Da gusto regresar a otros tiempos
La verdad que es puro amor el encontrarse con un juego de este corte en los tiempos que corren. Donde todos los juegos son pura dificultad y sufrimiento. De vez en cuando uno necesita un juego que salga a disfrutar de la experiencia y de un precioso universo, que rehace de nuevo esa preciosa obra que allá por los años de MegaDrive pude vivir en primera persona, y que seguía llevando por bandera una de las sagas de videojuegos más míticas de aquellos entonces como era Wonder Boy.
Así que os voy a dar a conocer una de esas aventuras que llenará de color, emoción y monstruos vuestra ser. Y que consigue regresar a la vida una de las entregas más especiales de la saga con este maravilloso remake que ha realizado la gente de Studio Artdink.
NOTA: 8
Entrando directamente en la jugabilidad del juego. Que sin dudarlo es de lo que más bebe este entrañable remake. Os dejo bien claro desde ya que es un juego de corte plataformero con grandes dosis de acción, y algún que otro puzle, en un entorno bidimensional. Con la movilidad del scroll de forma lateral y algunos divertidos cambios de planos de profundidad. Y donde controlaremos a nuestro joven protagonista en diferentes zonas temáticas que tendremos que completar hasta llegado el momento de enfrentarnos ante el gran jefe final. Vamos... un juego de corte realmente clásico. En el que no se pierde nada de la esencia ni del diseño del original. Pero se pule y potencia con el potencial de los controles y rutinas actuales para su mayor disfrute.
Y es que la aventura nos lleva a centralizar todo en torno a una pequeña aldea. De la que tomaremos partida hacia las diferentes zonas del juego. Todas ellas basadas en los conceptos de búsqueda de objetos que nos permitan avanzar hasta el final de esta. Y como ya os he dicho, las plataformas, los ataques de diferentes monstruos y sencillos puzles se mezclan. Teniendo como punto más especial y original la interacción con nuestro compañero Pepelogoo en momentos donde queremos llegar a sitios más lejanos planeando o cuando queremos realizas ciertas acciones que nosotros no alcanzamos.
La parte de acción es realmente sencilla. Con el concepto más básico del combate que uno pueda imaginar. Esto es por igual que las mecánicas de los diferentes y variados enemigos. Que cumplen con todos los cánones de movilidad y acción de toda la historia de los videojuegos.
Como punto curioso, deciros que podremos realizar ciertas mejoras a nuestro personaje, e incluso colocarle nuevos equipos aventureros. Todo ello gracias a unas pequeñas gotas azulonas que iremos recogiendo por los diferentes lugares del escenario.
Es un juego que en poco más de media decena de horas seremos capaces de superarlo y completar gran parte de sus secretos. Cosa que además no supone un gran trabajo ni sufrimiento, porque como ya os he comentado en los inicios de este texto no es especialmente difícil.
La parte de la historia es un punto bastante simplista. Que nos mete en contesto y nos da un objetivo principal y épico, como era habitual en los juegos de tal cariz en aquellos años. En una aventura que tomaremos el papel de Asha y su curioso compañero azul llamado Pepelogoo, con la misión de salvar al mundo de una monstruosa invasión. Sencilla y efectiva, poco más.
Uno de los puntos que más me ha gustado ha sido su rediseño visual. Con un apartado artístico realmente bonito. Lleno de un vivo colorido, y con un rediseño de los escenario y personajes que es toda una delicia visual. Con una profundidad y viveza de las diferentes zonas que trae estampas preciosas. Y por los que vagarán cuidados seres de todas las formas, tamaños y colores, muy divertidos y originales. Y donde solo se le puede criticar algunas animaciones.
La parte sonora también tiene ese cariz aventurero y feliz del resto del juego. Donde cantidad de efectos, una encantadora banda sonora, y unos agradecidos textos al español. Terminan por bordar un apartado notable.
La verdad que este remake de Wonder Boy: Asha in Monster World es una delicia para los amantes de los juegos de la franquicia y, sobre todo, para los seguidores de los juegos con esa vertiente tan clásica de las plataformas y, de las aventuras coquetas y llenas de amor.
Un juego que se disfruta a cada segundo que pasas ante él. Que consigue que nos plantemos ante una aventura donde la jugabilidad, la experiencia audio visual, y el disfrute simple se mezclan para traer la esencia básica de un género que nunca pasará de moda. Y que visto el buen trabajo realizado en este remake pueden seguir tirando de clásicos ya que se lo vamos a agradecer con todo nuestro corazón jugón.
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