ANÁLISIS: One Piece Odyssey

Luffy ante una gran aventura

Una de los manganimes más importantes y seguidos de la historia vuelve a hacer sus pinitos por el mundo de los videojuegos, está vez bajo el trabajo del estudio ILCA Inc. Trayendo una propuesta más centrada en el rol y la aventura de lo que nos proponían otras entregas de la franquicia.

Así que toca destriparos de que van estas nuevas aventuras de Luffy y su tripulación en una potente, épica, y divertida aventura, que pese a sus pegas y problemas, no os va a dejar indiferentes.

Tengo que empezar, como era de esperar, dejando claro el contexto narrativo dentro de una historia que lleva desarrollándose en el manganimes casi dos décadas. Llevándonos esta vez a tiempos posteriores a un importante punto narrativo y temporal que los seguidores tendréis en mente. Metiendonos en una clásica historia de una búsqueda de un tesoro y todos los secretos que a este lo rodean. En la que unos hechos nos llevan a perder todos los poderes y hacernos pasar por todo un compendio de recuerdos que nos acerca a los momentos más importantes de esta franquicia, y a recordar nuestro potencial.

Así que preparaos para una historia nueva, personajes que no conocíamos, y ante todo, a ese saber tocar la fibra nostálgica de los fan de One Piece, que conciben una mezcla interesante y épica como lleva tantos años dándonos.

Dejando atrás el argumento, toca hablaros del propio juego y sus mecánicas. Y es que sorprendentemente el juego deja atrás el mundo de la acción, y nos mete de lleno en un JRPG de corte muy clásico. Y en el que con poca dificultad vais a estar totalmente absorbidos en pocas horas, ya que si eres fan del género poco te va a sorprender que no hayas visto hasta ahora... como pueden ser; combates por turnos, potenciación de personajes, y una extensa "exploración".

La estructura del mundo que se ha creado para esta aventura es bastante particular. No dejando toda la libertad que uno desearía, cosa que hay que entender visto el tipo de narrativa y guionización que posee. Llevándonos a zonas extensas y bastante abiertas, a otras puramente lineales y narrativas. Pudiendo elegir en cada momento que evento queremos realizar.

Un mundo que nos acerca además a visitar zonas de mejoras, a recolección de objetos, a momentos culinarios, y curiosamente, a conocer las habilidades de nuestro grupo de aventureros que nos darán acceso a zonas o lugares que solo con dichos poderes podremos llegar. Y en la que se sabe motivar muy bien al jugador gracias a importantes recompensas.

Por desgracia se nota mucho que se han incluido momentos de relleno y misiones repetitivas, con el único afán de alargar una vida de un juego que no es especialmente corta, ya que puede superar las cuarenta horas, por lo que no tiene sentido hacernos caer en esa pesada rutina. Y más, cuando tampoco es un juego que suponga un reto elevado dentro de una dificultad bastante baja en la que siempre vamos muy por encima del resto más allá de combates especiales que son más largos que complejos.

Hablando del combate. Este nos atrae a un sistema por turnos bajo una línea temporal, que nos permite tomar una serie de estrategias según el orden de acción. Y en el que se incluye curiosidades como la posibilidad de posicionamiento de nuestros personajes, y un buen número de habilidades especiales propias de cada luchador. Todo ello terminando por dar un sistema ágil, de libre elección, y asequible para todos los amantes de este género. Eso sí, como ya os he comentado, no hay especialmente enemigos duros, y la mayoría de los combates son más un trámite para recolectar y subir de nivel que para plasmar nuestra estrategia.

Por último, deciros que este One Piece se maneja con facilidad. Posee una interfaz clara y concisa, que no se lía demasiado entre sus opciones roleras, de gestión de objetos, o de mejoras. Y nos introduce en un mundo que sabe entrelazar su concepto narrativo con esa concepción rolera clásica que nos muestra desde el primer minuto.

APARTADO TÉCNICO GRÁFICO

A nivel visual poco hay que decir que no muestre una simple imagen... es el anime hecho videojuego. Tanto que ha intervenido en el diseño el propio autor. Por lo que el supone la mejor experiencia visual de la franquicia que he visto hasta ahora.

SONIDO

La p arte sonora es otra gozada. Con un genial trabajo de ambientación. Una musicalidad realmente buena, con grandes nombres a sus espaldas. Y unas voces en japonés directamente sacadas de los actores de doblaje originales. Que termina por complementarse con unos agradecidos textos en español.