Con una considerable demora con respecto a su lanzamiento original japonés, Persona 5, por fin, se ha puesto a la venta en Occidente para PlayStation 4 y PlayStation 3. Han pasado muchos años desde que pudimos disfrutar de una entrega principal de esta franquicia. Para amenizar la espera hemos asistido a reediciones portátiles de juegos anteriores, spin-offs musicales, de lucha en dos dimensiones, etc. Era por tanto lógico que hubiese unas altas expectativas con esta quinta entrega. No solo por la excelencia a las que nos tienen acostumbrados los títulos de esta saga, si no por los años pasados desde que jugamos a Persona 4.
Ahora que el juego ha llegado a nuestras manos, y nos hemos dedicado unas jornadas intensivas, podemos ofreceros nuestro análisis.
TE ROBARÁ EL CORAZÓN
Uno de los puntos fuertes de esta famosa serie de JRPGs, siempre han sido sus guiones. Todos han sabido alcanzar la excelencia argumental, sobre todo desde que viera la luz Persona 3. En este sentido, la quinta entrega no es diferente.
Persona 5 nos pone en la piel de un alumno de secundaria (más o menos) que ha sido transferido a un instituto de Tokio, y puesto bajo la tutela del dueño de una cafetería por una decisión judicial y el consentimiento de nuestros padres. Todo ello es una consecuencia de determinadas acciones que realizamos en el pasado, y que nos han convertido en un paria de la sociedad.
De aquí en adelante parte una trama en la que nuestro despreciado protagonista formará un grupo con otros jóvenes como él, y que les lleva a descubrir una realidad paralela en la que las personas se muestran tal y como realmente son. En esta dimensión alternativa la gente que conocemos, muchos de ellos personas mezquinas y ruines, manifiestan sus más oscuros deseos y sus corazones. La particularidad de nuestro grupo es que tiene la habilidad de convocar el poder de las Personas, facetas de su personalidad rebelde que les ayudarán a combatir en este peligroso entorno, y a impartir justicia.
Con esta premisa se nos plantea una trama extensa, cuidada al detalle, y que no dejará de sorprendernos con giros argumentales, pero también con su capacidad para abordar temas delicados y polémicos con un muy buen gusto. Es esta una de las principales diferencias con respecto a anteriores juegos. Así, cosas como el suicidio adolescente, los abusos físicos o de poder u otros temas de igual calado y también sombríos, tienen su hueco en una historia que no pierde fuerza en ningún momento, y que por el contrario, gana enteros a medida que avanza.
Pero si el guión de Persona 5 llega al sobresaliente (o a la matrícula de honor), no es solamente por poner sobre la mesa un argumento sólido y tan interesante, al que es difícil encontrarle fallos. También tiene mucho que ver en esto el gran trabajo realizado en crear un elenco de personajes para el recuerdo.
En este sentido todos y cada uno de los personajes presentados, desde aquellos con una mayor relevancia, por ejemplo tus compañeros Phantom Thieves, como los villanos a los que robaremos sus corazones y deseos oscuros, tienen un rico trasfondo a sus espaldas. Incluso a los personajes más secundarios se les ha dotado de una gran personalidad y carácter. Con un trabajo detrás tan logrado, es humanamente imposible no llegar a querer, u odiar, a todos y cada uno de los personajes que encontraremos en nuestra aventura. Ninguno de ellos nos dejará indiferente, y en algunos casos, sentiremos que realmente forjamos una cierta amistad con estos compañeros virtuales.
El apartado narrativo de Persona 5 es tan sublime, que resulta demoledor que el juego llegue en completo inglés a nuestro país. Uno no puede evitar sentir cierta frustración al pensar que mucha gente se va a ver privada de una experiencia maravillosa, o que va a descartar de pleno jugar el juego por este hecho.
Que no llegue traducido a nuestro idioma, aunque sea de forma subtitulada puede parecer chocante, pero es cierto que se trata de una franquicia que hasta hace bien poco ha sido considerada nicho, pero que por fortuna ha ido ganando adeptos, y que esperamos que el éxito de esta entrega influya en que los futuros juegos sí cuenten con una traducción. Y es que es este el único inconveniente que hemos podido encontrar, en un apartado que por otro lado, es casi perfecto.
EL DÍA A DÍA DE LOS PHANTOM THIEVES
Persona 5, como sus anteriores iteraciones, desde que viese la luz la tercera entrega, se caracteriza por una peculiar jugabilidad, no muchas veces imitada. Por un lado tenemos las mazmorras, de las que ya os hablaremos, y por otro la vida cotidiana de nuestro protagonista.
Es en esta parte de la jugabilidad en la que se invierten más horas, la que ocupa más tiempo. Y cuándo nos referimos a ella como la vida cotidiana de nuestro personaje, es porque eso es exactamente lo que es. Intercalada por momentos en los que la trama se mueve hacia adelante, y escenas de vídeo animadas de una calidad soberbia, iremos siendo testigos de como pasan los días y los meses. En ese tiempo, habremos de ir a la escuela, hacer exámenes, disfrutar de las vacaciones, unirnos a actividades extra escolares, ir al cine, quedar con nuestros amigos, estudiar, leer libros, y otro gran número de actividades.
Pronto descubriremos, o se nos explicará, que para que el juego progrese, tenemos que invertir nuestro tiempo en alguna de estas tareas paralelas. Además, cada una de ellas tiene su relevancia, ya que sirven para mejorar las capacidades de nuestro héroe en numerosos ámbitos. Así, dedicarnos al estudio aumenta nuestra inteligencia, y abre más posibilidades de poder afrontar acciones que requieran cierto nivel en esta capacidad. Otras veces puede que queramos dedicar nuestras horas libres a crear artilugios de los que podemos hacer uso en las mazmorras, como ganzúas. O, quizá una de las tareas más relevantes que podemos llevar a cabo es profundizar en nuestra relación con nuestros compañeros. Esto no solo sirve para conocerlos mejor, lo que es ya de por sí gratificante, también sirve para aumentar su Nivel de Confidente, cuya consecuencia directa es poder crear Personas de mayor poder. Indispensable para triunfar en las mazmorras y los jefes finales.
No va a tardar en resultar evidente que no hay tiempo para todo. Gestionar este tiempo, entonces, es vital para el progreso de nuestra partida. No obstante, el juego sabe transmitir de un modo muy satisfactorio que no importa la tarea en la que decidas volcarte, nunca tendrás la sensación de haberte equivocado.
Por otro lado, yendo más allá de lo que son las puras mecánicas jugables, el hecho de que la aventura esté estructurada de esta manera, sin grandes elipsis temporales, y acompañando al personaje principal en su rutina diaria, acrecienta la ilusión de que estamos viviendo los hechos. No tenemos un concepto en mente de que experimentamos un guión, sino que somos una parte activa de los sucesos que tienen lugar. Ayuda en la inmersión, y hace que nos importe el mundo en el que pasamos tanto tiempo, y las injusticias que sufren nuestros amigos.
PALACIOS COMO NUNCA ANTES
Si hay un punto que siempre había sido criticado como el más flojo en la serie Persona, este habían sido siempre las mazmorras. Pese a los altos estándares de calidad que continuamente ha demostrado en otros aspectos de los JRPG, las secciones de <<mazmorreo>> se habían caracterizado por ser una sucesión de pisos y pasillos generados de forma aleatoria, y con enemigos que rondaban por la zona y que podíamos evitar si así lo deseábamos. Muy de vez en cuando, había que encontrar algún objeto en particular, la mayoría de las veces custodiado por un enemigo, y poco más. Si bien hemos sido testigos de fórmulas mucho peores, estaba claro que su diseño dejaba que desear. Hasta ahora.
Porque en Persona 5 las mazmorras son conocidas como Palacios, y es evidente que se ha buscado mejorarlas. Para empezar, ya no se forman de manera aleatoria. Los Palacios en esta ocasión están diseñados a conciencia y tienen una distribución de habitaciones y plantas planificada. Del mismo modo, en muchas habitaciones habrá que resolver pequeños puzzles que nos permitan continuar, u obtener el mapa del lugar. Aunque algunos consisten en derrotar al enemigo indicado, buscando cierto objeto, otros pueden requerirnos usar unos libros ocultos en determinado orden. Ninguno es difícil, no obstante, por lo que tampoco se corre el riesgo de quedarse atascado.
La principal diferencia con pasados juegos, es que en esta quinta parte los Palacios están planteados como fortalezas en las que nuestros protagonistas se infiltran para robar un tesoro. Partiendo de esa base, se introducen una serie de mecánicas jugables que transforman nuestra manera de abordar estas secciones. Lo primero de lo que hay que estar pendientes, es de no ser detectados. Cada vez que un enemigo nos descubra, un medidor porcentual se irá llenando. Éste controla el nivel de alerta del amo del Palacio, y mayor nivel, habrá más seguridad, enemigos más fuertes, y en el caso extremo de que se llene por completo, seremos expulsados del Palacio, y habremos de intentarlo otro día.
Eso último es algo que no queremos, puesto que solo podemos superar las mazmorras en un plazo determinado de días. Es imperativo lograrlo antes de la fecha límite, o veremos la ya conocida pantalla de Game Over.
Es crucial entonces movernos por las salas de los Palacios con cuidado y sigilo. Afortunadamente hay muchos lugares dónde escondernos, y que nos ayudarán a sorprender y emboscar a los enemigos, lo que otorga ventajas a posteriori en el combate. También podremos movernos por las alturas, caminando en cornisas o saltando de lámpara a lámpara. Todo con el objetivo de no ser descubiertos. Pese a todo, Persona 5 tampoco es un juego de sigilo, sino un JRPG, por lo que no es complicado pasar desapercibido e ir limpiando las estancias de enemigos a nuestro paso.
El resultado final son una secciones de <<mazmorreo>> más gratificantes y entretenidas que en anteriores juegos. La mejora es sustancial, y se nota, ya que no se hace tan pesado como antaño.
¡PERSONA!
El sistema de combate en Persona 5, por su parte, permanece bastante inalterado. Se trata de un sistema por turnos, que tiene ciertas mecánicas, como recordar tus acciones anteriores, o dejar que la máquina controle a tus compañeros según unos parámetros establecidos si se desea, para agilizar todo el proceso. No obstante, es un sistema ya bastante dinámico de por sí.
Como ya sucedía en el pasado podemos atacar con nuestras armas o utilizar objetos, incluso huir, pero las protagonistas son siempre las Personas. Estas criaturas, de las que sólo el héroe es capaz de utilizar varias, son las que tienen a su disposición toda una variedad de ataques mágicos. Además, también tienen niveles, y aprenden nuevos poderes a medida que progresan con la experiencia. Cada una tiene asociado un elemento al que es débil, y otro en el que es fuerte, como los enemigos. Esto es importante, porque cuándo se golpea a la debilidad de un enemigo, no solo se hace más daño, también se recibe un segundo ataque de regalo, y así sucesivamente siempre que sigamos haciendo daño con ese elemento en cuestión. Pero esto también lo podemos sufrir nosotros.
Sin embargo, todo esto son sistemas que ya conocerán los veteranos, y que irán descubriendo los que se aproximen a esta saga por primera vez. Así pues ¿qué hay de nuevo? Pues un par de añadidos bastante interesantes. El primero de ellos son la inclusión de las armas de fuego. Cuentan como un nuevo tipo de daño, así como un nuevo tipo de acción. Cada personaje tiene una propia, y todas ellas cuentan con munición limitada. No se recargan hasta que no abandonamos el Palacio, pero podemos disparar más de una vez en un solo turno.
La segunda de las novedades es la posibilidad de hablar con los enemigos. Esta característica ya estuvo presente en algún juego de Persona anterior, y es una seña de identidad de la franquicia Shin Megami Tensei, la serie de JRPGs de la que Persona nació como un spin-off.
Ahora, cuando los enemigos se encuentren aturdidos, o consideren que están en una situación insalvable, buscarán parlamentar con nosotros. En estos diálogos, si logramos ofrecer las respuestas adecuadas teniendo en cuenta la personalidad de cada monstruo, podremos obtener uno de hasta tres beneficios diferentes. Puede que nos den dinero, o algún item, siempre bienvenido, pero lo que verdaderamente querremos en situaciones como esta es que nos cedan su poder, de manera que a partir de entonces se conviertan en una de nuestras Persona, y podamos convocarlas al combate cuando deseemos.
Es esta una de las pocas maneras de añadir nuevas Personas a nuestro arsenal. La otra es mediante la fusión de varias de ellas. Este sistema repite intacto, y como ya es habitual, habrá que visitar la conocida como Velvet Room para registrar las Personas capturadas, y fusionarlas entre sí. El resultado son Personas de mayor poder, aún más dependiendo del nivel que tengamos con el Confidente al que pertenece ese tipo de criatura. Estas nuevas Personas, además, podrán heredar algunas de las habilidades de las originales. Como decimos, permanece inalterado.
PURA BELLEZA VISUAL
Ya hemos comentado con anterioridad la cantidad de tiempo que ha transcurrido desde el último juego principal de la franquicia Persona. Resulta evidente, pues, que Persona 5 es un juego gráficamente muy superior a Persona 4. Pero también es un juego originalmente desarrollado en exclusiva para PlayStation 3. No sería hasta tiempo después que Atlus decidió trasladarlo también a PlayStation 4, y eso se nota. Se nota porque no es un portento gráfico como si lo es, por ejemplo, Final Fantasy XV. Sin embargo, el diseño artístico del juego es tan arrebatadoramente bonito, que resulta un título, a nuestro juicio, más atractivo a nivel visual que el juego de Square Enix.
Todo en Persona 5 está realizado con un gusto excelente en lo visual. Desde las ilustraciones de los personajes, hasta los menús. También las pantallas de carga, o incluso los menús posteriores a una victoria en batalla. Las transiciones entre los palacios y los combates son inmediatas, sin fundidos de ningún tipo; y son preciosos los cuadros de diálogo, la introducción del juego, los menús de las tiendas, los menús en los combates, el diseño de los enemigos… Todo, absolutamente todo, y no exageramos, es bello hasta el extremo y tiene un diseño precioso. Entra por los ojos con fuerza, y se queda grabado en la retina.
Pero, aparte del diseño artístico, también hay un gran trabajo en lo puramente técnico. Con un motor cel-shaded que nos recuerda a lo visto en Catherine, otro juego de los mismos creadores durante la pasada generación. Las animaciones están están muy logradas, y el juego se atreve a realizar escenas de vídeo también con el motor del juego, cosa que no se había visto en lo anteriores. También los escenarios están logrados, y son una recreación casi perfecta de muchas calles y lugares emblemáticos de Tokio. Además siempre están plagadas de gente, como debiera ser. Y todo esto, el juego lo mueve sin sufrir ralentización alguna y con un rendimiento sobresaliente.
Y DELICIA EN LO SONORO
El sonido ha sido siempre otro de esas señas de identidad de Persona, y la quinta parte no es diferente en este sentido. El juego despliega una gran cantidad de efectos de sonido bien implementados y de gran calidad. La invocación de las Personas, los ataques de distinta índole, todos tienen sus efectos sonoros asignados, y hacen de las batallas un espectáculo. Los escenarios, por sus parte, tienen también su repertorio, y se crea un ambiente muy logrado, tanto si es el de una bulliciosa ciudad como Tokio, o un siniestro Palacio de una realidad alternativa.
Por su parte, el doblaje al inglés se nota que se ha supervisado con detalle, y se ha buscado ofrecer la mejor experiencia posible. Aunque no sea a nuestro idioma, se agradece que sus creadores se hayan molestado en intentar que la versión Occidental sea tan buena como la japonesa. De todas formas, si se prefiere, también han puesto a nuestra disposición, de forma gratuita, un DLC con el doblaje original japonés, si se desea escuchar el juego en su versión original.
Del mismo modo, la banda sonora es maravillosa. Compuesta por temas nuevos, y muchos otros ya conocidos de juegos pasados, no nos sorprende que en su país de origen se celebren conciertos de este repertorio. Resulta complejo destacar alguna, cuándo todas acompañan a la acción de un modo tan perfecto, y al mismo tiempo supone tan grato escucharlas fuera del juego. Desde las tonadas que suenan durante los combates, a las más relajadas piezas que nos acompañan en el instituto. Una delicia.
CONCLUSIÓN
Llevábamos largo tiempo esperando este juego, y ha merecido la pena, cada día de espera. Persona 5 es una de esas experiencias inolvidables que de vez en cuando nos brinda esta industria. Es tan redondo en todas sus facetas que nos tienta otorgarle la nota máxima. Vuelve a cautivarnos con una historia para el recuerdo, una jugabilidad que solo esta serie sabe plantear de una manera tan perfecta, y un trabajo audiovisual exquisito que pocas veces hemos visto. Solo sentimos que no esté traducido, pues es una pena que mucha gente no vaya a poder disfrutar por completo del que es, de lejos, el mejor JRPG de esta generación.
El presente análisis se ha realizado con una versión para PlayStation 4 de Persona 5. No os podemos proporcionar un vídeoanálisis porque el juego tiene bloqueada la función Share, y por el expreso deseo de Atlus de evitar posibles spoilers.
Historia - 99%
Jugabilidad - 99%
Gráficos - 99%
Sonido - 99%
99%
Llevábamos largo tiempo esperando este juego, y ha merecido la pena, cada día de espera. Persona 5 es una de esas experiencias inolvidables que de vez en cuando nos brinda esta industria. Es tan redondo en todas sus facetas que nos tienta otorgarle la nota máxima. Vuelve a cautivarnos con una historia para el recuerdo, una jugabilidad que solo esta serie sabe plantear de una manera tan perfecta, y un trabajo audiovisual exquisito que pocas veces hemos visto. Solo sentimos que no esté traducido, pues es una pena que mucha gente no vaya a poder disfrutar por completo del que es, de lejos, el mejor JRPG de esta generación.
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