Las aventuras de terror, supervivencia, y apariciones del mal allá, son desde hace tiempo un recurso muy bien llevado y agradecido por parte de muchas desarrolladoras, y más cuando se viene de una primera entrega que cumplió bastante bien con lo que proponía, es decir sustos y tensión, y que puso en mi radar del género al estudio Stormind Games.
Por ello, tenía mucha curiosidad en ver a donde me podía llevar mis niveles cardiacos con una segunda entrega, y la verdad y sinceramente estos problemas cardiacos han llegado más por problemas del juego, que por miedo que este me haya trasmitido, y que por desgracia os voy a tener que contar.
NOTA: 4'5
Para que entendáis un poco de que va el tema, os digo que os vais a encontrar con un juego en tercera persona, donde la movilidad pausada, los momentos de ocultación, y ante todo el sigilo, se mezclan para dar ese estado de tensión que la debilidad ante el poderío de lo desconocido siempre conlleva.
Y es que jugablemente me he encontrado con un juego que intenta llevar adelante todo este tipo de posibilidades de una forma que por desgracia se ha vuelto especialmente errática e incluso desesperante en partes. Y es que dentro de que posee un control con el que te puedes hacer fácilmente, a la hora de implementarlo y hacerlo efectivo todo se vuelve un auténtico caos.
El juego basa gran parte de su movilidad y concepto jugable en el sigilo, ya que la debilidad de nuestra protagonista, y el poderío de nuestros enemigos, es más que palpable. Por lo que se presenta un modo no especialmente complejo ni profundo, pero efectista. Y es aquí donde empieza a fallar, y es que todo es realmente tosco, los sin sentidos en cuando a la interacción y reacción con los escenarios es constante, realizar cualquier acción puede ser poco ágil e incluso con problema en cuanto al sentido de la interacción con bloqueos anormales, y así un largo etcétera de problemas que terminan por chafar una idea interesante y mil veces vista, que tenía que estar mas que dominada por poco que hubiesen hecho.
Uno de los puntos que introduce esta entrega directamente ligado con el sigilo, es el de la posibilidad de escapar de nuestro cuerpo, el cual nos es especialmente explotado, pero que me ha parecido de esos detalles que más pulido están, y que en situaciones como algunos puzles de entorno funciona correctamente.
Cosa que nos lleva a la siguiente mecánica, que, aunque poco eficaz y eficiente es cierto que es posible, e incluso en algunos momentos obligatoria, y esta no es otra que los momentos de acción, los cuales tampoco termina de funcionar especialmente bien. Y es que la forma de actuar de los enemigos es algo errática, a lo que se le une que habrá ciertos momentos donde no sabremos casi ni porque hemos recibidos daños.
Por cierto, aquí se ha añadido algunos objetos que podremos utilizar para escapar, y que curiosamente nos darán la posibilidad de combinar, y hacer objetos mucho mas potentes a su vez.
También se ha incluido un sistema de habilidades que, aunque poco profundo, si nos da ciertas posibilidades de mejora y personalización de nuestro personaje, y que en general nos ayudarán a ser más eficientes a la hora de superar diferentes retos.
El juego conceptualmente no es difícil, pero el poco pulido de las mecánicas, si terminan por complicar en ciertos momentos demasiado las cosas, y más en un juego donde la precisión debería ser parte importante de nuestra forma de actuar. Por demasiadas paradas, errores y en general bugs tanto en el apartado jugable como técnico, que dudo mucho que puedan ser corregidos, el juego me ha terminado durando en torno a las seis horas.
En la parte de la historia, sería interesante que hubieseis jugado a la primera entrega, ya que bebe de un universo muy particular, donde las referencias son constantes a este son obligatorias de tener claras dentro de las paranoias mentales que siempre suelen venir pegadas a estas narrativas.
Respecto a la historia en sí, es interesante, muy intrigante, y con momentos bien llevados. Donde una narrativa correcta, un guion "agradable", y la buena utilización de las líneas temporales para explicarnos situaciones y momentos de todo lo que nos rodea le dan más consistencia a esta. Por lo que en general, es de lo mejor del juego sin lugar a duda.
A nivel visual, el juego cumple por partes. Y es que el trabajo de diseño artístico, de los personajes, enemigos y escenarios está bien llevado, e incluso por momentos me ha gustado mucho su trabajo de diseño y recreación de estancias y situaciones en general. Destacando además un buen trabajo en la parte de la iluminación y las sombras, un clásico trabajo en este tipo de juegos.
Por desgracia, los problemas técnicos son más que palpables, y no tanto a nivel visual, como a nivel de físicas y comportamientos de los objetos, que son demasiado erráticos. Y todo junto a una cámara que nos deja en demasiados momentos muy vendidos.
La parte sonora está bastante bien lograda. Con una banda sonora que se encaja perfectamente con las situaciones que estamos viendo en pantalla, y que se une a un buen trabajo de ambientación y sonido. Eso sí, sufriendo en muchos momentos cortes o descoordinaciones, que chafan la intensidad sonora de la situación. Por cierto, el juego llega con textos a nuestro idioma, cosa que agradecemos, pero como no podía ser menos, tienen algunos problemas de traducción.
En definitiva, y para terminar de aclarar este cúmulo de sensaciones erráticas y terroríficas a partes iguales. Comentaros que me he llevado un gran chasco ante un producto que no entiendo muy bien como ha llegado a salir así al mercado, y como sencillamente no han seguido la buena estela que le dejo su sucesor relativamente hace un año.
Y es que, tras una interesante historia de terror, un correcto trabajo técnico, y algunas ideas interesantes, se han mezclado y dejado de trabajar un numero de errores indeterminado, lleno de momentos que parten el juego, y que terminará a muchos por hacerlos abandonar una Experian que bien llevada hubiese valido mucho la pena, pero que en estas condiciones no puedo recomendar.
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