ANÁLISIS: Omno

Precioso camino hacia la luz

De vez en cuando necesito desconectar un poco dentro del universo de los videojuegos con obras que supongan un cambio de chip mental, mecánico, y narrativo. Y es que, en un mundo cargado por las aventuras de acción, de competición y de frenetismo violento, siempre es maravilloso encontrarse uno con obras sencillas, preciosas y llenas de mucho amor, como es este Omno.

Un juego desarrollado por Jonas Manked. Que, bajo una cuidada propuesta en todos sus sentidos, me ha supuesto una agradable sorpresa, y un desahogo para mi mente, que la verdad se agradece mucho. Y que como veréis en las siguientes líneas os paso a recomendar si estáis en esta saturada situación mental, ya que solo os va a aportar amor, cosa que no es tan sencilla de encontrar.

NOTA: 8

Toca empezar hablando de la jugabilidad de este precioso Omno. Y es que se nos presenta bajo este encantado aspecto, una muy bien tratada y llevadera aventura donde el disfrute, la tranquilidad, algo de plataformeo y, los puzles de entorno forman un precioso camino hacia la luz, con una inteligencia, sencillez y buen hacer en cada aspecto, que consiguen hacer de Omno una aventura disfrutable y apetecible para cualquier jugador.

Un juego que presenta un esquema diferenciado por zonas abierta, con variados biomas. En las que tendremos que ir resolviendo un esquema principal, y algunas situaciones secundarias, hasta dar acceso a una nueva zona. Y que nos sirven para conocer no solo mejor el mundo, sino la inquietante historia que nos lleva a esta odisea. Y todo bajo esa premisa pausada, donde tendremos que centrarnos en la observación del entorno, la recolección de detalles de la fauna y flora, y en la absorción de energías, que nos suponen posibilidades de activación de zonas y objetos para la posterior utilización para superar todos esos retos que se nos proponen.

A lo largo de la aventura iremos desbloqueando nuevas cualidades de nuestro protagonista. Las cuales nos permiten afrontar nuevos puzles, y nuevas situaciones. Que aparecerán de manera medida justamente tras la consecución de estas. Y donde un mapeado y una serie de objetivos nos permiten encontrar hasta el último coleccionable que el juego propone.

Todo ello bajo un control muy bien tratado. Que como ya os comento, irá implementando nuevas posibilidades que se manejan con suavidad y coherencia. Y que nos lleva a que nuestro prota pueda saltar, accionar, deslizarse, y muchas cosas más que no quiero destripar para que la vayáis disfrutando en el momento en que os lleguen.

La aventura, como ya os digo, es de corte realmente sencillo. Hecha para disfrutar de las experiencias y sensaciones. Y con una duración de no mucho más allá de unas cinco horas, incluso completándola en su totalidad coleccionable. Por lo que es de esos disfrutes que pueden ser completado casi de un tirón.

A nivel narrativo es una experiencia particular y bastante metafórica. Que termina por dar sentido a todo un universo, un críptico camino, y una aventura particularmente visual. Haciendo de casa momento, figura, glosario de animales, o libros que encontremos, un importante punto para entender este particular universo.

Desde el punto de vista técnico. El juego destaca en primer lugar por un precioso apartado artístico. Con un punto muy minimalista. Donde tanto el personaje, los seres y el propio entorno gustan mucho por su simpleza y cuidado colorido. Donde un buen trabajo de iluminación y de efecto Bloom que terminan por adornar y dar una vida muy particular a este apartado.

La parte sonora tampoco se queda atrás. Con una muy buena, tranquila y, ambiental banda sonora. Que consigue trasmitir, crear buenas sensaciones, y coordinarse a la perfección con lo que vemos en pantalla. Todo ello junto a un buen trabajo de sonoridad tanto del entorno como de los diferentes mecanismos y seres con los que nos encontramos.

Por cierto, el juego llega con textos en español cosa que se agradece. Ya que pese a no tener demasiado texto el que hay se disfrutar mejor.

En definitiva. Deciros que Omno me ha parecido una bella y cuidad obra. Que sin demasiadas pretensiones en ninguno de sus apartados. Es capaz de trasmitir de una forma sencilla cada una de esas sensaciones para las que ha sido creado. Y es que sentarse ante una obra tranquila, pausada, llena de amor, y realmente bonita en todos sus sentidos, creo que es totalmente necesaria cada cierto tiempo.

Por ello, os recomiendo que disfrutéis de Omno, de su camino a la luz, de su minimalista encanto, y de esos indies que nos enseñan que hay mucho más que disparos en un mundo como en el de los videojuegos que siempre tiene mucho que aportar a nuestros sentidos.

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