar su supervivencia en partidas de 4 rondas donde los roles se irán intercambiando cada ronda, la única diferencia entre encarnar un Zed o un Humano es que cada criatura de los primeros mencionados tiene sus propias habilidades y la perspectiva de juego de estos es en tercera persona, algo que aunque resulta novedoso pero no resulta de lo más cómodo a la hora de jugar . Después de varias sesiones de juego, podemos decir que el modo cooperativo y competitivo no podían ser más divertidos, sobre todo si además tienes la opción de jugarlo con amigos.

En cuanto a los enemigos, tenemos los típicos Husks, Scrakes, o las temibles Sirens que tanto estorban cuando están cerca con sus gritos. Por suerte, contamos con dos nuevos enemigos como los Hans o los Slashers, así como los dos jefes finales de cada nivel de supervivencia, el Doctor Hans Volter y El Patriarca. Cada enemigo tiene su propio patrón de comportamiento y la combinación de todos ellos en las oleadas crearán momentos frenéticos y divertidos, todo ello aún mejor gracias a la renovada inteligencia artificial de los enemigos.

Una vez mencionado todo esto, las conclusiones sobre la jugabilidad de Killing Floor 2 son realmente buenas y muy satisfactorias, aunque sí es cierto que después de varias partidas estas se hacen repetitivas y comenzamos a notar la escasez de variedad de enemigos, así como de los jefes finales, los cuales una vez aprendido el patrón de comportamiento de los mismos la única dificultad que encontraremos será que los compañeros que nos toquen sepan qué hacer para no dejarnos vendidos.

Respecto al modo offline para un jugador, este se queda muy corto en comparación con todas las posibilidades que tenemos en el modo online. Algo sí a destacar es que con el rico ambiente que se ha creado, daría perfectamente para crear un modo historia o campaña que además ayude a desarrollar narrativamente el título.

Apartado Técnico

Aunque visualmente, y gracias a Unreal Engine, Killing Floor 2 luce fantástico, en Playstation 4 normal, donde hemos realizado este análisis, no alcanza en ningún momento los 60 frames por segundo, manteniéndose de forma normal en las partidas sobre los 48-50, pero bajando y llegando a los 30 en los momentos en los que hay tal cantidad de enemigos en pantalla que apenas caben, aun así, la experiencia jugable no se ve afectada. Encontramos una gran variedad de detalles gracias a los efectos de iluminación, tanto los del entorno como los de nuestra propia linterna, incluso creando verdaderos momentos de tensión al tener tan cerca algunos de los modelos de enemigos delante de nuestra vista debido al gran sistema de modelado de texturas y también a los magníficos efectos de partículas, donde vemos cada gota de sangre salpicar ya sea nuestra cámara o el decorado.

Respecto al apartado de sonido, Killing Floor 2 llega totalmente doblado al castellano, donde en muchas ocasiones vamos a notar la personalidad de cada personaje gracias a las frases de cada uno, dotando a esta experiencia de esa pizca macarra y de humor que lo hacen muy interesante. Los efectos de sonido tanto de las armas cuerpo a cuerpo como de las armas de fuego son realmente buenos, aunque sin destacar, hacen que un arma de gran calibre suene como debe sonar y se diferencia claramente de una pistola de mano. Por otro lado, la banda sonora destaca de igual manera en todo el título, acompañando todas las partidas de supervivencia con una música de estilo heavy que nos acompañará en todo momento y que no incomoda para nada, sino que complementa perfectamente a la ambientación del título.

Conclusiones

Finalmente, si tuviéramos que resumir el título en tres palabras, estas serían Sangre, Monstruos y Heavy. En Killing Floor 2 nos encontramos ante un buen y divertido título fiel a la esencia del primero, que lejos de arriesgar ofreciendo novedades, amplía la experiencia del mismo con más enemigos y más clases para crear diferentes tipos de partidas, con una estética muy oscura que ayuda a la perfección a generar esa situación de estar sobreviviendo a una invasión Zed de verdad poniendo a nuestra disposición un nutrido catálogo de armas que mejora la experiencia de la primera entrega. Un título que gráficamente luce excelente, aunque no llega a los 60 fps, y que viene totalmente doblado al castellano. Sin embargo, aunque después de varias partidas resulta muy repetitivo, hará las delicias de ti y de tus amigos ofreciendo verdaderos retos a dificultades más altas en el modo PvE, ya que la ausencia de un modo campaña para un sólo jugador es la única materia pendiente del título.

Siete años han pasado desde el lanzamiento de Killing Floor, aunque esta primera versión sólo llegó en PC de forma muy modesta, rápido demostró que era capaz de dar cantidad de horas de diversión que otorgaría empuñar tu arma para hacer frente a un brote que ha transformado a toda la humanidad en unos seres sanguinarios, o cómo se les conoce en la saga como Zeds. Ahora, en 2016, Killing Floor 2 aterriza no sólo en PC sino también en Playstation 4 para continuar donde lo dejó la primera parte. A continuación, después de probar la versión de Killing Floor 2 en una… Análisis: Killing Floor 2 Análisis: Killing Floor 2 2016-12-02 Jesús "AbAdDeJoTa" Abad Madrazo

Jugabilidad - 70%

Gráficos - 80%

Sonido - 75%

Multijugador - 80%

76

76%

En Killing Floor 2 nos encontramos ante un buen y divertido título fiel a la esencia del primero, que lejos de arriesgar ofreciendo novedades, amplía la experiencia del mismo con más enemigos y más clases para crear diferentes tipos de partidas, con una estética muy oscura que ayuda a la perfección a generar esa situación de estar sobreviviendo a una invasión Zed de verdad poniendo a nuestra disposición un nutrido catálogo de armas que mejora la experiencia de la primera entrega. Un título que gráficamente luce excelente, aunque no llegando a los 60 fps, y que llega totalmente doblado al castellano. Sin embargo, aunque después de varias partidas resulta muy repetitivo, hará las delicias de ti y de tus amigos ofreciendo verdaderos retos a dificultades más altas en el modo PvE, ya que la ausencia de un modo campaña para un sólo jugador es la única materia pendiente del título.

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