Análisis: Styx Master of Shadows

La desarrolladora francesa Cyanide Studios lanza un título que recuerda a una de las franquicias más conocidas de Ubisoft. No sería justo la comparación ya que el presupuesto de ambas no se puede comparar, pero si hablamos y nos centramos del juego en cuestión, Styx: Master of Shadows, decimos de ya que estamos ante un gran juego que, pese hay que mejorar ciertos puntos importantes, merece la pena probar. Vemos lo que nos trae consigo esta apuesta francesa.

Al ser un juego relativamente corto, no podemos desmenuzar mucho la historia. El resumen, y breve, es que estaremos en la piel de Styx, un goblin que tiene como amo un elfo cualquiera, y que tiene cierto problema con los malos del juego, los humanos. Situados en Akenash, una fortaleza en la que solo se puede tanto entrar como salir en un aeroplano. En dicho lugar, se encuentra un árbol que su savia es un ámbar con poderes incalculables. Los humanos lo protegen y los elfos lo extraen. Un pacto un tanto arriesgado, ya que al romperse una de las partes…

Como tipo de juego, Styx ha dado en el clavo. No ha innovado, pero el planteamiento de la historia junto con su infiltración y el sigilo han sido un acierto de lleno. No es que sea muy común ver a los goblins enfrentándose a millones de enemigos.

La mecánica y el control es algo que desgraciadamente no se ha trabajado al máximo. O al menos, no han conseguido satisfacer al jugador. Si bien decimos que la infiltración y el sigilo es una buena combinación, destacamos negativamente que es lo único que podemos hacer en este juego. De un punto a otro, haciendo una pequeña misión y seguir adelante con la historia. Algunos mecanismos están en lugares inusuales para poder realizar alguna de la técnica de nuestro protagonista, y eso es algo que ha causado una monotonía impresionante en el título. Por otro lado, el control no responde con exactitud las órdenes que se le vayan indicando a nuestro personaje.  Además, algunos objetos de la sala interactúan y otros no. Es decir, en casos, el tocar una silla hará que el ruido de la misma llame la atención al guardia más lejano, mientras que en cambio, el mover la misma silla en otros lugares no reaccionará en nada. Algo ilógico en estas fechas y tratándose de un título exclusivo para la nueva generación de consolas. Por otro lado, los combates son pésimos, ya que si nos descubren obligatoriamente podemos defendernos y atacar justo cuando el quick time event nos obligue. Algo que quita agilidad en la lucha.

Si bien es verdad que en la nueva generación se espera una mejora abismal de la inteligencia artificial, destacamos que Styx no cumple ni siquiera el requisito mínimo. Estando en una sombra, por muy cerca del guardia que estemos y por mucho que nos acerquemos y movamos al lado de ellos, no nos verán. No es algo que acompañe a la jugabilidad, ya que esto hace que el juego no  ponga trabas y la dificultad del mismo sea nefasta, y más si le añadimos los movimientos lineales de los guardias y la cantidad de sombra que hay por todas las salas.

La duración de Styx no superará las diez horas en una dificultad media, aunque como siempre, los coleccionables harán que ampliemos el tiempo de juego en no más de 20 horas para conseguirlo al cien por cien. Una duración un tanto razonable para que no se vuelva demasiado monótono.

Llegando al apartado técnico, destacamos con creces uno de los dos apartados, el visual. Cierta profundidad en los escenarios, unidos de una luminosidad abundante y con un diseño de los escenarios especiales hace que Styx cumpla sobradamente las expectativas puestas en su apartado gráfico.

En cambio, el apartado sonoro a veces resulta un poco triste, y con síntomas de soledad. Sí es verdad que hay que tener cierta concentración en un juego de sigilo para escuchar los efectos de sonido que son medianamente buenos, pero no gusta jugar solo con el silencio de Akenash

Ponemos punto y final a este título diciendo que Styx: Master of Shadows en un título aconsejable para echar varias tardes, pero que caerá fácilmente en el olvido e incluso antes de lo normal. Un juego un tanto caro en relación calidad-precio, pero que en una buena oferta, no hay que dudar comprar bajo ninguna circunstancia.

LO MEJOR

-Apartado grafico

-Historia

LO PEOR

-Los combates

-La IA del enemigo

“Nuestra forma de valorar los juegos“

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