Muchas eran las ganas de ver que nos proponía la gente de Supergiant Games tras el lanzamiento de Bastion, y la magnífica acogida por parte de prensa y de público del título independiente. Y es que la cosa no era para menos, ya que el trabajo realizado tanto a nivel artístico, como narrativo, como jugable, había sido una autentica delicia para los amantes de los juegos de rol y acción. Por ello, el anuncio de su nuevo juego, Transistor, lanzó automáticamente hacia este todas las miradas e intereses por parte de la comunidad más gafapastera del sector. Esta ha ansiado la llegada de estos días para poder descubrir el trabajo realizado, y que desde ya os decimos, y tras haber tratado muy a fondo el juego, que vuelve a alcanzar unas cotas de autentica genialidad, habiendo merecido la pena la espera.
Entrando de lleno en el juego, lo primero que resalta a nuestros sentidos (además del esperado apartado técnico) es sin lugar a duda la increíble narración y creación de este nuevo mundo tan deprimente y desolado. Porque la verdad que Transistor vuelve a beber mucho de ser prácticamente narrado de principio a fin, como ya fuese en Bastion. Todo momento vamos acompañados de una voz, que siempre desde ese tono bastante deprimente y desangelado nos intentará dar a conocer lo que está sucediendo. Es cierto que Transistor no sería lo mismo sin que se hubiese implementado esta forma de narrar, ya que crea una ambientación a la situación que lo hace único, así que no dejéis de lado esta parte tan esencial del juego que hace de este una autentica experiencia.
Pero no todo es la narración, ya que esta sin un buen trasfondo no tendría tampoco mucho que decir, y por virtud de los guionistas Transistor también tiene una interesante historia. Confusa en inicio, pero perfectamente llevada hasta el final. Habiéndose creado una historia adulta, con muchos matices, y con una trama que nos conseguirá enganchar de principio a fin para poder desentramar la historia de la joven Red, y de esta ciudad prácticamente desolada llamada Cloudbank.
Jugablemente este Transistor nos propone un más que interesante juego de acción y rol, en el que podremos varias los combates frenético cual diablezco juego, y los combates a tiempo pausado por turnos, consiguiendo que la mezcla de ambos sea esencial para llevar a buen fin el juego y los diferentes extras que este nos propone.
Transistor se nos presenta como una inmensa mazmorra con algunas bifurcaciones que le dan un poco de libertad a nuestros movimientos, pero que en general nos trae una línea recta por la cual podremos vagar hacia delante y hacia atrás sin apenas ramificarnos. Pese a ello, y como ya os decimos, encontramos algunos rincones los cuales explorar, donde encontraremos extras y mejoras que no serán de mucha importancia para el desarrollo del juego tanto a nivel jugable como narrativo.
Desde el punto de vista del control, decir que todo el juego ha sido perfectamente implementado tanto para ratón y teclado, como para mando, siendo especialmente cómodo de jugar con este último, ya que la implementación de cada uno de los menús y acciones ha sido especialmente diseñada para este. En general todo fluye con una limpieza y suavidad envidiable, siendo un gusto vagar por los escenarios de esta melancólica ciudad.
Entrando en la parte de acción del juego, como ya os contamos, se divide en acción directa y por turnos dinámicos. La parte de acción directa es igual que podremos jugar en cualquier juego de acción y rol, con pulsaciones de botones para cada acción de forma directa, la cual por desgracia en muchos casos se vuelve bastante caótica tanto por la rapidez como por el cumulo de objetos en pantalla. Por otro lado está la parte más pausada, en la que tendremos que programar una serie de acciones que gastarán una barra de tiempo, y que una vez activada tendremos que esperar a que se recargue de nuevo, siendo ella la parte esencial de la jugabilidad donde recae toda la experiencia jugable de Transistor.
Uno de los puntos muy interesantes, es el de la personalización de los ataques y de las bonificaciones (y limitaciones). Todo se realiza en un menú de lo más simple, el cual podremos ir desbloqueando poco a poco, y en el que encontraremos unos cuadros donde colocar los objetos que nos irán dejando algunos jefes más potentes. Estos variarán en su efecto según sean el objeto principal, una bonificación para este objeto, o sencillamente una habilidad pasiva, teniendo por lo tanto que estar muy atento a sus efectos, y con ello a la vez pudiendo personalizar en gran medida a nuestra querida Red. Además también tendremos que observar una barra conocida como MEM, la cual nos limitará el tope de objetos que podremos implementar en el personaje, la cual irá creciendo a medida que subamos de nivel.
Como dato curioso dentro de estos árboles de habilidades, encontramos algunas curiosidades como que cada uno de los ítems de personalización tiene una historia detrás de ellos que nos aclara nuevos detalles de este mundo. Y por otro lado la inclusión de unos ítems llamados limitadores, los cuales nos harán que ciertos enemigos sean más difíciles pero que a la vez nos darán bonificaciones más que interesantes para el desarrollo de nuestro personaje.
Por otra parte os tenemos que hablar de una serie de pruebas en las que podremos realizar unas especies de minijuegos en los que deberemos superar varios objetivos y realizar algunas planificaciones que nos servirán tanto de tutorial como de mejora de experiencia, y que nos hará variar un poco el ritmo de juego.
Transistor es un juego tremendamente entretenido, no muy largo pero con una más que amplia rejugabilidad, y sobre todo con una dificultad muy bien medida que nos incitará a jugarlo una y otra vez.
A nivel gráfico nos volvemos a encontrar con una autentica joya visual pintada a mano, y con esa estética de acuarela que ya se utilizó en Bastion y que este Transistor vuelve a retomar. Todo es un autentico cuadro en movimiento, al cual se le ha unido distintos efectos visuales de luces y partículas que le da un toque de vida.
El diseño de Red y de los demás personajes, pese a su carácter minimalista, poseen una gran cantidad de detalles y unos movimientos verdaderamente increíbles. A ello hay que unirle los increíbles diseños de escenarios que ambientan y dan sentido a una ciudad tan especial.
Pero la cosa no queda ahí, ya que la parte sonoro alcanza a la autentica genialidad. Desde su banda sonora perfectamente implementada y con temas de un carácter degradante y tristes, que nos meten de lleno en una situación de las mismas característica. Pasando por una buena cantidad de efectos sonoros que darán más sentido a la acción. Hasta llegar a otra de las autenticas joyas del juego… “su narrador”. El cual pese al llegarnos en total ingles pero con subtítulos al castellano es capaz de trasmitir unas sensaciones y de contarnos la historia que tan solo en Bastion habíamos sido capaces de sentir, pasando de ese tono degradante que ya conocemos, a un tono cariñoso, sin dejar atrás la ironía. Una autentica maravilla de la narración videojueguil.
En conclusión. Transistor es una autentica joya se mire por donde se mire, que se disfruta con todos los sentidos, ya que este tanto a nivel jugable como técnico es una delicia llena de matices. Una de la experiencias indies del año que nadie se debe de perder, y que pone a SuperGiants Games en la parte más alta de pódium de las compañías desarrolladoras independientes más importantes del sector, y a Transistor como uno de los juegos más a tener en cuenta de este año 2014.
LO MEJOR
-La narrativa
-Visualmente es una preciosidad
-La banda sonora es una delicia para nuestros oídos
-Tremendamente adictivo, gracias especialmente a su sistema de batalla
LO PEOR
-Lo caótico de algunos momentos de acción directa
-Echamos en falta más horas
“Nuestra forma de valorar los juegos“