ANÁLISIS: Nuclear Blaze

La misteriosa aventura de un pixelado bombero

De la mano del que fue una de las cabezas pensantes del maravilloso Dead Cells. Y con claras tendencias y conceptos adquiridos directamente de este. Llega a mi poder este fogoso e intrigante juego pixelado llamado Nuclear Blazer.

Una apuesta muy cuidada, con mezcla de diferentes géneros, pero con una clara tendencia hacia la aventura con algunos tintes roguelite e incluso metrodivania, que no podían faltar en los años en que vivimos. Y que me ha sorprendido por lo bien traída que está en prácticamente todos sus puntos. Y que, como amante del género, no podía dejar pasar, y tampoco no reseñaros para que no la perdáis de vista.

NOTA: 8

Como ya os digo. Las bases jugables de este Nuclear Blaze no son otras que las de un juego bidimensional de aventuras con un nivel alto de dificultad. En el que tendremos que ir vagando por unos muy bien diseñados niveles, desbloqueando zonas, abriendo puertas y, ante todo, apagando fuegos.

Y es que tomamos el papel de un bombero. Que sin quererlo ni beberlo, en un día cualquier de trabajo irá a parar a un complejo secreto. El cual iremos descubriendo que oscuros planes se mascaban en este, a la vez que apagamos llamas, escapamos de peligros y, ante todo, rescatamos unos inquietantes gatitos perdidos por todo el complejo. Y donde una narrativa muy visual, pero sin dejar de lado curiosos documentos, y la comunicación con nuestros compañeros mediante radio o la megafonía del lugar, terminan por hacer de esta historieta, algo realmente interesante.

Nuestro duro y pequeño bombero, irá cargando con su manguera y su tanque de agua, el cual tendremos que recargar en ciertos puntos del escenario para no quedarnos sin el necesario líquido. Y todo con el objetivo de ir avanzando en estos escenarios en llama, limpiándolos de ellas, haciendo que no avancen, con situaciones donde el tiempo apremia y, desbloqueando la siguiente zona y lugares ocultos que nos sigan aclarando que está sucediendo aquí.

Por lo que se refiere a las demás partes que acompaña esta aventura. Me he encontrado con partes de exploración, donde las partes plataformeras reunidas con bien tratados puzles de entorno, hacen que estemos siempre bastante activos. Cosa que ayuda también un ágil y preciso control. Al que le iremos incorporando ciertas habilidades o ítems de ayuda a lo largo de la aventura. Que nos ayudarán a superar y a realizar nuevas acciones, viniendo geniales y, estando bien situadas momentos antes de encontrarnos con nuevos problemas más allá del propio fuego. Y todo ello para evitar las posibles muertes que siempre nos acechan, ya que el más sencillo roce nos lleva a este desdichado destino.

Como os comento, es un juego complicado en cuanto a exigencia jugable. Pero tiene un detalle realmente curioso respecto a ella. Y es que podremos nivelar ciertos factores como; el agua, el apuntado o el blindaje para hacer la experiencia más adaptada a nuestras capacidades jugables. Incluso habiéndose implementado un curioso modo para niños, donde se nos deja todo en bandeja para que disfrutemos solo de la aventura. Así que más adaptativo imposible.

Por último. Deciros que la experiencia no dura mucho más de dos horas. Por lo que es bastante escueta, pero no por ello menos intensa y curiosa. Por lo que no quiero quejarme de ello, sino sentir que posee un tiempo más que justo.

A nivel visual es un juego pixel-art realmente cuidado. Donde más allá de unos notorios diseños de personajes, dentro de unos escenarios bastante cuidados y llenos de detalles, os tengo que destacar la cantidad de efectos que dan vida a todo, el genial trabajo con las animaciones que posee, y unas implementaciones físicas que encajan perfectamente con dichas vivezas animada que da forma a este cuidado compendio pixelado.

La parte sonora tampoco se debe de dejar atrás. Con un genial trabajo de ambientación. Donde tengo que destacar lo bien implementado que está la adaptación de la música y los silencio para darle intensidad, misterio y frenetismo cuando sea necesario.

Deciros, por cierto, que el juego llega con textos en español, cosa que agradezco como siempre mucho.

En conclusión. Os tengo que concluir diciendo que Nuclear Blaze es una experiencia muy pulida, bien acabada, y con un acabado artístico que la hace irresistible.

Es un juego que se siente solido desde sus bases jugables hasta su propia narrativa, mucho más cuidada y bien escrita de lo que uno podría esperar en un juego que engaña mucho si solo vemos imágenes, ya que cuando entras en él te sorprende, te atrapa y te engancha. Y pese a que no es especialmente innovador en nada de lo que hace, se nota que hay mucha experiencia en la buena gente de Deepnight Games.

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