El universo de los hombres lobos
La buena gente de Cyanide y esta vez bajo el sello de Nacon. Regresan con una nueva experiencia que me ha causado bastante interés, por su temática. Y es que centra su historia en el universo de los hombres lobos, basándolo todo en una clásica saga de juegos de rol.
Un juego que he cogido con muchas ganas. Teniendo muy claro como trabaja el estudio y el potencial que tiene bajo a sus no elevados presupuestos. Y por desgracia me he llevado un varapalo bastante intenso con este Werewolf por una buena cantidad de detalles y conceptos que os voy a destripar, dar a entender, y advertir en el caso entendible que os queráis hacer con él.
NOTA: 5'5
Toca empezar a controlar a nuestro aguerrido hombre lobo. Y saber que el juego nos plantea una aventura de acción y sigilo de corte bastante clásico, con una potente historia que nos acerca a un universo súper interesante. En un juego que mezcla de forma bastante bien planteada los conceptos que anteriormente os he nombrado, con un apartado narrativo lineal que nos absorbe narrativa y ambientalmente. Pero que por desgracia sufre mucho en el resto a causa implementaciones jugables y acabados, cosa que lastra mucho a la experiencia como a continuación os voy a contar.
El combate es uno de los puntos que puede resultar más interesantes dentro de la jugabilidad. Y pese a no ser muy complejo mecánicamente, hay que reconocer que se disfruta mucho entre los diferentes posicionamientos que puede tomar nuestro personaje y que afectan por distinto a cada tipo de enemigo. Como la implementación de poderes especiales, que nos van a sacar de algún lio. Por el resto me he encontrado con mecánicas de esquiva, diferentes golpeos y correctas defensas, que se mezclan en un bastante frenético combate, que por momentos es demasiado caótico e impreciso. Y que si no ponemos de nuestra parte para jugar bien puede convertirse en un machaca botones.
Por cierto, los enemigos no están mal del todo dentro de ser demasiado mecánicos. Destacado que incluso reaccionan con cierta beligerancia que se agradece. Siendo especialmente destacado algunas mecánicas en los enemigos más potentes, que nos hacen replantearnos mejor el combate.
Otra parte importante del juego es el sigilo. El cual por desgracia se trata de forma muy básica y demasiado esquematizada. E incluso muy pasada de moda. Donde solo destaca el posible uso de una ballesta... algo que siempre mola. Y es que en este caso la inteligencia de los enemigos y las mecánicas de infiltración recuerdan a juegos de hace muchos años. Por lo que terminan por aportar prácticamente nada a la jugabiliad. Siendo de agradecer en muchos casos el poder pasar de ellas y empezar a dar golpes a todo el mundo.
Curioso es dentro de estas partes más tranquilas. Las posibilidades de interacción con diferentes objetos y mecanismos de los escenarios que nos ayuda a plantear la estrategia a tomar. E incluso una curiosa visión penumbra que descubre a los enemigos y demás objetos como si nuestro instinto nos permitiera ver tras las paredes.
El control del juego, pese a ser fácil de asimilar en las diferentes facetas que realizaremos a lo largo de la aventura. También hay que dejar bastante claro que es realmente tosco e impreciso. Cosa a la que no ayuda para nada una cámara que en ciertos momentos es un autentico desastre. Y es que esta se coloca en sitios sin sentido que nos saca totalmente del ángulo de visión, como puede ser en los combates.
Como no podía ser menos. Se ha incluido una parte rolera. En la que podremos mejorar a nuestro personaje y consumir diferentes ítems. Para ello se ha creado un árbol de habilidades que ayuda a potenciar a nuestro protagonista. Y plantearnos diferentes caminos que tomar a nivel potencial. No siendo demasiado claro en ciertas habilidades, pero siendo agradable que se
Terminando esta parte jugable. Hay que decir que la aventura me ha durado unas ocho horas, yendo a un ritmo bastante pausado. Cosa que no es necesaria, ya que es un juego poco exigente en cuanto a su dificultad. Solo pudiendo complicarse la vida algo más a causa de las imprecisiones que el control aporta.
La historia quizás sea el punto más interesante y mejor tratado del juego. Y es que ciertamente el universo da para mucho. Y desde Cyadine han sabido sacar partido a ello.
Y es que se nos mete en una intensa historia, donde se entremezclan los conflictos personales con la lucha por el poder entre un grupo llamado Garous y una cooperación química que oscuras intenciones que ya vienen de lejos. Y en la que nosotros formamos parte importante en su desarrollo tomando el papel del duro Cahal.
Sinceramente ha sido lo mejor del juego. Y no solo como historia base, ya que es realmente interesante. Sino que a ello se le une el conocimiento del mundo. Y el entrar a conocer a los diferentes personajes, cada uno de ellos con unas personalidades bastante bien tratadas y unas relaciones muy bien guionizadas. Consiguiendo en general una experiencia narrativa que sabe utilizar, como ya he comentado, el material tan potente que hay detrás.
Entrando en la parte técnica. Es llegar a uno de los puntos más polémicos del juego. El apartado visual. Y es que pese a lo que las diferentes capturas, e incluso los primeros instantes del juego pueda hacer creer. Cuando llevamos frente a la pantalla unos pocos segundo te encuentras con un juego que parece de otra época. Y que no es para nada merecido para el potencial de las máquinas de hoy en día. Ya que, si no fueras por el diseño artístico y algunos efectos, pensaría que estaba jugando a un juego de hace dos generaciones.
Y es que los modelados están faltos de vida, las animaciones son robóticas, y los escenarios tienen ese cariz poligonal que los hace añejos y poco atractivos que en muchos momentos llega a dar hasta sensación de dejadez en el trabajo. Una auténtica pena que se haya trabajado tan poco en este ya que lastras demasiado la experiencia.
La parte sonora ya es otra cosa, pese a que se puede ver lastrado por el apartado visual en puntos como el doblaje y la gesticulación de los personajes. Pese a ello, hay que hablar bien de él. Con un buen trabajo de ambientación. Unos potentes efectos sonoros. Y una banda sonora interesante, que encaja muy bien con cada situación que está fluyendo por pantalla. Por cierto, el juego llega con textos en español, y un correcto doblaje al inglés.
Para concluir con este análisis no me queda otra que trasmitiros el chasco que me he llevado con este Werewolf. Y es que el universo es muy interesante, el concepto jugable es de esos que uno siempre quiere disfrutar de vez en cuando, y en general es una experiencia con tintes peliculeros que uno siempre anda buscando.
El problema es que tiene demasiados problemas para vivir en los tiempos que vivimos. Viendo como cosas tan importantes como el control, la cámara o el apartado visual, dejan bastante que desear. Consiguiendo con ello echarnos de la experiencia, sin entender muy bien que tipos de decisiones de diseño se han tomado o que tiempos de desarrollo lleva un juego que se siente antiguo y fuera de época. Desaprovechando una increíble franquicia que puede dar mucho de sí.
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