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Analizamos la 2º temporada de `The Killing´

Publicado el 03 julio 2012 por Lapalomitamecanica
The Killing se redime aunque no llega a la excelencia
Analizamos la 2º temporada de `The Killing´
Nota: 6,5
The Killing llegó el año pasado de la mano de la cadena AMC en su búsqueda de equipararse en calidad con la todopoderosa HBO. Breaking Bad, Rubicón o Mad Men son pruebas de que el canal por cable norteamericano ha ido siempre in crescendo a lo largo de estos últimos años. Con esas intenciones se presentaba este remake de la serie danesa Forbrydelsen con el reciclado eslogan "¿Quién mató a Laura Palmer Rosie Larsen?". Evidentemente las referencias a Twin Peaks impregnaron toda la primera temporada creando una atmósfera única en la desapacible ciudad de Seattle pero sin llegar al microcosmos tan genuino con el que el excéntrico David Lynch nos obsequiaba hace dos décadas. La serie de la AMC consiguió de todas formas brillar con fuerza con un piloto excepcional donde destacaba una puesta en escena excelente que hizo que muchos sucumbiéramos ante tal poderío visual acompañando a sus dos carismáticos protagonistas, que durante esta segunda temporada no han hecho sino destaparse como los verdaderos artífices del éxito de The Killing por encima de Rosie Larsen.
El análisis de la segunda temporada de The Killing, tras el salto.




Como todos sabéis, el final de la pasada y primera temporada supuso un shock para muchos de sus seguidores. Desde un principio, todos los telespectadores tuvimos la falsa ilusión de que con el final de temporada sabríamos la verdadera identidad del asesino de Rosie Larsen, de hecho, esa fue la intención inicial de una serie que iba a plantearse a caso por temporada y que actualmente, tengo serias dudas de que renueve parauna tercera. No obstante, no solo fue un final algo tramposo lo que provocó el desencanto de The Killing sino también un relleno demasiado abultado bajo el pretexto del falso culpable que se alargó durante gran parte de los trece capítulos que componen la temporada para finalmente volver a partir del punto de origen. La segunda temporada, aparte de representar el cierre definitivo del caso de Rosie, también se ha mostrado más compacta que su predecesora aunque mucho más carente de emoción, como si se hubiera perdido su alma por el camino.
Esta temporada, al igual que su antecesora, sigue el mismo esquema de desarrollo dividiendo las líneas argumentales entre los agentes Linden y Holder, la familia Larsen y la carrera hacia la alcaldía de Seattle por parte de Darren Richmond y sus allegados. Pero si el año pasado ya comentábamos algún fallo de guion que hacía que las figuras de Linden y Holder se desperdigasen, este año todo lo contrario: ambos han crecido a pasos agigantados episodio tras episodio en su loco afán de dar con el verdadero culpable atravesando para ello toda una marea de obstáculos.  Muchos estaremos de acuerdo que los mejores momentos los hemos podido ver con Sarah Linden en el psiquiátrico con su lucha interna y como el juicio de ésta empezaba a tambalearse ante la presión de los colegas.  El trabajo de Mireille Enos es sin duda encomiable, pero quizás este año el protagonismo haya recaído algo más sobre el Detective Holder en su lucha por ahuyentar los demonios de un pasado oscuro y de resarcirse por el mal hecho. Joel Kinnaman, al que pronto veremos en la piel de Robocop, recrea un personaje excepcional no ya solo por esa apariencia física deshilachada sino por los matices que añade a una interpretación muy verosímil.
Analizamos la 2º temporada de `The Killing´
La familia Lasen, por el contrario, ha vuelto a resultar ser la parte más débil del argumento. Si hace un año nos hartamos de ver a la señora Larsen llorar hasta la saciedad por cada esquina en una espiral de dolor interminable, en esta ocasión no ha decepcionado en su escape del dolor en un viaje algo intrascendental. No obstante, Stan Larsen siempre ha mostrado algo más de interés sobretodo por su pasado turbio que parecía que esta temporada iba a ser crucial y que sin embargo ha sido una mera anécdota que no ha hecho otra cosa que rellenar minutos.
En cambio tal y como se sospechaba, la vertiente argumental protagonizada por la política y los tejemanejes de la campaña electoral ha resultado crucial para dilucidar el final del caso Larsen.  Todo ello gracias a un Darren Richmond del cual hemos visto una evolución considerable, ya no solo superar el hecho de su invalidez sino por las consecuencias de su paradero en la noche del asesinato de la pequeña Rosie. Un Richmond que representa la cara amable de la política, un papel que a muchos nos recordará al entusiasta Carcetti y su afán por mejorar la maltrecha Baltimore. Ambos quedan a mitad del camino, siendo finalmente presas de un sistema viciado donde las buenas intenciones son solo eso, intenciones. Finalmente, el caso, como veníamos diciendo, derivó en la diosa fortuna, en el hecho de estar en el momento equivocado en el peor lugar, donde los fuertes harán lo necesario para mantenerse en su posición de dominio mientras que los justos harán prevalecer la equidad.
Analizamos la 2º temporada de `The Killing´
Si eres de los que aún no ha visto The Killing, estás de suerte, ya que si cogemos las dos temporadas en su conjunto hay que reconocer que obtienes una serie por encima de la media. No obstante, para los que sintieron la rabia contenida del final de la pasada campaña es más complicado calificarla, ya que por lo menos un servidor no ha sabido en ningún momento quitarse el mal sabor de boca de aquel polémico cierre de temporada como si se tratase de un estigma imborrable. Sin duda, este año The Killing ha logrado superar ese bache argumental pero sin apenas apostar por la sorpresa o el juego con el espectador salvando esos minutos finales donde realmente se da a conocer quién asesinó a Rosie Larsen, que no deja de ser lo que siempre quisimos saber. Ahora la duda es, ¿Ha sido este el primero de los casos resueltos por los detectives Linden y Holder o el desenlace de una serie truncada?

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