Os contamos qué nos ha parecido el remake del segundo juego de la saga.
Prosiguiendo con la buena acogida que ha estado teniendo la franquicia desde su salto a PlayStation 4, SEGA continua trayéndonos los distintos juegos de Yakuza que han ido apareciendo en los últimos tiempos en Japón. El último en unirse a la lista de lanzamientos publicados en Occidente es este Yakuza: Kiwami 2, aparecido después de Yakuza 6: Song of Life, y que supone un remake completo del segundo juego de la serie, aparecido originalmente en PlayStation 2, como ya se hizo con el anterior Yakuza: Kiwami.
DOS DRAGONES FRENTE A FRENTE
Ha pasado un año desde los agitados sucesos del primer Yakuza: Kiwami. Kiryu y Haruka han conseguido crear algo cercano a una vida pacífica, pero eso está condenado a terminar, pues tal es el funesto destino de un miembro de la yakuza. Un asesinato amenaza con iniciar una guerra entre el clan Tojo, y la Alianza Omi, por lo que Kiryu se dirige a Sotenbori a intentar mantener la paz. Allí conocerá a Ryuji Goda, el Dragón de Kansai, artífice de la guerra entre las dos organizaciones y que no se detendrá hasta convertirse en el único <<Dragón de Japón>>.
Como estamos acostumbrados en un título de esta veterana saga, tenemos aquí otra excelente historia, con una cuidada narrativa, numerosas escenas de vídeo de alta calidad y multitud de momentos dramáticos y de acción como corresponden a una buena historia de criminales.
Todo ello, como siempre, con textos en inglés y voces en japonés. La popularidad de Yakuza ha crecido en Occidente, pero parece que sigue sin ser suficiente como para traducirlo a más idiomas. En cualquier caso, no es un inglés complejo, pero sí hay diálogos con expresiones y jerga propia de un submundo criminal que pueden suponer un problema para los desconocedores del inglés más barrio bajero.
No será la historia de Kiryu la única que juguemos. Como ya pasó en Yakuza 0, en Yakuza: Kiwami 2 Goro Majima vuelve a ser jugable, y tendrá sus propia trama que le enlaza con el protagonista y nos cuenta más de qué fue de nuestro querido Perro de Shimano entre la precuela y este título. Este detalle es una novedad que no estaba presente en el juego original de PlayStation 2, y que se ha incluido en este remake.
ENTRE EL ESTE Y EL OESTE
De modo similar a lo visto en Yakuza 0, en este Yakuza: Kiwami 2 la acción tiene lugar en dos localizaciones diferentes, pero familiares para los fans. Kamurocho, por un lado, y Sotenbori por el otro. La primera es la clásica, dónde se han ambientado todos los juegos de la saga, el barrio principal del clan Tojo. La segunda no es nueva, pero no la visitábamos desde la precuela. Aunque son lugares distintos, ambos pertenecen a ese tipo de entornos japoneses plagados de luces de neón y pequeñas callejuelas que tantas veces hemos visto en el cine y otras fuentes.
Puesto que Yakuza: Kiwami 2 no es un sandbox, sino un RPG con toques de aventura de acción, el visitar uno u otro lugar no dependerá de nosotros, sino de las necesidades del guión. Serán las misiones de la historia principal las que determinen la localización en la que nos encontremos.
En cada mapa hay un montón de cosas por hacer y, aunque la historia principal puede llevarnos completarla unas 20 o 30 horas, terminar el 100% del juego sobrepasa la centena de horas con facilidad. Para que haya una diferencia de tiempo tan drástica el juego despliega un enorme surtido de actividades con las que entretenernos entre misión y misión, explotando en ellas su humor característico, relegando la seriedad para la trama principal.
Yakuza: Kiwami 2 tiene un extenso listado de misiones opcionales, repartidas entre Kamurocho y Sotenbori, de complejidad variable. Todas, no obstante, destilan personalidad y comedia. Podemos encontrarnos al fotógrafo artístico semidesnudo que busca en Kiryu un modelo que le ofrezca las mejores poses, el músico callejero incapaz de dar un nota en condiciones por su resfriado, o el chico que nos pide que le consigamos unos peluches específicos de las máquinas de gancho para conquistar a su novia, entre muchas otras.
Pero no solo de misiones opcionales viven Kiryu y Goro. Otra de las características de esta saga son los minijuegos. En este sentido, puesto que este es un remake que se construye en base al trabajo realizado con Yakuza 6: Song of Life, heredamos muchas de las actividades que ya pudimos ver en aquel.
Máquinas recreativas como Virtual On, o Virtua Fighter 5, las ya mencionadas máquinas de gancho, el karaoke, el Golf, el Casino, el visionado de películas o Toylets, un minijuego solo accesible cuando a nuestro personaje le dan ganas de orinar, son unos cuantos de los más destacados. Otras distracciones más complejas y que consumen su propio tiempo como el Creador y Gestor de Clanes también repiten aquí. Entre las novedades, la más importante es el Club Sunshine, que nos requiere gestionar un club nocturno tan peculiar como es un cabaret.
Si a todo esto le sumamos la posibilidad de encontrar colecionables, visitar los diferentes restaurantes, comprar en tiendas o simplemente explorar las bellas calles de ambos barrios, no corréis el riesgo de aburriros en ningún momento.
SISTEMA DE COMBATE FAMILIAR
Ya adelantábamos previamente que Yakuza: Kiwami 2 toma prestados muchos elementos de los ya vistos en Yakuza 6: Song of Life, y en ningún punto del juego es esto más evidente que en el sistema de combate. De hecho, muchas de las virtudes y defectos sobre el mismo que ya mencionamos en el análisis del anterior juego son extrapolables a este.
Estamos, a fin de cuentas, ante un sistema de combate que prescinde de los estilos de lucha diferentes vistos en el primer Yakuza: Kiwami, y que en su lugar apuesta por un estilo único, mejorable con nuevos movimientos y habilidades. Pierde parte de la gracia que tenía escoger el estilo adecuado para el momento oportuno, pero sigue siendo un sistema satisfactorio para un título en el que abunda su uso.
No tiene, por tanto, novedades dignas de renombre en este aspecto, como tampoco las hay en el sistema de progresión, heredado de nuevo de Yakuza 6: Song of Life. Una progresión que se realiza mediante la inversión de puntos de experiencia, obtenibles por cumplir objetivos y otras tareas más triviales como comer, y que aumentan el rango de habilidades de Kiryu, tanto en las puramente ofensivas como tras más pasivas o útiles a la hora de explorar el mapa.
EL DRAGON ENGINE EN SU MEJOR EXPRESIÓN
Si Yakuza: Kiwami 2 recicla tantos elementos de la sexta entrega, es porque está desarrollado con el motor gráfico de aquel, el Dragon Engine. Al contrario que sucedía con el primer Yakuza: Kiwami, que utilizaba el mismo motor que la precuela, en este se ha hecho uso del motor que estrenó la saga específicamente pensando en la potencia de PlayStation 4 y que en este título muestra su mejor cara.
El Dragon Engine es el motor gráfico más potente y visualmente atractivo con el que ha contado la saga, que trajo importantes cambios que supusieron una pequeña revolución en la serie. Hablamos de cosas como la ausencia de tiempos de carga al visitar establecimientos repartidos por el mapa, o una representación más realista de los personajes o la posibilidad de explorar en primera persona.
También trajo unos cuantos defectos, que ya apuntamos meses atrás al hablaros de Yakuza 6: Song of Life. El más importante, el tearing o corte de pantalla que padecía el juego cada vez que entrabamos en entornos cerrados, y que afeaban mucho el aspecto final. Algo que aquí se ha corregido por completo, independientemente de la versión de PlayStation 4 que poseas, y que hace de la experiencia de moverse por las localizaciones algo mucho más placentero.
CONCLUSIONES
Yakuza: Kiwami 2 tiene virtudes suficientes para ser considerado el mejor juego de la saga aparecido en PlayStation 4. Habrá elementos más discutibles que otros, pero lo que no se puede refutar es que es un remake que tiene todo lo bueno de esta saga, y que además corrige errores que afeaban el resultado final de la sexta entrega. Es el visualmente más atractivo, tiene una de las historias más destacadas de la franquicia, novedades que no estaban en el juego original, y horas de juego por delante. ¿Se puede pedir más? Tal vez una poco probable traducción al español.
Historia - 90%
Jugabilidad - 88%
Gráficos - 90%
Sonido - 85%
88%
Yakuza: Kiwami 2 tiene virtudes suficientes para ser considerado el mejor juego de la saga aparecido en PlayStation 4. Habrá elementos más discutibles que otros, pero lo que no se puede refutar es que es un remake que tiene todo lo bueno de esta saga, y que además corrige errores que afeaban el resultado final de la sexta entrega. Es el visualmente más atractivo, tiene una de las historias más destacadas de la franquicia, novedades que no estaban en el juego original, y horas de juego por delante. ¿Se puede pedir más? Tal vez una poco probable traducción al español.
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