Hagamos memoria. El 26 de Octubre del año 2000 llegó a nuestras tierras, y para Nintendo 64, uno de los juegos más especiales y considerados de culto de este mundillo: The Legend of Zelda: Majora´s Mask (Majora´s a partir de ahora). Majora´s venía con la etiqueta de ser la secuela de The Legend of Zelda: Ocarina of Time, un juego brillante y calificado para una inmensa mayoría el mejor de la saga. Muchos criticaron esto por haberse lanzado únicamente dos años después, pero la verdad que el juego no se lanzó a la ligera. Por ejemplo, fue en Majora´s cuando se introdujo uno de los personajes secundarios que a día de hoy siguen y se mantienen intacto en la mayoría de los juegos, Tingle (sí, el duendecillo verde). Majora´s fue el segundo juego de la saga en tres dimensiones, y para jugarlo en la Nintendo 64, obligó usar el conocidísimo Expansion Pak, un periférico que aumentaba la RAM de nuestra consola hasta 4MG (sí, los gigas por aquellos entonces era una medida poco usada). Con este dispositivo, Majora´s llegaba con una mejor resolución de pantalla, poseía más detalles y los FPS aumentaron. Mejoró en todo a su antecesor (técnicamente hablando) y recibió una nota media en Metacritic de un 95, algo que lo hizo brillante.
ANÁLISIS
VERSIÓN DISPONIBLE
3DS
VERSIÓN ANALIZADA
3DS
DESARROLLADOR
NINTENDO
DISTRIBUIDOR
NINTENDO
VALORACIÓN
9’3
NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS
Con la llegada de Nintendo 3Ds, se anunció la remasterización del Ocarina, y antes de haberse lanzado al mercado, millones de usuarios de Nintendo rezaban y pedían a gritos la remasterización de Majora´s. Después de mucho tiempo, muchos rumores, se confirmó el juego, para 2015, y fue en el pasado Nintendo Direct cuando se anunció lo más esperado de la conferencia, la fecha de salida. Una vez llegado ese esperadísimo 13 de Febrero de 2015, casi quince años después de su estreno en la versión original, podemos volver a disfrutar de esta joya. Normalmente, cuando tenemos entre nosotros una remasterización, nos limitamos a contar las novedades. Solemos hacer esto porque tenemos el análisis del título original. Dado nuestra corta, pero intensa, vida pixelada no os ofrecimos el análisis en su día, hoy lo hacemos del título completo, así que desmenucemos ahora, esta revisión de The Legend of Zelda: Majora´s Mask.
La historia es peculiar y muy triste. Estamos en Términa, en lugar de Hyrule. De regreso a nuestras tierras, Link se topa con un misterioso personaje, Skull Kid, el cual posee una máscara un tanto peculia. Sin deciros nada más de esté misterioso personaje, y dejando infinidad de cabos sueltos para produciros intriga, tenemos 72 horas para buscar a los cuatro gigantes, situados cada uno en un punto cardinal, para evitar la caída de la luna. Y así os dejamos.
Como la gran mayoría de juegos de la saga, Majora´s es un juego de acción y aventura con su peculiaridad puntos de rol, aunque evitando la subida de niveles y las formaciones complejas de las que se caracteriza en este género.
Las mecánicas siguen la línea de la saga. Descubrir mazmorras, adentrarnos en ella, adquirir nuevas armas y objetos para poder seguir avanzando. Todo ello, con una cierta peculiaridad única en esta entrega de la saga. El tiempo. Cada dos por tres deberemos volver al primer día con una melodía aprendida gracias a nuestra ocarina. Además, el uso de las máscaras será obligatorio para avanzar en cada momento. Además, se pude hacer un gran número de misiones secundarias, que aunque no son obligatorias, es aconsejable hacer, ya que no son misiones por hacer, suele repercutir el hacerlas o no en las acciones de las personas, recibiendo ciertas cosas, que aunque no son vitales para el desarrollo de la trama principal, siempre es conveniente hacerlo.
El control se presenta más pulido y suave que en cuanto a su versión original. Incluso mejor que la remasterización del Ocarina of Time. El panel táctil ayuda y hace todo más cómodo, aunque el sensor de movimiento, obligatoria, puede pasar malos momentos en ciertas circunstancias. Quizás esto es, junto con su lanzamiento, lo que más se puede agradecer de esta remasterización.
La duración no debe superar las 20 horas. Aquí influye mucho dos cosas, el haberlo o no jugado en su día, y el pararse menos o no en las misiones secundarias. La resolución de mazmorras será también algo con una tardanza relativa, ya que depende mucho de la persona el tiempo en darse cuenta de las cosas.
La dificultad se presenta un tanto elevada con respecto a los juegos de la saga, principalmente, por el agobio constante de ver cómo la barra del tiempo va llegando a su fin. Rehacer las cosas de una mazmorra de la que hemos tenido que salir utilizando la melodía del primer día, hace que desespere también un poco al jugador. Además, el juego ha recibido un lavado de cara a los jefes finales de cada mazmorra, algo que no ha gustado a los fan de la saga. Esto en cambio, ha facilitado un poco los combates con los mismos, ya que aparte de una nueva estrategia suya de ataque, se ha implementado más puntos débiles a los mismos, lo que nos da cierta ventaja.
El apartado técnico posee con seguridad lo más cambiado del juego con respecto a su versión original. Sobre todo, el apartado visual, el cual ha sido rehecho casi en su totalidad, que aunque ha sido fiel en el 100% de los escenarios y rincones, pierde esa esencia retro por así llamarlo. Además, los efectos tridimensionales de la pantalla, están bastante más pulidos que en la versión del Ocarina, atreviéndonos a decir, que junto con Resident Evil Revelations, son los dos juegos que más pueden explotar este efecto tridimensional, una asignatura pendiente de Nintendo que con su nueva consola parece haber mejorado bastante.
El apartado sonoro presenta su esencia inicial, ya que cuenta con las composiciones originales de Kōji Kondō y Tōru Minegishi, que se encargaron de recoger, como era obligatorio en esta circunstancia, composiciones de su antecesor, otras típicas y ya escuchada en la saga, y por supuesto, nuevas y maravillosas composiciones.
Otras novedades particulares que ha recibido esta remasterización y de la que no hemos podido hablar por no poder encajar en ninguno de los apartados anteriores, y para poder destacarlas con mayor notoriedad, son estas. La forma de guardado es diferente. Ya no tendremos que volver al primer día, ahora se nos ha facilitado estatuas búhos que nos permite no sólo guardar, si no que nos sirve de viaje rápido para atajar el camino. El mini juego, por así llamarlo, de la pesca, que ya estaba presente en el Ocarina, vuelve a estar en esta remasterización. Por último, algo ya común pero que en el 2000 era una odisea hacerlo, el cuaderno de los bomber, que nos refrescará la memoria para realizar esas misiones secundarias de las que en aquellos tiempos, o las apuntábamos en un folio, o no recordaríamos ni la mitad de todas ellas.
Ponemos punto y final a este análisis. The Legend of Zelda: Majora´s Mask es un título obligado, tanto como para los fans, como para quienes jugaron en su día, y para los que no pudieron hacerlo. Una remasterización maravillosa que obliga puede vender por sí sola la consola y que ha saciado las ansias de los seguidores de la saga de The Legend of Zelda. Bien es verdad que no somos partidarios de las remasterizaciones, preferimos nuevos títulos, y más otro juego de la saga para la portátil, pero estamos encantados de recibir este título y, quienes tengan esa vejez, volver a rejugar a este juego calificado por muchos como una joya del catálogo de Nintendo que no se ha lanzado con prisas y sí con mucho cuidado.
LO MEJOR
-Lavado de cara
-Oportunidad de jugar de nuevo o por primera vez
-Mejoras añadidas
LO PEOR
-Al fin y al cabo, es una remasterización.