Análisis: Yooka-Laylee

Desde el pasado 11 de abril que podemos disfrutar de un viaje al pasado en lo que a videojuegos de plataforma se refiere. Antiguos miembros del viejo Rare han traido lo que a bombo y platillo se ha coronado como el “Sucesor Espiritual” de Banjo-Kazooie. Yooka-Laylee llega pisando fuerte trayendo una aventura para todas las edades en niveles de mundo abierto de plataformas donde tenemos por delante muchas y muchas horas de juego para conseguir todos los coleccionables y reunir todos los desbloqueables que trae el título del equipo de Playtonic Games, que a pesar de tener miembros de mucha experiencia, pasó por un periodo de incertidumbre muy difícil a pesar de incluso cumplir con creces los requisitos de la campaña de financiación de Kickstarter.

Después de unas cuantas sesiones de juego hemos podido reunir la información suficiente para poderos traer nuestro análisis e impresiones de Yooka-Laylee, título que podemos disfrutar en España gracias a BadLand Games. Para todos aquellos que una imagen vale más que mil palabras, tenemos también preparado un videoanálisis donde os resumimos los puntos fuertes y los no tan fuertes del título de Playtonic Games, aunque todos los aspectos del título los desarrollaremos de forma más densa a través de este análisis. Comenzamos.

 Érase una vez la historia de un camaleón y su amiga murciélago

Si antes de comenzar el análisis mencionábamos el término “Sucesor Espiritual” entrecomillado, es porque era muy difícil hacerlo igual o mejor que con Banjo-Kazooie, pero sí podemos decir que Yooka-Laylee se acerca mucho a esos estándares plataformeros divertidos y de puro afán de coleccionismo. Lejos de las similitudes que encontremos con el trabajo de Rare, en este título controlaremos a Yooka, un camaleón verde con las orejas, rabo y extremidades rojas que tiene por compañera de aventuras a una murciélaga muy narigona, Laylee. Juntos, y con la ayuda sobre todo de Trowzer, una serpiente que viste unos pantalones de explorador de una forma muy cómica, tendrán que recuperar su libro hecho pedazos por culpa de los planes maquiavélicos de Capital B, que junto con el DR. Quack están tratando de hacerse con todo el conocimiento y la sabiduría del mundo.

Una vez metidos en faena, tendremos que explorar un total de seis Bibliomundos que explorar para reunir todas las Pagies de nuestro Libro, lo que acumula un total de 300 Pagies repartidas por varios de estos mundos que podremos ir expandiendo a medida que vayamos consiguiendo más páginas. Además, para los amantes de los minijuegos tendremos también disponibles un surtido curioso de videojuegos para hasta cuatro jugadores en conexión local, por lo que el título carece de ningún elemento online.

Mientras vamos explorando más y más mundos, iremos consiguiendo además de estas Pagies, unas plumas doradas que serán moneda de intercambio para conseguir nuevas habilidades en la tienda de Trowzer, la serpiente exploradora que extrañamente estará en los lugares necesarios en el momento adecuado sin saber de ninguna forma cómo ha llegado ahí. Incluso, si conseguimos una serie de requisitos extras, podemos activar unos modificadores llamados tónicos, que nos darán una ventaja única a nuestro antojo, como por ejemplo más daño con los golpes, menos consumo de energía, más vida, etc, así que tendremos que elegir sabiamente si tenemos varios de estos porque sólo podemos tener uno de estos activos.

Todo esto vendrá acompañado de puro plataformeo que nos hará resoplar de sana nostalgia mientras caminamos por los coloridos bibliomundos, donde además también podremos activar poderes temporales para Yooka gracias a las diferentes bayas que hay en los niveles, como por ejemplo escupir proyectiles, lanzar agua, convertirnos en un soplete de fuego… E incluso seremos las cobayas de experimentos de la Dr. Puzz que jugará con nuestro ADN transformándonos en alocadas criaturas en cada bibliomundo para poder reunir más y más Pagies.

Jugabilidad

Llegados a este punto toca hablar del verdadero punto fuerte de Yooka-Laylee, y es que se nota que los chicos de Playtonic tienen en su haber grandes genios del antiguo plataformeo que tanto nos picó en nuestros años más jóvenes, donde consiguen traer un juego de niveles en mundo abierto expandibles de plataformas que pica y pican cada vez que ampliamos cada bibliomundo y nos animan a seguir explorando cada rincón para encontrar esa pluma dorada que nos falte para conseguir una nueva habilidad o encontrar esa Pagie escondida que nos falta para ampliar otro mundo y seguir en nuestro maratón coleccionable. Aunque llegados a un punto muy avanzado en nuestra aventura puede que se nos haga tedioso mejorar por tercera o cuarta vez un Bibliomundo, ya que no hay demasiada diferenciación en estos, más allá del clima en el que están ambientados. En aproximadamente unas 25-30 horas podremos completar el título.

Desafortunadamente, no todo es un camino de rosas, y aunque Yooka-Laylkee es divertido a rabiar, es muy posible que nos encontremos varios momentos incómodos por culpa del manejo de la perspectiva de la cámara, donde notaremos más esta carencia en niveles partes de los mismos que sean realmente estrechos, como el cuartel general de Capital B, La Colmena del Saber, por ejemplo. De igual manera, este pequeño fallo no eclipsa el buen trabajo que ha conseguido realizar el estudio de Playtonic, donde se nos pasarán las horas como si fueran minutos a medida que nos metemos en faena para conseguir más y más pagies. Además, y como no podía ser de otra manera, seremos testigos de guiños que harán mención de forma indirecta a la gran obra creada por Rare, donde hasta los jefes creados suponen un cierre excepcional a la creación y ejecución de cada nivel.

Apartado Técnico

Y es que aunque el desarrollo de Yooka-Layle prácticamente ha sido uno creado al gusto del consumidor, donde los chicos de Playtonic han aportado todo lo que han pedido los fans de los juegos de plataformas, y eso es magnífico, esto saca a relucir algunas de las asperezas del título. Y es que aunque estamos en un juego con un gameplay que desgraciadamente ha caido en desuso, el apartado técnico y artístico del título es muy gratificante. Niveles creados con una paleta de colores y saturación de estos muy ricos, pero que en ocasiones nos hará ser testigos de algunos dientes de sierra, y algunos tirones, sobre todo al cargar los niveles, que casi pasan desapercibidos en Playstation 4 Pro, el hardware donde hemos realizado este review. De igual forma, para los más peques Yooka-Laylee es una aventura muy divertida que llama la atencion a los sentidos y con personajes bien caracterizados que gráficamente rinde de forma aceptable.

Respecto al sonido del título, no podemos destacar un doblaje en un idioma que conozcamos, ya que como no podía ser menos, la aventura de Playtonic nos presenta unos personajes que hablan de forma muy graciosa, cada uno con su tono de voz y sus respectivos ruidos y expresiones. Para ello, nos encontramos con una traducción muy aceptable al castellano. Por no hablar de la banda sonora, que brinda ese toque infantil muy divertido.

Conclusiones

Yooka-Laylee es una aventura muy notable y apetecible, que nos hace recordar con una sonrisa en nuestra cara lo magnífico que eran los juegos de plataformas de los años 90 y que hace resaltar que el género no está para nada muerto, sino que necesita las manos adecuadas para traer una entrega muy pero que muy aceptable, y Playtonic lo consigue a la perfección salvando las diferencias con el gran Banjo-Kazooie. Con un apartado técnico y artístico aceptable, que en esporádicas ocasiones puede que nos haga arrugar el gesto, y con un gameplay muy satisfactorio, quitando la salvedad del manejo de la cámara en diversas ocasiones, que pica más y más para conseguir más Pagies. Hará las delicias de los más peques, y de los ya no tanto, gracias a que da la oportunidad de revivir en la actual generación un género que ha quedado en el olvido pero que gracias a trabajos como este nos dice que se pueden realizar grandes creaciones a la altura.

Jugabilidad - 80%

Gráficos - 75%

Sonido - 80%

78%

Yooka-Laylee es una aventura muy notable y apetecible, que nos hace recordar con una sonrisa en nuestra cara lo magnífico que eran los juegos de plataformas de los años 90 y que hace resaltar que el género no está para nada muerto, sino que necesita las manos adecuadas para traer una entrega muy pero que muy aceptable, y Playtonic lo consigue a la perfección salvando las diferencias con el gran Banjo-Kazooie. Con un apartado técnico y artístico aceptable, que en esporádicas ocasiones puede que nos haga arrugar el gesto, y con un gameplay muy satisfactorio, quitando la salvedad del manejo de la cámara en diversas ocasiones, que pica más y más para conseguir más Pagies. Hará las delicias de los más peques, y de los ya no tanto, gracias a que da la oportunidad de revivir en la actual generación un género que ha quedado en el olvido pero que gracias a trabajos como este nos dice que se pueden realizar grandes creaciones a la altura.

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