El año escolar ha terminado.
Mamá (y papa) que me lees... ¿Cómo te sientes al respecto?
Es hora de revisar lo que hemos conseguido durante este curso y concebir nuevas metas para el próximo año.
Hay muchas cosas que no han salido como esperabas, ¿verdad?
Y es que, si te paso como a mí, que tenias muchas expectativas, planes y proyectos para este curso (en mi caso, para el periodo de tiempo de agosto a junio), muchas cosas tienen que haber salido peor de lo que creías, otras como las pensaste y otras seguro te sorprendieron favorablemente ¿o me equivoco?
Vamos a recapitular, y a integrar todo lo malo y lo bueno, para poder seguir adelante, y luego vamos a prepararnos para un año mucho mejor que el que acaba de pasar.
Con estos 6 simples pasos:
1.- Mira atrás y evalúa. ¿Cómo querías que fuera todo? ¿Cómo ha sido realmente?
2.- Ventila todas las cosas que necesites, y luego deja los problemas atrás (no sirve de nada cargar con pesos innecesarios)
3.- Convierte mentalmente todos los obstáculos tuyos o de tus hijos, en pruebas de superación.
4.- Identifica cuales fueron los motivos reales para que algunas cosas no salieran como esperabas (¿tenias expectativas muy altas o muy bajas?, ¿no distribuiste bien el tiempo?, ¿te cargaste, o cargaste a los demás excesivamente?). Esto te ayudara a que no ocurran nuevamente.
5.- Procesa tus emociones (suelta todo lo que tienes por dentro escribiéndote una carta a ti misma, grabándote en audio, conversando con una amiga, o simplemente meditando) y luego deja lo que te molesta atrás para poder vivir el presente con alegría.
6.- Date un respiro... no eres perfecta, pero luchas cada día por serlo, y ya solo por eso, eres una vencedora.
¿Quién puede decir que haya tenido un año perfecto?...
El que se le ocurra decirlo, seguro está mintiendo, o no se formo ningún propósito para esta pasada temporada y es súper optimista... porque la vida nunca viene como esperamos, y lo mejor que podemos hacer es estar prepararnos y pasarla lo mejor posible.