Hace tiempo hicimos el review de algunas tabletas, una normalilla Advance de 7 pulgadas y una ya veterana Nexus 7 (2012) aún dando pelea en pleno 2015. Ahora le toca el turno a la que hasta ahora ha sido nuestra lamentablet estrella, la Commodore MD-0690, un curioso pedazo de plástico que lleva el nombre de una reconocida empresa norteamericana, se dice que es argentina pero se fabrica en algún rincón olvidado de China, "rebautizados" se les suele llamar. "No todo va a ser malo", dirán algunos; ilusos, puede que le estemos dedicando nuestro valioso a analizarla a fondo, pero les adelantamos desde ya que ésta Commodore MD-0690 es más mala que la carne de perro, basura infecta, vaya.
¿De dónde la sacamos? Resulta que esta lamentablet estaba entre el loco muladar —llámese 'área de electrónica'— de Saga Falabella, a un precio de S/. 299 soles; bueno, el dueño de la tableta prefirió el anonimato, y no lo culpo, porque usarla prolongadamente da cáncer de sida. Podemos dejar de lado el hecho de que... Bah, ¿Saben algo? Ni siquiera sé por qué me molesto en escribir este análisis, en estos momentos estoy padeciendo una terrible resaca y pensar en este cacho plástico no hace más que acentuar los náuseas, pero lo haré porque yo soy asín, una mierda de persona. Colegas, pónganse cómodos que ni he empezado, y hay mucha tela que cortar.
Conozcamos sus especificaciones, ¿qué nos ofrece la majestuosa Commodore MD-0690? Nada menos que un procesador mononúcleo Allwinner A13 (Cortex A8) a 1,2 GHz, pantalla ¿capacitiva? de 9 pulgadas a una resolución de 800x480, 512 MB de memoria RAM, 8 GB de almacenamiento interno con ranura MicroSD, y batería de 3700 mAh, ah, y Android 4.1 Jelly Bean. No mencionamos las cámaras, bueno, de hecho tiene dos cámaras, pero no vale la pena revisar su funcionamiento. Dicho todo esto, no se sorpredan, les dije que ésta Commodore no es precisamente el súmmum de potencia en tablets; y quien me diga que por el precio no se puede tener más, sencillamente debería salir a tomar aire fresco.
Empecemos por el rendimiento, hemos usado a fondo la tableta y la verdad es que, bueno, iré directo al grano, su desempeño es bastante malo y tanto como se lo permite el procesador Allwinner A13, abrir una aplicación puede tomar entre 4 y 6 segundos, y en cuanto empiecen a instalar varias de ellas, la tableta será tan útil como un lápiz sin punta; lo sé, ustedes pensarán que estamos exagerando y que nos hemos prendido con la tableta, pero el procesador Allwinner es un SoC chino de la edad piedra y de un sólo núcleo, y no es ni de lejos suficiente para mover Android 4.1 que está diseñado para correr en 2 núcleos, por lo que la carga del CPU es tremenda, termina concentrándose en ese único núcleo y bastan un par de aplicaciones en segundo plano para ralentizarla al punto de volverla inutilizable.
La tableta pudo funcionar mucho mejor de haber sido optimizada, porque cuando se la restaura de fábrica funciona mas o menos aceptablemente —suponiendo que tengamos tanta paciencia como un monje shaolin—, el problema es que estamos ante una tablet chinorris, así que la palabra optimización no existe en este diccionario.
La pantalla es otro punto en el que la Commodore flaquea; no, no sólo flaquea, es que ni siquiera su pantalla tiene algo que podamos rescatar... Haber, tenemos un panel TFT de 9 pulgadas, a una resolución de 800x480, es decir, hablamos de una pantalla bastante grande muy mal aprovechada y cuya nitidez es poco menos que nula, los colores tienen muy poca saturación y los ángulos de visión son casi nulos, tan inexistentes que incluso mirándola de frente parecen desvanecerse los colores.
Miren que queremos ser lo más justos posibles con la tableta, pero encontramos más peros, el táctil tiene un funcionamiento algo errático, y para realizar una acción debemos apretar fuerte, es en ese entonces que percibimos que el panel es de una calidad pésima, se hunde un poco al tocarlo con firmeza y al tacto se siente como si fuera plástico del baratillo; no sólo eso, es frágil, muy frágil y basta con ejercer un poco de fuerza para quebrar la pantalla. Bueno, creo que no era "tan plástico" después de todo.
Ahora hablaremos de la construcción de la tableta. Dejaremos de lado la fragilidad de la pantalla y las carencias del táctil para centrarnos en el chasis. No tiene acabados elegantes ni nada de eso, pero tampoco es fea, la tableta tiene un diseño bastante sobrio y acabado plástico; al sostenerla no se siente frágil sino todo lo contrario, tiene un peso regular y se siente bastante robusta, no lo hemos comprobado —aunque en ocasiones nos hubiera gustado hacerlo— pero puede que aguante un par de caídas y siga
En el apartado del software tenemos Android 4.1 con la vieja interfaz en modo tablet, pero en serio funciona bastante mal, para empezar, como ya dijimos arriba, todo se mueve como una patata, la tableta tiene supuestamente 512 MB de RAM pero sospechamos que deben ser en realidad 384 MB y con una velocidad de bus realmente baja, abres un par de aplicaciones y ya te quedaste sin memoria, con todo lo que ello conlleva, porque la tableta de por sí es lenta, y en cuanto se queda sin memoria es mucho más lenta aún. Llegando a ser en reiteradas ocasiones muy frustrante.
No en vano les aviso, el uso prolongado de la Commodore MD-0690 puede ocasionar ira autodestructiva. Yo lo sufrí en carne propia aquellas dos agonizantes horas que la tuve en mis manos, deseando poner fin a tanto sufrimiento. A cambio sólo perdí un poco de mi cordura y aquí estoy, mostrándoles a todos ustedes los horrores que viví con semejante truño.
¿Qué hay de la batería? Tenemos una batería de 3700 mAh, la tableta si bien no tiene una gran autonomía, tiene una duración mas o menos aceptable, la verdad es que en este aspecto no la hemos probado a fondo, pero en el poco tiempo que la hemos tenido podemos decir que no nos ha defraudado tanto, en una hora y media de uso había llegado casi a la mitad de su carga.
El problema radica en que tenemos una pantalla de bajísima resolucion, un procesador asqueroso mal optimizado, se esperaría una buena autonomía, pero no sucede así. Nuevamente, de nada sirve poner una gran batería si no la aprovechas optimizando el software. La duración de la batería es bastante ajustada, si la usamos para leer libros seguramente la autonomía se prolongue en un par de horas más.
Entonces llega la pregunta del millón, ¿qué uso puedo darle? Es una pregunta muy difícil, obviamente no es una tableta pequeña, no es viable meterla a un cajón en donde sabemos ocupará espacio innecesariamente. La tableta tiene ranura MicroSD y reproduce cualquier contenido sin problemas, puedes usarla para leer, ver videos o películas en ella e incluso para navegar con cierto grado de
En conclusión: no compren esta tableta. Saga Falabella la vende a S/. 299.99 nuevos soles y no, ni por el precio se justifica que la Commodore MD-0690 sea una cagada mayúscula, porque tenemos muchísimas mejores tabletas por menos de $99 dólares, como por ejemplo algunas tabletas Lenovo y HP; vamos, hasta la Kindle Fire de $50 dólares es diez veces más potente que la Commodore por la mitad de lo que esta cuesta. Para finalizar, sé que están tan exhaustos como yo luego de conocer a esta lamentablet en todo su esplendor. Así que si todavía están pensando en comprar una Commodore MD-0690 aún están a tiempo, ¡huyan insensatos!