A Capcom no le hacía falta innovar, ni arriesgar, pero lo hizo, consiguiendo así un título nuevo, desconocido pero glorioso. No cosechó el éxito de Resident Evil, era algo imposible y del que imaginamos que la compañía nipona no se planteó en ningún momento. El juego, se llamó Shantae, y salió para una consola que, al igual que el rey Midas, todo lo que tocaba (o casi todo) lo convertía en oro: Game Boy Color. Capcom no quiso apostar más por la franquicia, pese ir bien y ser conocida en un sector relativamente reducido, pero una empresa de Valencia (pero la Valencia de California, no la nuestra), llamada WayForward, se hizo con los derechos, y no tardó en lanzar un juego para Nintendo Ds. COn el paso del tiempo, y algo más de experiencia, tran haber trabajado en títulos tanto de la portátil de Nintendo como de la de Sony, WayForward nos trae Shantae and the Pirate’s Curse, y nosotros, os presentamos su análisis de las versiones Nintendo 3Ds y Wii U, ambas muy similares, por no decir iguales.
ANÁLISIS
VERSIÓN DISPONIBLE
WIIU – 3DS
VERSIÓN ANALIZADA
WIIU – 3DS
DESARROLLADOR
WAYFORWARD
DISTRIBUIDOR
NINTENDO
VALORACIÓN
8’4
NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS
La historia nos vuelve a meter en el papel de Shantae, la protagonista, la cual recibe la visita de Risky Boots, su némeisis. Si de por sí la visita es mala, si encima viene a informarnos de que nuestra magia de genio se rompió en treinta fragmentos, peor aún. Pirate Master dando guerra, ya que quiere destruir Sequin Land, y nosotros sin poderes… sabemos ya nuestra misión, ¿no?
Shantae and the Pirate’s Curse es un juego de plataforma en scroll lateral, de dos dimensiones, puro y duro. Tan clásico como bueno, y que contiene la esencia en todo momento de lo que un día reinó en este mundillo.
La mecánica es lo que lastra un poco el juego, ya que no solo queda anticuada si no obsoleta. De momento, decimos que como mecánica de niveles, enemigos, y desarrollo de cada fase, perfecto, pero lo malo es que si completamos una misión, debemos volver a hablar con la persona que nos la mandó, algo que a día de hoy resulta muy anticuado y con suficientes medios como para evitarlo.
Por otro lado, el control de Shantae es impecable, preciso justo y llevadero de principio a fin sin la necesidad de adaptarnos ni nada similar. De lo que más nos ha gustado.
La dificultad está presente desde el primer nivel. No es que sea difícil porque prácticamente no tiene mayor complicación, pero a lo largo de nuestra aventura, el juego irá requiriendo nuevas mecánicas y nuevos acertijos de los cuales tenemos que contar con una habilidad más que precisa, y que hará que lo intentemos numerosas veces primero para dar con la tecla, y después, una vez que sepamos cómo se hace, las correspondientes oportunidades para poder superarlo correctamente.
La duración no debe superar las 6 – 8 horas, dando un margen de dos horas a esa dificultad de la que hablábamos. Aunque eso sí, para conseguir el cien por cien del juego, tendremos que echar alguna más, y encima, el juego es totalmente rejugable.
El apartado gráfico bebe mucho de lo retro, aunque pulidos para que no desentonen a lo que hoy día tenemos. El diseño de enemigos, la variedad, y el colorido de todo, hace que el reciclado sea prácticamente nulo, ofreciendo así una variedad en todos y cada uno de los escenarios de las diferentes islas. Sorprendente a decir verdad.
En el apartado sonoro, y en cuanto a la banda sonora, no está un cualquiera. Jake Kaufman es el responsable, y hablamos del mismo que compuso Shovel Kight y quien también ha trabajado en los anteriores títulos de la saga.
Poniendo punto y final, Shantae and the Pirate’s Curse es un juego obligado para los amantes de los juegos plataformeros, que tiene un aire retro de lo más puro que se recuerda y que gustará incluso a los que tomen esta entrega como un juego más de la saga, o uno con el que echar un buen rato, ya que como decimos, sorprende más de lo que uno se puede llegar a esperar.
LO MEJOR
-El control
-La esencia
LO PEOR
-Mecánicas anticuadas