La cuña
La diferencia entre las cuñas y las formaciones de triángulos es que ambas bandas o líneas entre las que se balancea el precio señalan a la misma dirección. Queremos decir con esto que en una tendencia alcista las dos líneas serán descendentes, mientras que en tendencia bajista estas líneas serán ascendentes. El precio tiembla dentro de esta formación a gran velocidad y llega casi hasta el vértice de la cuña, es decir, donde se concentran las dos bandas, antes de que vuelvan a tomar la tendencia. Las cuñas están acompañadas por una bajada en el volumen durante su formación, pero, una vez que la figura está acabada, el volumen sube de nuevo.
En las cuñas se ve como los precios continúan en una dirección inversa a la que estaba señalando la cuña. Esto quiere decir que las cuñas ascendentes son una señal de tendencia bajista mientras que las cuñas descendientes lo son de una tendencia alcista.
El nombre de alcista o bajista que se le da a una cuña, no se corresponde con la tendencia posterior de la curva de cotizaciones, sino con la forma de la figura, es decir si el vértice de la cuña se situa hacia arriba es alcista, y si el vértice se situa hacia abajo, la cuña es bajista. Pero las cuñas al igual que los triángulos son figuras con escasa fiabilidad y es necesario esperar a que la curva de cotizaciones deje la cuña para actuar. En este momento se produce la ruptura del equilibrio entre los compradores y los vendedores y el mercado marcará la nueva tendencia, que se debe aprovechar para comprar o para vender.