ANÁLISIS: Strayed Lights

Luchando desde la primera chispa

El universo indie no para de girar con propuestas de todo tipo. Siendo como siempre muy llamativa cuando está se encamina a la acción más frenética y llena de matices. Por ello quiero presentaros Strayed Lights. El juego desarrollado por el estudio Embers, que sin dudarlo llama mucho la atención y nos pone en el camino de una particular aventura llena de matices, sensaciones, y cualidades, que bajo el concepto de la chispa de la vida, nos va a llevar a una experiencia tan particular como original, pero con flecos que nos mete bajo una oscuridad que me ha terminado superando.

Ya dentro del juego. Hay que empezar a darle sentido en primer lugar a una de sus principales bases como es la narrativa contextual de Strayed Lights. Una de esas experiencias tan particulares, que terminan por volverse abstractas y confusas, bajo unas comunes premisas donde la luz y la oscuridad vuelve a formar parte importante de una lucha que hemos visto miles de veces de ciento de maneras diferentes. Siendo curiosos esta vez que llega partiendo desde los propios inicios de la creación de la llama de la vida. Marcándonos nuestro propio camino, el sentido a nuestra existencia, y el entender el mundo al que hemos venido a nacer.

Una de esas historias que nos obligan a interpretar, a crear especulaciones mentales, y a abrir nuestra mente a un camino que nunca terminaremos de entender.

Jugablemente nos presenta una aventura de acción con unas nociones muy bien planteadas a nivel de métodos que quiere llevar adelante. Y todo ello en un mundo de gran tamaño bajo un corte lineal. ¿A que suena bien? Ciertamente, pero por desgracia la cosa no se resuelve para nada tan bien.

Y es que Strayed Lights es una suma de factores que en no más de seis hora, nos lleva por un cúmulo de desilusiones que la verdad no me esperaba.

Pero no quiero empezar hablando mal, sino yo quiero comenzar hablando de ese sistema de combate que os he nombrado. En el que vamos a tomar como mecánica, las posibilidades de alternar entre nuestro estado de fuego o de luz. Conllevando con ello la necesidad de utilizarlo de forma sabía contra los enemigos, los cuales tendrán las mismas cualidades, más una tercera opción... la corrupción, ante la que solo nos quedará huir.

Estos se nos plantea bajo un control bien mapeado. Que vive especialmente del bloqueo y de la esquiva. Teniendo que realizar cambios y acciones rápidas para darle sentido a los contraataques y opciones de recarga de energía. Donde una línea de poder, se irá rellenando para llevarnos a unos potentes ataques que destruyan a esas monstruosas formas en la que se presentan los enemigos.

Unos enemigos que sin ser demasiados y variados, si se diferencian entre los comunes, y aquellos especiales que en forma de grandes jefes, nos llevará a situaciones que tendremos que saber gestionar y entender cómo se comportan ante nosotros. Siendo uno de los puntos más importantes del juego, pero también uno de los que nos va a dar más problemas. Y es que en un juego donde el bloqueo y la esquiva forman parte esencial de combate, el tempo y las actitudes de los enemigos son tan erráticas e inconsistentes. Siendo realmente difícil cogerles el tempo de golpeo, y con ello volviéndose muy caótico cada combate. Pero peor es aún cuando estos combates son contra varios enemigos. Un caos que ya os digo que os va a costar mucho trabajo adaptaros. Y más, cuando la reacción de los controles tampoco es para nada precisa y ágil, y encima nuestros golpes no suponen ningún tipo de daño reseñable. Sólo siendo motivante esas recargas de energía que supone el hacer bien los bloqueos.

Como punto curioso, os tengo que hablar de esos ataques definitivos que se producen a la hora de acabar con los enemigos. Siendo en los enemigos comunes una sola pulsación tras rellenar una barra. Y cambiando en el caso de los jefes finales, donde se introducen mecánicas de quick time event, como ataque final. Siendo un espectáculo verlo todo en movimiento.

Por otro lado os tengo que hablar del diseño de escenarios. Los cuales me han resultado demasiado vacíos y faltos de indicaciones. Obligándonos a dar paseos sin sentido entre la desorientación y la necesidad de saber que tendremos que hacer a continuación. Siendo una de las pocas motivaciones principales, el encontrar una serie de fragmentos con los que podremos potenciar a nuestros personaje con ciertas habilidades.

En definitiva, dentro de este apartado jugable solo me queda deciros que el juego puede durar entorno a unas seis horas. Con una dificultad no especialmente alta. Pero si con esas complicaciones que nos amarga mucho momentos por su mala implementación. Y donde ciertos toques souls van a dar un punto de motivación por crecer como luchador.

APARTADO TÉCNICO GRÁFICO

Por lo que respecta al apartado visual. Este posee muchos claros y oscuros. Con un diseño de personajes bastante cuidados, y con estéticas muy particulares. Donde los efectos de luces y elementos son bastante llamativos. Pero que por desgracia sufren de unos decorados que pese a tener en general un buen diseño artístico, cuando uno entra a verlo en detalles descubre lo vacíos que están, el potencial poligonal que poseen, y unos texturizado que deja bastante que desear.

SONIDO

La parte sonora me ha gustado especialmente por su ambientación y por una implementación musical bastante particular y potente. Que sabe dar sentido a cada momento y mucho ritmo a esos espectaculares momentos.