Daedalic lo ha vuelto a hacer una vez más, la compañía nos trae el videojuego The Dark Eye: Memoria, una continuación natural de The Dark Eye: Chains of Satinav, aventura gráfica que tenemos disponible para compra desde hace ya unos cuantos meses. Se trata de una aventura gráfica del estilo point and click que quiere traernos novedades en cuanto a la jugabilidad típica del género y que por supuesto derrocha calidad por todos sus poros, como suele ser habitual en los videojuegos lanzados por esta compañía.
Hay que reconocer que quizá The Dark Eye no se una de las sagas de videojuegos más reconocidas de Daedalic, a muchos de vosotros os sonará más la trilogía de Deponia o The Night of the Rabbit, juegos de los cuales ya os hemos hablado anteriormente aquí en Games4u y podéis encontrar sus análisis. Y esto es a causa de la barrera a veces infranqueable en éste mundillo, el idioma. En esta ocasión, Memoria también viene en inglés completamente, tanto hablado como subtitulado, y aunque es bastante fácil de entender (los personajes hablan pronunciando todas y cada una de las palabras como si las masticaran) y no utiliza palabras extrañas, para muchos jugadores españoles el inglés sigue siendo un problema o como poco una razón para no adquirir un videojuego.
Pero para los jugadores que disfrutan de una buena aventura, de una gran historia y que no tienen estas barreras, Memoria es un título excelente para disfrutar y no pierde calidad frente a la anterior entrega, sino todo lo contrario. Como suele ser habitual en el género, la trama principal es lo que más peso tiene en el videojuego y se ha sabido llevar con mucha elegancia. Nos pondremos en la piel de Geron durante el juego, que es el protagonista de Chains of Satinav. Su misión es encontrar un hechizo para curar a su amada de un terrible destino. Un vendedor ambulante hace un trato con él, a cambio de resolver un enigma le enseñará el hechizo que salvará a su amada. Este misterio se abre paso a través de los sueños donde ven a la princesa Sadja de Fasar, la cual vivió hace muchos años y luchó contra los demonios intentando ser la heroína más grande todos los tiempos. Lamentablemente su deseo no llegó a buen puerto, Sadja desapareció y fue olvidada. Geron tendrá que descubrir el misterio que envuelve a Sadja y al vendedor ambulante para conseguir lo que más ansía.
Toda la historia se cuenta de una forma sencilla, bien hilada, que engancha al jugador en la intriga, mostrando flashbacks y controlando tanto a Sadja como a Geron mientras resolvemos puzles y conocemos multitud de personajes de camino al desenlace final. No esperéis una trama divertida como vimos en Deponia o completamente mágica e inocente como en The Night of the Rabbit. En Memoria la historia es profunda y oscura de principio a fin.
Como suele ser habitual en el género, la mecánica consistirá en investigar todas y cada una de las localizaciones disponibles (las cuales no serán pocas) en busca de información, personas con las que hablar y objetos que encontrar los cuales puedan ser útiles para nuestra misión. Al comenzar el juego tendremos el tutorial (bastante escueto, pero no hace falta más) con el que aprenderemos a mover nuestro personaje e interactuar con el entorno. Pronto nos daremos cuenta de que el juego no va a ser algo fácil. La mayoría de los puzles se resuelven a base de lógica, pero hay otros que nos costarán más de ver, bien sea porque no hemos investigado lo suficiente, porque no hemos recogido toda la información o también porque no nos ha llegado la “idea feliz” de la inspiración.
El acceso al menú es bastante rápido, si bajamos el ratón a la parte inferior de la pantalla veremos las herramientas que tenemos en nuestro poder para resolver puzles. También podemos usar la rueda del ratón si nos parece más cómodo para cambiar entre los objetos disponibles. Si pulsamos la rueda del ratón (o la tecla espacio del teclado), se mostrarán iluminados por pantalla todos los objetos o personas con las que podemos interactuar. Si nos quedamos atascados tendremos una pequeña ayuda en el menú de viaje, donde se irá registrando todo lo que hayamos encontrado hasta el momento.
Como novedad en Memoria, además de poder utilizar objetos, combinarlos entre si y demás acciones típicas de una aventura gráfica, tendremos la posibilidad de realizar hechizos, poderes muy interesantes para realizar según qué cosas y que nos ayudarán a resolver puzles. Por ejemplo, Geron tiene la habilidad de recomponer o romper cosas y Sadja jugará con el poder de la luz, la oscuridad y el control de los guardianes de hierro. El acceso a ellos es tan rápido como a los objetos, a través del menú o moviéndonos con la rueda del ratón. Esto hace que las combinaciones sean mucho más eficaces y rápidas, un juego algo más dinámico (dentro de lo que cabe).
Hay que tener en cuenta una cosa muy importante a la hora de disfrutar de esta aventura. Se ha dotado de cierto realismo en los puzles a la hora de utilizar objetos. En ciertos puzles si combinamos o utilizamos los objetos de la manera indebida, nos encontraremos con una barrera infranqueable que no nos permitirá continuar la aventura. Es por ello que guardar partida cada cierto tiempo es algo importante para no desesperarnos por completo, ya que habrá que volver a cargar partida si esto ocurre. En estos casos hubiera estado bien poder dar la opción al jugador a volver a intentar el problema desde un punto intermedio, algo parecido a un checkpoint sin serlo, o avisar de alguna manera. Puede llegar a ser un completo horror encontrarnos atrapados en el juego sin saber cómo salir.
Es por todo esto que la curva de dificultad en el juego no está bien definida, no existe una progresión clara, sino que nos enfrentaremos a las cosas según vengan, sean fáciles o difíciles, da igual.
Gráficamente el juego tiene una estética muy especial, todo como pintado a mano, con unos escenarios verdaderamente bellos, ricos en detalles y unos personajes muy realistas, tal y como vimos en la primera parte. Los movimientos sin embargo se han mejorado bastante desde Chains of Satinav, con algo más de fluidez y gracia en el movimiento, pero siguen siendo algo ortopédicos y robóticos en cierta manera. También es una nota de estilo en el juego, un diferenciador ante otros videojuegos, pero quizá no sea del todo acertado. Hemos observado también tirones en algunos momentos, donde la imagen no fluye todo lo bien que debería o se ralentiza el movimiento, pero han sido cosas muy puntuales y es posible que en un ordenador con mayor potencia (o diferente resolución) se vean solventadas. Los fallos gráficos se ven eclipsados por una calidad excepcional en los diseños, la ambientación y la iluminación.
El apartado sonoro también desprende calidad por todas partes, con una banda sonora épica y un estilo medieval muy acentuado en melodías que acompañan a la perfección todo momento de la historia, introduciendo al jugador de forma soberbia en la aventura. Por otro lado, como comentábamos al principio, las voces de los personajes están en inglés (al igual que los subtítulos) y aunque la mayoría de los personajes tienen unas voces adecuadas a sus personalidades y están bien caracterizados, otros no han tenido tanta suerte. El doblaje no es tan bueno como debería ser pero tampoco es desastroso. En algunos momentos notaremos demasiada sobreactuación y en otros una dejadez excesiva que no aporta la entonación adecuada a lo que leemos por pantalla.
Conclusión The Dark Eye: Memoria
El videojuego Memoria de Daedalic es otra obra maestra de la compañía, que nos introduce perfectamente en la secuela de Chains of Satinav con dos historias que se entremezclan, dos personajes con los que el jugador se puede sentir identificado e integrado y un sistema de juego completo y entretenido. La curva de dificultad sea quizá su Talón de Aquiles, ya que no está bien definida y podemos sufrir atascos irremediables en el juego si no vamos con cuidado. Gráficamente es una auténtica obra de arte y el apartado sonoro acompaña de manera correcta de principio a fin, siempre con el inconveniente del idioma. Daedalic está demostrando que sabe hacer muy buenos juegos dentro del género y esperamos que sigan sorprendiéndonos con títulos de tanta calidad como hasta ahora, dentro de un género que ni mucho menos está olvidado.