Las directrices se trazan con una línea recta sobre las cotizaciones máximas en una evolución bajista y las cotizaciones mínimas en una evolución alcista.
El trazar las directrices que se vayan produciendo en la evolución de un valor es muy importante, pues el cruce de la directriz por los cambios, por lo general, suele producir un cambio en evolución de los precios del valor.
Si miramos una directriz alcista como consecuencia de una evolución ascendente de los precios de un valor, en cada corrección el precio mínimo marcado es más alto que el anterior.
En el momento en que los precios corten a la baja la directriz trazada anteriormente, el valor dejará de subir, produciéndose un proceso de bajada hasta que éste quede agotado y se produzca un nuevo cambio en la evolución de los precios.
Si, por el contrario, observamos un proceso bajista en el cual de la directriz se trazará hacia abajo, en este caso, para trazarla procederemos al contrario que en el caso anterior, es decir, uniremos con una línea los cambios máximos que vaya produciéndose en el valor, que en este caso serán cada vez más bajos, hasta que corten la directriz trazada al alza, con lo cual se producirá un cambio en la evolución de los precios, que esta vez será al alza.