
“Impulso” no es un disco conceptual, no sigue una historia. Son 5 canciones que conviven en un mismo álbum, pero pertenecen a distintos universos, como un gran ojo que no ve solo una cosa, ve muchas.
Hoy vamos canción por canción, tratando de interpretar este maremoto de emociones.
El EP abre con “La vida entre los dos”, claramente es una referencia a una persona. Hay una historia de amor y uno o más frutos de ese amor. Ese fruto que crece, parece que no lo viven igual, o no lo sienten igual. Uno desafía al otro a ver cómo sienten eso que crece. El fruto pueden ser hijos o cuestiones más relacionadas al amor, a la filosofía. Lo claro es que es una relación turbulenta, fuera de control. Pero hay placer y euforia. Buen sexo?
“Lejos tan cerca” es un estado de vulnerabilidad absoluta. Es asumir que somos endebles frente a cuestiones sencillas pero esenciales de la vida como lo es sentir, llorar, hablar, no callar: no sentimos siempre, no no lloramos siempre, no hablamos y callamos seguido. El protagonista es un soñador y la metáfora de las cenizas hablan de la amenaza de un fin que mientras esté en un sueño, puede ser solo eso, pero la amenaza reside en que ese fin puede ser real. Pero estas personas tienen una unión demasiado poderosa, le pide que cuide sus secretos más allá de todo, hasta de la eternidad. Es un pedido simple, pero profundo. De todos modos, termina bien, termina con un pedido de que vuelva. Claramente no es una relación más. Puede estar hablando de la relación más importante de su vida.
El tercer track de “Impulso” es “Ella” que parece un autorretrato del autor. Ella puede ser él, aquellos, ellos, todos. Tiene un mensaje de positivismo absoluto. Habla de romper las barreras, los miedos, de dejarse llevar, fluir. De dar batalla a la ansiedad. Por su título parece una canción dedicada a una mujer, y sin embargo está muy por encima de eso. Todos buscamos el tacto y la voz de alguien para seguir vivos, todos luchamos por romper nuestras cadenas. Todos queremos amar mientras dormimos pero más aún al despertar. Es una canción de esperanzas, de que nada está perdido. Es una canción atemporal y universal.
“Fácil” es una declaración de resignación. El autor se resigna frente a lo que no puede controlar ni manejar. Hay una pérdida bien marcada y no superada. Alguien o algo se fue, se murió, no esta, se fue. El protagonista se siente solo y no quiere, no le gusta, no aprende a estar solo. Hay un pasado que vuelve como una constante y es ahí donde aparece la resignación, la aceptación. Parece vivir en una tormenta imparable y ensordecedora; esta persona se pierde en los laberintos de su mente y termina siempre en el mismo lugar: frente a un espejo que le devuelve su imagen solo, siempre solo. Claramente el mensaje es que nada es eterno, ni mucho menos fácil.
El tema que cierra el disco es “Perfume de constelación”. Es una licencia poética y filosófica sobre cuestiones esenciales del existir. Al escucharla, se entra en un trance onírico. Lo sonoro con lo poético arman un combo suave, armonioso. A pesar de eso, no es una canción luminosa, por el contrario, tiene una oscuridad acentuada: los barcos que flotan en una tempestad ventosa dan cuenta de que no todo lo onírico es bueno: hay vértigo, vanidad y olores que no son de este mundo. La canción te sumerge a un universo propio, te aleja de lo conocido y si lográs conectar, no hay vuelta atrás. ¿A qué huele el azar? ¿Qué perfume se puso hoy el destino? ¿Cuánto vértigo dan las constelaciones que no conocemos y que encima no tienen luz? Son algunas de las preguntas que quedan flotando en una de las canciones mejor logradas del disco.
Disco “impulso” de MARES analizado por @MartinGR