The Evil Within es un survival horror desarrollado por Tango Gameworks, estudio fundado por Shinji Mikami, director y productor de grandes clásicos del género como Resident Evil 2 y Resident Evil 4 además de obras de culto de otros estilos como P.N.03, Vanquish o Killer7. Su último trabajo bebe directamente de muchos de estos anteriores, dejando un sabor nostálgico e incorporando novedades de sagas actuales.
Análisis de The Evil Within
Si os gusta pasar miedo, si os encantan los argumentos con fuertes cargas psicológicas, este es vuestro juego. Desde que comenzamos a jugar, se nos presentan unos entornos bizarros y siniestros dónde la mayoría de cosas no son lo que aparentan a primera vista. La única oferta jugable es su campaña principal. En ella seremos Sebastián Castellanos, policía encargado de investigar una serie de asesinatos en el centro de la ciudad. Al llegar a la escena del crimen, Sebastián se encuentra una auténtica carnicería y cree ver un ser algo peculiar antes de que toda su vida de un giro de 180º.
Poco más se puede contar para no desvelar parte importante de la trama, pues lo grande de ella es descubrirla por uno mismo. Te podrá gustar o no, pero seguramente no te dejará indiferente. Sobre todo por su fuerte carácter espiritual en dónde a cada paso veremos encarnadas hasta las más oscuras pesadillas. Su recorrido será sangriento y lógicamente apto para los que soportan el miedo y las sorpresas desagradables. La duración de la aventura está fijada en torno a unas 15-20 horas. Quizá resulta algo corto, no por incongruencias de historia o por estar recortada, sino porque como a cada hora que pasa la historia se vuelve más interesante, el jugador quiere que continúe.
El estilo principal elegido es el de shooter de acción en tercera persona, con muchos toques de survival en cuanto a exploración y gestión de inventario recordando mucho al mítico Resident Evil 4, pero permitiendo apuntar y movernos al mismo tiempo. Tanto se asemeja al anterior que llega a convertirse en algo bueno y algo malo a la vez. Son tantas las referencias que nos hará preguntarnos dónde termina Resident Evil 4 y dónde comienza The Evil Within. Por poner varios ejemplos: en ambas historias el protagonista tiene que luchar casi todo el tiempo en solitario mientras busca munición para combatir al mal y resuelve puzles; además ambas tienen una fuerte inspiración castellana, el pueblo elegido para el desarrollo de RE4 era uno de la península ibérica y en TEW nos recuerdan a través de varios guiños al anterior (como un NPC llamado Doctor Jiménez) y el mismo nombre del protagonista, que en un principio se iba a desarrollar en un lugar similar.
La campaña está dividida en 15 capítulos y cada uno de estos nos ofrece una jugabilidad diferente a la par que cambian el modo de asustarnos. En algunos nos moveremos en la más completa oscuridad y en otros deberemos explorar un amplio terreno para superar las numerosas trampas e incluso utilizarlas a nuestro antojo. Trampas, por cierto, que no permiten el más mínimo error. En numerosas ocasiones tendremos que usar la fómula ensayo y error para avanzar, lo cual nos costará volver atrás. Los puntos de guardado acompañan a los típicos check-point automáticos, siendo estos una especie de espejos o “puertas interdimensionales” dónde poder además de guardar la partida, comprar mejoras para nuestro personaje.
Este es el primer juego de Tango Gamerworks y puede que por ello tenga carencias tan evidentes, que quizá puedan ser corregidas próximamente a través de actualizaciones. Un detalle que llama la atención, por ejemplo, es la obligatoriedad de jugar con una barra inferior y otra superior que ocupan gran parte de la pantalla, reduciendo así el espacio visual del jugador. Puede que se haya hecho con la idea de parecer una película, pero lo suyo debería ser poder elegir el estilo de pantalla y no una imposición que hace que en televisores pequeños se reduzca drásticamente la visibilidad.
La calidad gráfica del juego es algo irregular. La luz, que además hace las veces de único punto de referencia, crea unos contrastes impresionantes y las animaciones para las ejecuciones no podían ser más impactantes; pero el modelado tanto del escenario como de los protagonistas en ocasiones parece algo plano. En consolas de nueva generación y en PC se nota menos, en Xbox360 y PS3 las animaciones en ocasiones son toscas. Valorando el conjunto de todas las versiones, podríamos decir que gráficamente está entre la pasada generación y la presente, un punto intermedio.
Otro defecto importante a destacar es el control tanto de la cámara como del mismo Sebastián. Al igual que ocurría en juegos anteriores (y puede que en cierto modo sea una forma de homenajearlos), la cámara a veces se queda enganchada en determinados puntos. El detective se mueve de manera torpe, como si tardase un poco en obedecer nuestras órdenes o si quisiera hacer otra cosa en momentos frenéticos por caer en alguna trampa o estar rodeado de enemigos. Algunos bugs gráficos saltan a la vista, como paredes invisibles o personajes que atraviesan objetos sólidos.
La IA de los enemigos tampoco está a la altura. Los jefes finales de cada capítulo están bien trabajados (alguno sacado casi directamente de Pyramid Head), pero los enemigos más simples se atascan en el escenario y no suponen una verdadera amenaza al descubrir rápidamente su patrón. Otra cosa es cuando se mueven en grupos o consiguen atacar en cuerpo a cuerpo, pues nos suprimirán la barra de vida sin piedad. Esta barra no se regenera con el tiempo, por lo que es importante explorar hasta el último punto del mapeado para buscar items a la vez que recogemos munición para nuestro armamento.
El desarrollo de la trama es lineal y el final es de esos que no se olvidan fácilmente. Por ello y para incentivar un segundo recorrido, hay disponibles objetos coleccionables en forma de documentos, grabaciones y diarios que profundizan todavía más en el pasado del protagonista Sebastián (al puro estilo Alan Wake), y por último un nuevo modo de dificultad que pone a prueba a los jugadores más hardcore, dónde escasea aún más la munición. En el apartado sonoro tenemos un completo doblaje al castellano bien acompañado por una banda sonora que no destaca, porque así se requiere. Sus diferentes temas, desde los diversos jefes finales hasta los propios de cada item, acompañan como deben creando una atmósfera de tensión palpitante, con efectos muy conseguidos.
Lo bueno...
- Ambientación oscura, tétrica y sobresaliente.
- La historia va ganando enteros cuanto más juegas.
- Mezcla acertada de varios géneros.
- Guiños hacia otros juegos de terror.
Lo malo...
- La IA de los enemigos no está depurada.
- A veces el control del personaje falla.
- Barras negras arriba y abajo de la pantalla.
- Algunos puzles no están bien planteados.
ValoraciónNuestra valoraciónValoración de los lectoresRate HereHistoria8.5—Jugabilidad7.7—Gráficos8.2—Sonido8.9—Conclusión
The Evil Within ofrece lo que muchos amantes del género action-survival llevan pidiendo desde hace tiempo: un juego como los de antes en el que predomina la sensación de angustia por encima de las escenas de acción. Quizá se fija en exceso de juegos pasados, y no llega a ser un título sobresaliente por esos problemas técnicos mencionados ni convencerá a los puristas del survival horror. Pero lo que está claro es que su historia y ambientación nos recuerda lo grande de este género en un juego de muy recomendada adquisición para los jugadores nostálgicos.
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