ANÁLISIS: Somerville

Una intima ciencia ficción

Interesante, particular e incluso confusa, lleva siendo desde hace años cierta parte del sector indie a la hora de plantear la narrativa y la expresividad dentro de los juegos. Y es que la abstracción y reducción del contexto, junto a una parte meramente artística, han sido capaz de concordar y tener sentido juntas en obras que nos han marcado, y en las que se toma como ejemplo principal a Limbo.

Pues ello es justamente lo que viene a expresarnos estén pequeño estudio llamado Jumpship, junto a estén particular y único S omerville, del cual os quiero hablar en las siguientes líneas con mayor profundidad, y trasmitiendo esas sensaciones que solo este tipo de juegos sabe exponer.

Las primeras líneas de este análisis las quiero dedicar a su narrativa. Y es que como ya he comentado, el juego entra dentro de esas obras que saben expresar mucho con poco. En la que se une la narración a una buena visualización de imágenes y momentos muy intensos que suelen tocar la fibra sensible.

Y es aquí donde entró con esta narrativa. La cual nos propone una emotiva historia de ciencia ficción. Donde el enlace entre temas personales, invasiones alienígenas, poderes únicos, y abstractas situaciones, se mezclan ante nuestros ojos, haciéndonos explotar la cabeza para bien y para mal. Y siempre sabiendo plantear la duda, y una constante intriga por la causa alíen y la desaparición de nuestra familia, nuestra principal motivación dentro de esta aventura.

Una narrativa que sabe cómo sacar lo mejor de ella en todo momento. Con una ambientación y una expresividad contextual que es capaz de transmitir por sí sola. Y con una trama que pese a sus buenas intenciones y su expresiva cualidad narrativa, me ha terminado pareciendo demasiado críptica. No sabiendo si por culpa mía o del guion. Pero esta claro que dudas me ha dejado... Eso sí, también me ha emocionado.

Por lo que conlleva la parte jugable. Esta nos acerca a una concepción bidimensional con cierta profundidad. Donde la mezcla de situaciones puramente visuales, plataformas y puzles, nos llevan por un mundo totalmente calamitoso que nos mantiene el alma en vilo. Y donde unos poderes especiales transmitidos por uno de estos visitantes, van a hacer de nuestra aventura algo bastante más particular de lo que era de esperar. Concibiendo un buen esquema de situaciones y de momentos de calmada tensión, en unos bien diseñados y estructurados niveles que nos pondrá retos de entornos de variados tipos.

Personalmente me han parecido muy interesantes los puzles de entorno. Con un nivel muy bien medido para que la narrativa fluya. Y donde las físicas. La utilización y objetos de los entornos. Y la capacidad especial, gracias a los extraterrestres, de solidificar y licuar diferentes materiales. Van a dar mucho de sí a la hora de plantear una serie de escollos, no especialmente complejos. Mención especial se merecen unas situaciones algo más frenéticas de huida con las que nos encontramos de vez en cuando. Y que pese que quedan genial y dan un punto diferente a la mecánica jugable y a la expresión de las situación que nos rodea.

Uno de los mayores problemas con los que me he encontrado, es con el control. No siendo para nada fino y preciso. Cosa que en ciertos momentos de interacción puede desesperar. Y más cuando el entorno tampoco ayuda debido a ciertos problemas en física particularmente.

Por el resto, es una aventura muy fluida. Con momentos de todo tipo. Que es capaz de transmitir por sí sola. Y que sabe encajar bien los momentos de acción, reflexión o tensión. Y todo ello en un poco menos de cuatro horas, que nos dejan pensativos y algo confusos ante una sucesión de imágenes tan potentes.