El tercer DLC del juego, a análisis.
Ayer se publicó el tercer DLC de Shadow of the Tomb Raider, disponible con el pase de temporada o mediante adquisición independiente. Semanas después del lanzamiento del segundo contenido descargable, llega ahora La Pesadilla, la tercera entrega de los DLC’s mensuales.
El regreso del cooperativo vuelve por todo lo alto, muchísimo mejor implementado que en el primer DLC, La Fragua, con un nuevo personaje secundario y diversas rutas a escoger por el jugador para completar la tumba de desafío. Asimismo, esto permite que el tiempo de juego sea mayor, porque puede hacerse tanto en solitario como en cooperativo y de muchas maneras, lo cual hace que la duración total del contenido descargable amplíe considerablemente.
La Pesadilla nos ofrece una aventura completamente nueva que tiene como objetivo ampliar la experiencia del juego principal, incluyendo una misión secundaria y una tumba de desafío localizadas en la ciudad oculta de Paititi y la Mansión Croft. Las recompensas por jugar y completar este DLC son un traje y su variación, un piolet y la habilidad Aliento Blanco.
El cooperativo está muchísimo mejor implementado en este DLC que en La Fragua, porque gracias a él podemos, como recalco en varias ocasiones debido a su importancia, seguir varias sendas y vernos ayudados a salvar obstáculos y cruzar abismos con las acciones de nuestro compañero. Es de vital importancia tener sincronización entre ambos, porque sin ella nos quedaremos atascados en la parte final de la tumba una y otra vez. Está claro que se ha sabido dar una mayor importancia y un mejor rendimiento multijugador en este contenido.
De nuevo, este DLC es más largo que los dos anteriores, haciendo que la experiencia de juego sea más extensa y toque varios palos. La inclusión de enemigos (aunque sean puras alucinaciones), agrega un toque de acción en su justa medida así como desafiante y angustioso, porque tan solo estamos armados con una pistola (eso sí, con munición infinita), pero las hordas de enemigos vienen a por nosotros (tanto seres sobrenaturales como solados de la Trinidad), que hace que el contenido sea más completo.
Lo mejor del DLC es un cóctel explosivo entre la misión secundaria (por cómo se genera y localiza esta), y la tumba. Se ha sabido dar un equilibrio a ambas partes del DLC para que, aunque la tumba destaque más por su atractivo y complejidad, la misión secundaria sea digna de recuerdo por la historia que nos cuenta no solo de la historia de Lara, sino también del largo trayecto que hemos recorrido con ella durante la trilogía mediante la aparición de personajes y elementos de anteriores juegos que consiguen hilar mucho más que el juego principal (donde se había olvidado en gran parte de dónde veníamos).
Una vez más, la mayor complicación que el jugador se puede encontrar es jugarlo en Obsesión Mortal (al hacerlo en solitario) y tener que repetir la tumba y la misión secundaria repetidas veces hasta hacerlo sin morir. Igualmente, una buena ejecución de los movimientos y mucha paciencia (pero prisa) son clave para salir adelante y llegar al final del camino.
La tumba, como recalco varias veces a lo largo del artículo, es de las mejores (por no decir la mejor tanto a nivel personal como popular) del juego, tanto por el tamaño de la misma como por su alto nivel de plataformas y puzles a los que debemos hacer frente. Tanto la estrategia como la astucia son dos factores que han de usarse para resolverla sin dar mil vueltas o morir en el intento cada dos por tres. Hay partes “contrarreloj” que también aumentan la dificultad, así que hay que ponerle ojo a absolutamente todo.
Asimismo, volver a ver la mansión Croft aunque sea de esa manera tan “variopinta”, nos invita a creer que tendremos un nueva oportunidad de adentrarnos más en la casa de Lara. Sería una maravilla poder recorrer el interior de sus paredes tal y como hicimos en Lazos de Sangre, uno de los DLC de Rise of the Tomb Raider, con nuevos puzles y áreas que visitar. Eso sí, esta vez teniendo su estructura ya restaurada.
CONCLUSIÓN:
La Pesadilla se alza como el mejor DLC hasta la fecha, retomando el componente cooperativo, con una misión secundaria localizada en la venerada Mansión Croft y una tumba de desafío amplia, enrevesada, complicada y que puede resolverse de diversas maneras y tomando hasta tres o cuatro caminos diferentes dependiendo de las combinaciones de rutas que se escojan; podríamos hablar de la mejor tumba del juego y de la propia trilogía del reinicio. Además, todo el DLC en su conjunto tiene mucho más guion y duración total. Este es el camino a seguir de cara al futuro.
NOTA FINAL: 82/100.
LO MEJOR:
- Buen sistema de plataformas dentro de la tumba de desafío.
- Tumba de desafío, misión secundaria y DLC de gran tamaño y extensión respecto a su predecesor.
- Varios caminos para la resolución de la tumba.
- Probablemente la mejor tumba de toda la trilogía del reinicio.
- Vuelta del cooperativo en línea tras su ausencia en “El Pilar”.
- El regreso, aunque breve, de la Mansión Croft.
- La aparición de enemigos, aunque sean alucinaciones, que no nos lo pondrán nada fácil.
LO PEOR:
- La parte de la Mansión Croft es breve, pero podemos disfrutar de ella desde una perspectiva muy interesante.
- El hecho de que esté incrustada en la campaña principal de la historia pierde algo de contexto para los jugadores que ya han finalizado la campaña en su totalidad.