por MBA. Martín Taype Molina
Como es de público conocimiento, ya inmersos en la tercera década del Siglo XXI, nos encontramos ante un contexto económico y geopolítico incierto, debido a diversos factores como los riesgos de un conflicto global mundial entre EE.UU y la OTAN vs. Rusia, China, Irán, Corea del Norte y sus aliados, una inflación y recesión global, y el impacto de la pandemia del Covid-19 que continua con nuevas variantes, golpeando especialmente el hemisferio norte, como China, que en la primera quincena de enero del presente año 2023 reporto 60 mil muertes en un mes y Japón que reportó más de 8 mil muertos entre el 1 y 22 de enero, habiendo un serio riesgo de que pueda expandirse un rebrote en todo el mundo. Por lo que se mantiene la Emergencia Sanitaria Internacional según la Organización Mundial para la Salud (30.01.2023).
En tal sentido, no solo las organizaciones deben adaptarse a los cambios, sino también las personas, quienes para mantenerse vigentes y competitivas en el mercado, deben de haber identificado plenamente sus pasiones, su misión y visión personal y profesional.
Para ello debemos trazarnos las estrategias adecuadas que nos permitan
alcanzar nuestras expectativas, sin embargo es muy importante tener
claramente definido donde nos encontramos en este momento. Es decir saber bien desde que lugar estamos partiendo para así poder establecer las
estrategias más adecuadas y tener una referencia de cuanto tiempo nos
demandara ejecutarlas.
De esta manera debemos realizar un Análisis Situacional Personal, lo que
implica estudiar minuciosamente donde estamos hoy y compararlo con donde queremos estar en el corto, mediano y largo plazo. Para ello existen diversas herramientas que nos pueden ser de utilidad, como un autoanálisis, también un diagnostico FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) personal nos podría ayudar, pero en esencia necesitamos:
a) Definir nuestra visión lo más lejos que podamos.
b) Determinar mediante herramientas de diagnostico personal como nos
encontramos y que tan lejos estamos actualmente de nuestra visión.
c) Establecer las estrategias para cerrar la brecha que existe entre nuestra
situación actual y la situación futura que esperamos tener.
Ello implicara dejar atrás algunas actitudes y desarrollar nuevas aptitudes,
cambiar algunos hábitos e incorporar otros que nos permitan desempeñarnos con mayor efectividad y eficiencia.
El Análisis Situacional Personal, debemos realizarlo de forma periódica, como mínimo cada año, pero dado el difícil e incierto contexto económico y
geopolítico en donde nos encontramos, donde lo único constante es el cambio, debemos estar preparados para realizar un Análisis Situacional Personal, en cualquier momento, para así tomar las acciones adecuadas de manera oportuna de forma tal que ante cualquier contingencia del contexto, estemos preparados.
Es decir, estar en la capacidad de poder corregir nuestras acciones en
cualquier momento si es necesario, no esperar el final del año para poder
analizar nuestra situación para poder tomar las decisiones adecuadas y tener que lamentarnos de lo que podíamos haber hecho oportunamente.
Nunca debemos perder la perspectiva de que es lo que queremos conseguir y cuanto nos estamos acercando a ello.
Finalmente, a partir de nuestro Análisis Situacional Personal debemos definir claramente un Plan de Acción detallado que defina claramente que es lo que vamos a hacer para alcanzar lo que queremos. Este Plan debe tener básicamente una descripción de nuestra situación actual, una descripción de como nos queremos ver a futuro y las estrategias que vamos a tomar, así como la periodicidad en la cual vamos a realizar nuevos análisis situacionales, teniendo en cuenta que debemos estar preparados para realizarlos en cualquier momento.
MBA. Martín Taype Molina
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