MOSCÚ (AP) – Enfrentado a una cruda elección entre involucrar a Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia en combate o mirarlos pasivamente golpear a su aliado, el presidente Vladimir Putin ha optado por la ruta pacífica. Esa respuesta cautelosa puede afectar la imagen del hombre duro del líder ruso, pero no socavará sus logros en Siria ni erosionará su autoridad en casa.
El Kremlin había advertido a Washington que Rusia rechazaría cualquier ataque que pusiera en peligro a sus hombres en Siria, y Occidente respetó la línea roja avisando con anticipación del ataque del sábado, tal como lo hizo hace un año cuando atacó una base aérea siria. Rusia se había quedado parada en ese momento, pero esta vez, había amenazado con tomar represalias.
Tal enfrentamiento podría haberse descontrolado rápidamente, un escenario extremadamente peligroso que fue ampliamente comparado con la crisis de los misiles en Cuba en 1962, cuando el mundo escapó por un conflicto nuclear.
“Con nuestros aliados, nos aseguramos de que los rusos fueran advertidos antes de tiempo”, dijo la ministra de Defensa de Francia, Florence Parly. La huelga encabezada por Estados Unidos fue una respuesta a un presunto ataque químico contra civiles en la ciudad siria de Douma el 7 de abril. Rusia dijo que sus expertos no encontraron rastros de agentes químicos.
Un alto funcionario francés señaló que el presidente Emmanuel Macron no le habló a Putin sobre las huelgas cuando hablaron por teléfono el viernes, pero “ciertos mecanismos de desconfianza” ya habían sido activados por ese punto, y “ambos sabían que una nueva fase iba a ir”. para comenzar rápidamente “.
Putin condenó las huelgas del sábado como un “acto de agresión” que empeorará la catástrofe humanitaria en Siria y tendrá una “influencia destructiva en todo el sistema de relaciones internacionales”. Criticó a Washington y sus aliados por atacar sin esperar a que los inspectores del grupo internacional de control de armas químicas visiten Douma, en las afueras de Damasco.
El ejército ruso dijo que sus defensas aéreas en dos bases en Siria rastrearon los misiles entrantes, pero no los atacaron.
Las redes sociales rusas zumbaron el sábado con enojados comentarios nacionalistas criticando a Putin por no proteger a su aliado. Pero la televisión estatal se centró en criticar a Occidente por actuar sobre la base de lo que Moscú llamó un ataque químico falso.
El estricto control del Kremlin sobre los medios ayudará a Putin a evitar cualquier daño significativo a su imagen cuidadosamente nutrida de un líder fuerte.
De hecho, su postura cautelosa podría aumentar aún más su popularidad en medio de los temores de una guerra que barrió a Rusia. En los últimos días, los medios estatales han estado ofreciendo consejos sobre cómo comportarse en un conflicto nuclear y qué suministros llevar a los refugios antiaéreos.
La mayoría de los rusos ahora darán un suspiro de alivio y se sentirán agradecidos con Putin por retirarse del borde. Los canales de televisión estatales compararon lo que describieron como la acción imprudente del presidente de EE. UU. Donald Trump con la postura responsable y de estadista adoptada por Putin.
Fyodor Lukyanov, jefe del Consejo de Políticas Exteriores y de Defensa, una asociación de expertos en seguridad y política exterior rusa, dijo en la televisión estatal que la advertencia de Moscú de devolver el golpe “claramente no ha pasado desapercibida para el Pentágono, y la huelga fue bastante cuidadoso.”
El Kremlin también utilizará la crisis para avanzar en su narrativa de un Occidente agresivo que hunde al mundo en el caos y hace caso omiso del derecho internacional. Funcionarios y legisladores rusos lo compararon con la invasión de Irak en 2003, que se inició con las afirmaciones de que Bagdad estaba desarrollando armas nucleares sospechosas, alegaciones que resultaron ser falsas.
Los comentaristas de la televisión estatal argumentaron que Trump y la primera ministra británica Theresa May lanzaron el ataque para distraer la atención de sus problemas políticos en casa.
Por ahora, Putin ha limitado su respuesta a convocar una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
No se anunciaron inmediatamente medidas militares, pero en una advertencia clara a los EE. UU. Y sus aliados, el coronel general Sergei Rudskoi del Estado Mayor del ejército ruso dijo que Moscú podría impulsar los activos de defensa aérea de la era soviética con baterías de estado de la -art misiles S-300. Señaló que Moscú hasta ahora ha tenido en cuenta las solicitudes occidentales de no entregar los misiles a Damasco, pero dijo que ahora puede reconsiderar.
Rudskoi agregó que Moscú también podría suministrar misiles de largo alcance a otros países no identificados, una posible referencia a Irán que ha recibido entregas de S-300 en el pasado.
La declaración estaba claramente dirigida a desalentar a Occidente de más ataques a Siria que podrían poner en peligro las ganancias de Assad en el campo de batalla, donde el apoyo ruso le ha ayudado a asegurar el control de la mayoría de las áreas estratégicas.
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NOTA DEL EDITOR: Vladimir Isachenkov cubrió a Rusia para The Associated Press desde 1992.
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La periodista de Associated Press Sylvie Corbet en París contribuyó.
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