Analizamos a fondo el LG G Flex, primer LG con pantalla curva

Así es, al fin nos hacemos con un LG G Flex para su análisis, aun siendo algo tarde, pero lo bueno se hace esperar. Esperando a la llegada del LG G3, probamos el primer smartphone de LG con pantalla curva. Tenemos que decir que en su gran mayoría, nos ha dejado con un buen sabor de boca.

Este LG G Flex dispone de la tecnología P-OLED para conseguir una pantalla curva, que aun no siendo de la calidad de su hermano pequeño, y del que hereda gran parte del diseño exterior, es una gran revolución en el mundo de los smartphones.

Este LG G Flex tiene unas dimensiones muy generosas, que comparándolas con el G2, parece enorme, pero comparando con otros dispositivos con pantallas de parecidas pulgadas es bastante compacto. Además, no solo en la pantalla radica su revolución, sino que su carcasa trasera también merece especial mención, ya que nos encontramos con una carcasa trasera que auto repara los pequeños daños o pequeños arañazos que vayan saliendo del uso. Avisamos de que no por tener esta carcasa se le van a quitar todos los desperfectos, pero sí que las disimulará en gran parte. Aún así, debemos decir y denunciar desde aquí que a nosotros nos ha llegado una unidad bastante tocada por las 4 esquinas fruto del mal uso que han hecho anteriores bloggers, por eso no podemos mostraros el dispositivo en su total esplendor sin rasguño alguno.

Bueno, siguiendo con el análisis, podemos decir que el LG G Flex cuenta con potencia de sobra para ejecutar cualquier aplicación de forma muy fluida. Es más, hemos tenido la suerte de ser de los primeros blogs en disfrutar de este G Flex con Android 4.4.2 KitKatm por lo que la experiencia de uso ha sido espectacular.

Su pantalla, un panel P-OLED de 6 pulgadas con resolución HD y 245ppp, no es de las mejores que hayamos probado. Tampoco es que sea mala pantalla, simplemente parece que cuente con un tipo de filtro (que no lo tiene) que le hace mostrar las imágenes como si fueran algo antiguas, aunque al tacto es muy bueno y responde muy bien.

La cámara trasera ha perdido el estabilizador óptico que hace gala el G2, aunque no por ello nos ofrece malas imágenes, es más, podríamos decir que saca unas fotos bastante buenas si las comparamos con otros dispositivos:

En cuanto a la batería, decir que el LG G Flex cuenta con 3500mAh que da una autonomía suficiente como para que aguante más de un día con un uso moderado, dos si ese uso no es para tanto. Es algo sorprendente viendo el tamaño de la pantalla, aunque nos hace pensar que la resolución de pantalla hace mucho de ese trabajo de ahorro.

La experiencia de uso ha sido muy grata, un teléfono que aun viniendo con Android 4.2.2 Jelly Bean ya era muy fluido, después de actualizarlo a la última versión va incluso mejor que antes, incorporando novedades tales como el Knock Code, procedente de dispositivos como el LG G Pro 2, y adoptado recientemente en el LG G2.

El diseño, aunque sea calcado al del LG G2, hay que decir que es un acierto, puesto que no lo hace tan grande como otros de sus competidores gracias a sus escasos marcos. Los botones traseros son muy cómodos tal como ya nos imaginábamos.

Aquí os mostramos imágenes del teléfono:

Y aquí tenéis el vídeo análisis del LG G Flex. Esperemos que os guste: