El pequeño camino a casa
Qué decir cuando se te plantea un universo desde un punto de vista diferente. Lleno de particulares seres. Y que esconde esa esencia jugable llena de inspiración y buenas sensaciones, que bien adaptadas, consiguen llenar de magia y amor una aventura ideal para cualquier tipo de jugador.
Pues todo esto nos lleva a este Tinykin, y al particular y pequeño mundo que ha creado el estudio Splashteam para la ocasión. Y que me ha hecho disfrutar de una experiencia llena de buenas vibraciones, mecánicas muy bien planteadas, y unas bases jugables que te absorben desde el primer pequeño paso.
UNA JUGABILIDAD LLENA DE AMIGUITOSEntrando ya al particular universo de Tinykin. Está más que clara, siendo lo primero que se te viene a la cabeza, la cuestión de inspiración jugable. Y es que este, basa su jugabilidad en la concepción de varías amplias zonas unidas por un nexo central. En la que un gran base como puzle de entorno. En el que buscar objetos, saltar plataformas, y ante todo, la utilización de unos pequeños seres, de variados colores, características y cantidad, nos serán de obligatoria necesidad para superar los diferentes escollos que se nos crucen en cada sección del juego.
Unas zonas muy bien e inteligentemente diseñadas. En la que controlaremos a nuestros pequeño humano bajos un preciso y ágil control, que nos permite; saltar, deslizarnos sobre una pastilla de jabón por suelos y cuerdas, subir y bajar por cordeles y escaleras, y la utilización de una burbuja que nos da la posibilidad de flotar en el aire, y que podremos mejorar a lo largo de la aventura, gracias a la recolección de polen. Todo ello unido a la mecánica más especial, el lanzamiento y utilización de los divertidos tinykin.
Unos seres, que como ya os he referido, poseen características diferentes. Las cuales nos llevan a tener la opción de utiliza poderes, estos basados en; fuerza para levantar o mover objetos, explosivos, eléctricos, puentes o apilables en modo torreta. Y que deberemos ir recolectando dentro del escenario, teniendo muy en cuenta la cantidad que tenemos de cada uno de ellos, y los que necesitamos para las variadas acciones. Y aunque son muy mecánicas y bien claras, siempre se nos darán pistas, o detalles que nos ayuden a ser completistas.
Por cierto, todo ello nos traslada a unos lugares muy bien diferenciados entre diferentes zonas de una casa. Que crean esa sensación de bioma gracias a sus características, seres que lo habitan, y situaciones a la que nos expone. Todo ello bajo un inteligente diseño y cuidada concepción global para desbloquear hasta su último rincón. Siendo una de las cosas más cuidadas del juego.
Uno de los puntos que más puede suponer una decepción para ciertos jugadores es a nivel de dificultad. Y es que el juego está concebido para su disfrute sin demasiado quebradero de cabeza, en no demasiadas horas. Con puntos tan curiosos que el morir no conlleva reaparece cercano al punto donde lo has hecho, siempre por caída en altura, cosa que hay veces que utilizamos hasta a nuestro favor para repetir o recoger objetos que nos hemos dejado atrás. Y destacando por último, los coleccionables y las misiones secundarias que le dan un poco más de interés y tiempo a una experiencia muy amena y agradable de disfrutar.
Desde el punto de vista de la historia y la narración en sí, el juego destaca por su mundo genialmente creado. Donde una serie de insectos y nuestro pequeño humanoide extraterrestre llamado Milo, se ve metido dentro de una intriga muy bien montada. Que nos va introduciendo a base de su genial guion, en un mundo minuciosamente cuidado, con particulares seres, curiosas conversaciones y, bien tratadas personalidades que no te suelta hasta darle sentido a todo lo que nos rodea.
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