ANÁLISIS: Sword of the Necromancer

Resucita tu amor por las mazmorras

Seguimos dándole fuerte a la indie-moda de los roguelike. Y es que la maraña de juegos del género sigue siendo una autentica locura dentro del catálogo que los pequeños estudios nos propone cada mes. Y que, por norma general, alcanzando un muy buen nivel.

Uno de estos notorios proyectos que llevo siguiendo muy de cerca es el del estudio español Grimorio of Games. Que tras pasar bastantes meses en acceso anticipado. Y pasar por una campaña de financiación. Ya tiene desde hace unos días su esperado Sword of the Necromancer en el mercado en su versión definitiva. Y con ello, una interesante propuesta dentro del género, que os aseguro que los amantes de este concepto van a saber apreciar.

NOTA: 7

Este Sword of the Necromancer es un juego que combina y completa diferentes estilos de juego, bajo un concepto general de roguelike con claros tintes roleros, y mucho mazmorreo que se genera de forma aleatoria. Con una clara y original mecánica basada en nuestros poderes de necromante. Que no es otro que la posibilidad de traer de la muerte a todo bicho que acabemos con él en cualquier batalla.

Así que una vez entendido el concepto. Toca enfundarnos nuestro equipo. Y empezar a buscar la forma de salir de cada mazmorra. En donde nos encontramos con los muy variados enemigos, que sin dudarlo son lo mejor del juego. Y no solo por su variedad, y sus más que buenos jefes finales. Sino por la importancia que tienen para nosotros mismos como necromante.

Está claro por tanto que todo se va a basar en el combate. Este pese a no ser demasiado complejo de manejar, si es cierto que hay que cogerle bien el tiento y los conceptos de movilidad de nuestro personaje. Y es que posee un sistema de control que nos permite desde atacar y defendernos, hasta realizar esquivas. Y todo gracias al potencial que iremos desbloqueando cada vez que repitamos la aventura. Y al variado armamento con el que nos iremos topando, y que tendremos que saber gestionar muy bien en nuestro demasiado pequeño inventario.

Está claro que no puede faltar la parte rolera. Y es que nuestras capacidades, opciones, y potenciales irá subiendo a medida que vayamos superando cada zona. Cosa que se notará también en nuestros acompañantes monstruosos, con su aumento de potencial y sus mejoras en los diferentes poderes que posean dependiendo de la clase que sean.

Una parte rolera que tiene especial relevancia es cada vez que pasamos por el altar. Una zona en la que podremos gestionar nuestro equipo, leer tranquilamente sobre la historia y los monstruos, y por lo general, tomarnos unos momentos de sosiego para regresar a esas mazmorras que tantos quebraderos de cabeza nos van a dar.

Como curiosidad deciros que el juego se puede jugar con un amigo de forma cooperativa, cosa que lo hace, como es de esperar, mucho más ameno y divertido. Y que realmente funciona muy bien.

Es un juego que le podremos echar decenas de horas. Y es que el juego posee una dificultad que nos va a hacer repetir muchas veces las mazmorras hasta que nuestro potencial sea suficiente para superar la aventura. La cual seguramente regresaremos tras ver su final, con el único fin de saber un poco más de este universo.

Uno de los puntos que más me ha gustado es su preciosa historia de amor. Muy bien narrada. Con preciosos momentos. Llena de sentimientos y melancolía. Donde dos jóvenes, la valentía de una de ellas, y el jugarte la vida por lo que más quieres. Se mezclan para dar una de las historias más bonitas e interesantes que he podido ver dentro de un juego de este tipo. Y que gracia a diferentes escenas y a la recolección de unos diarios, iremos uniendo, completando, y haciéndonos sentir parte de ella.

A nivel visual es un juego que posee bastante claros y oscuros bajo un conceptual pixel-art que le viene genial al tipo de juego que es. Y es que tiene un diseño de personajes muy bonito, un colorido particular, y algunas que otras escenas preciosas. Cosa que choca con un diseño de escenarios demasiado simple y repetitivo, que terminan por dar la sensación de que todo es demasiado igual.

La parte sonora no está mal, pero tampoco destaca por nada en especial. Con un claro tinte épico que no posee demasiada variedad, pese a que se complementa y adapta bien a cada situación. Y que está bien correctamente acompañado por la sonoridad y los diferentes efectos que le dan vida a la acción. Por cierto, el juego llega con textos a nuestro idioma, cosa que se agradece.

Un interesante y bien terminado roguelike. Que consigue traer muchas de las mecánicas más clásicas dentro de un género que parece que los estudios independientes les tienen más que cogido el truco para saber hacer con lo más mínimo una grata y divertida experiencia.

Está claro que no es perfecto, y que tiene ciertos puntos que podrían ser mejorados. Pero también hay que reconocer que todo lo que hace lo hace bien, posee buenas ideas como la necromancia. Y todo con sencillez, con coherencia, y bajo un universo que nos ayuda a meternos de lleno una bonita historia de amor con un encanto muy especial.

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