El republicano Rick Saccone, izquierda, y el demócrata Conor Lamb antes de la grabación de su primer debate el 19 de febrero en Pittsburgh. (Keith Srakocic / AP)
Pasaron meses antes de una elección de mitad de período. El partido que ocupó la Casa Blanca y las dos cámaras del Congreso invirtieron recursos en una elección especial en el oeste de Pensilvania, en un distrito que había ocupado desde hacía mucho tiempo.
Esa fiesta ganó la victoria. Pero esto fueron los Demócratas, y fue en 2010, y fueron aplastados en noviembre, perdiendo 63 escaños en la Cámara y la mayoría.
“Fue muy difícil de romper en 2010”, dijo el Senador Chris Van Hollen (D-Md.), Quien estaba en la Cámara en ese momento y presidió el Comité de Campaña del Congreso Demócrata. Los votantes desviaron sus mejores lanzamientos ese año, cuando la economía era débil y las calificaciones de aprobación del presidente Barack Obama eran bajas.
Ocho años después, esta vez son los republicanos quienes controlan la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso. Ahora están tratando de mantener un escaño en la Cámara de Representantes en una elección especial en el sudoeste de Pensilvania, pero sus mensajes no parecen estar resonando claramente entre los votantes. Incluso si el GOP se aferra a este asiento, una estrecha victoria sería vista como una señal de advertencia para el partido en noviembre.
Durante un discurso en Blue Ash, Ohio, el 5 de febrero, el presidente Trump dijo que tenía “la sensación de que lo vamos a hacer increíblemente bien” en las elecciones de mitad de período. (The Washington Post)
Los republicanos y sus aliados exteriores han lanzado casi todo contra Conor Lamb, el demócrata de 33 años que se está postulando contra Rick Saccone, un veterano republicano de la legislatura estatal de Pensilvania. Intentaron convencer a Lamb como clon de la líder de la minoría hogareña Nancy Pelosi (D-Calif.), Como una liberal que aumentaría sus impuestos y, últimamente, como una ex fiscal federal que no abusaba de la inmigración ilegal.
Pero esos mensajes no han hecho el daño que los republicanos habían estado esperando : Cordero y Saccone corren al cuello. Debería haber sido un juego de niños en un distrito de la Cámara El presidente Trump ganó en 20 puntos porcentuales en 2016.
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Atacar a Lamb en Pelosi y en impuestos parecía ser una promesa. Una encuesta mostró que el 60 por ciento de los votantes en el Distrito Congresional 18 de Pensilvania tenía una opinión desfavorable de Pelosi, mientras que otro señaló la cifra en un 65 por ciento, según las encuestas republicanas compartidas con The Washington Post. Además, las encuestas han encontrado una creciente popularidad para el recorte de impuestos de $ 1.5 trillones en medio de historias de medios sobre bonos de los trabajadores y aumentos salariales.
Conor Lamb, candidato demócrata en el congreso por el distrito 18 de Pensilvania, saluda a los partidarios cuando llega a una manifestación en el edificio United Steelworkers el viernes en Pittsburgh. (Drew Angerer / Getty Images)
Sin embargo, el llamado de Lamb para un Congreso no partidista y orientado a resultados con un nuevo liderazgo, se comprometió a oponerse a Pelosi en futuras carreras de liderazgo, ha superado la publicidad negativa proveniente de los grupos republicanos con sede en Washington. Se definió a sí mismo inmediatamente en la carrera como un marine que le gusta cazar con rifles y luego se convirtió en un fiscal asistente de los Estados Unidos que enjuició a los malos.
Saccone también tiene una biografía impresionante, un oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea que pasó 12 años en Corea del Sur y trabajó en temas de desarme con el Norte, pero recaudó tan poco dinero que generalmente se lo ha definido por su registro de votación conservador en Harrisburg.
Algunos republicanos se preparan para la derrota en privado, e incluso los optimistas sostienen que un estrecho triunfo de Saccone debería seguir enviando señales de cuán fuertes son los vientos fuertes hacia noviembre.
Rick Saccone habla en Waynesburg, Pensilvania, el 5 de marzo. (Keith Srakocic / AP)
Los republicanos reconocen que el mensaje de reducción de impuestos ha tardado en afianzarse en este distrito de clase obrera, ya que la legislación fue aprobada cuando la campaña para las elecciones especiales ya estaba en marcha. Lamb se opuso al recorte de impuestos, pero los republicanos descubrieron que solo no era un mensaje potente. Solo se hizo efectivo al difundir anuncios que lo acusaban de estar en línea con Pelosi en materia de impuestos.
Otro problema con los mensajes de recorte de impuestos es la forma en que inicialmente los votantes dudosos tienen alguna nueva ley del Congreso.
“El público estadounidense es escéptico de cualquier cosa que salga de Washington”, dijo Tim Phillips, presidente de Americans for Prosperity (AFP), un grupo conservador financiado por el industrial Koch Brothers y luchando por Saccone.
Phillips no se rindió. AFP está llevando a cabo una agresiva operación de correo directo y de campo, tocando puertas y haciendo llamadas telefónicas tratando de resultar conservadores. El mensaje contra Lamb es simple, dijo: “Este tipo no habría votado por recortes de impuestos”.
Los republicanos no pueden creer cuánto dinero han gastado en tan poco rendimiento, nunca le han dado un golpe fatal a Lamb, un candidato por primera vez.
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El Comité Congresional Nacional Republicano (NRCC) y el Fondo de Liderazgo del Congreso, un súper PAC que apoya a los líderes republicanos de la Cámara de Representantes, gastaron aproximadamente $ 5.5 millones combinados en publicidad, de acuerdo con un cálculo demócrata de la publicidad semanal. Algunos otros grupos ayudaron a impulsar el total a más de $ 7 millones en publicidad que beneficia a Saccone.
Durante la mayor parte de febrero, los republicanos tuvieron una ventaja de 2 a 1 en la publicidad televisiva y radial. Y estos grupos gastaron millones más en otras partes de la campaña, como publicidad digital y operaciones para sacar el voto.
Lamb ha recibido una modesta ayuda de grupos con sede en Washington, pero en su mayoría proviene de su propia campaña bien financiada . La última semana de anuncios de radio y televisión de Lamb, por valor de más de $ 1.2 millones, según estimaciones demócratas, es más que Saccone recaudado para toda su campaña.
Van Hollen, quien ahora dirige el Comité de Campaña Senatorial Democrática, dijo que cree que los republicanos están sufriendo el mismo problema de mensaje que los demócratas en 2010, ya que no pueden culpar a nadie más.
“En este momento, la realidad es que están a cargo de todo”, dijo Van Hollen. “Ellos están a cargo de una disfuncional Casa Blanca, están a cargo de un Congreso que se está duplicando en obsequios a poderosos intereses especiales”.
Los demócratas también dicen que hay rendimientos decrecientes sobre cuánto tiene la línea de ataque Pelosi, con los grupos republicanos centrándose tanto en el tema que perdió su golpe en las últimas dos semanas de la campaña.
Los republicanos aún dicen que la ley de recorte de impuestos resonará con los votantes en noviembre, pero están observando de cerca las elecciones del martes. Todavía tienen casi siete meses para afinar su mensaje sobre el logro legislativo más significativo en la era de Trump.
“Mira, va a ser una pieza central, sin lugar a dudas. La ley se está volviendo más popular tanto en las encuestas públicas como internas. Los votantes no necesitan tomar nuestra palabra para eso; pueden ver a las empresas anunciando bonos y beneficios para ellos mismos “, dijo Matt Gorman, portavoz del NRCC.
Para muchos demócratas, eso les recuerda cómo hablaron en la primavera de 2010, justo después de aprobar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio y afirmó que se volvería tan popular que rompería el ruido y los mantendría a flote. No fue así.
“Todas las señales apuntan a una ola en esta elección”, dijo Van Hollen. “La única pregunta ha sido cuán grande será esta onda”.
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https://www.washingtonpost.com/powerpost/the-gops-messages-dont-seem-to-be-working-in-pennsylvania-is-that-a-warning-sign/2018/03/09/83f0a47e- 231a-11e8-94da-ebf9d112159c_story.html
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