Ayer comenzó una nueva edición del reality más curioso de la televisión, Gran Hermano, en edición número 11. Esta nueva edición, como cada año, trae nuevas sorpresas que darán mucho que hablar. Un matrimonio de lesbianas, una madre y una hija, una rubia con un cuerpo de escándalo, y una pareja de novios que no son tal... Vamos uno por uno:
Gonzalo. Argentino de 31 años, vive en nuestro país desde hace cuatro años. Se define como egocéntrico, narcisista y le encanta discutir y tener siempre la razón. Si realmente es así, su paso por la casa de Guadalíx de la Sierra se prevee fugaz. O quizás nos sorprenda y aguante unas semanas.
Indhira. Malagueña de 23 años, de raíces índias. Se define como coqueta y muy desordenada. En mi opinión es de las chicas más guapas que han entrado este año en la casa. Parece que será de las más queridas en esta edición. De momento está entre mis favoritas.
Arturo. De Irún, 32 años. Se define como una persona aventurera. En un principio no es de mi simpatía debido a que me ha parecido una persona chulesca. Pienso que podría tener algo con otra de las concursantes, Melanie. Espero equivocarme, luego explico la razón.
Pilar. Ferrolana de 52 años. Madre de otra de las concursantes (Saray) que hasta ahora desconoce que también participa en Gran Hermano. La defino como insoportable, habla demasiado, y pienso que no se muestra tal como es. Sinceramente me cae mejor su hija.
Tatiana. Almeriense de 19 años. Es la más joven de esta edición pero no por ello la menos guapa. Es rusa y se define como alegre, divertida y simpática, pero con un lado malo cuando se enfada. No tiene novio y busca un chico con un perfil similar al mio... Yo también te quiero Tati.
Siscu. 23 años. Se define como un poco marujo y quizás sea el favorito entre el público femenino del programa. Pero eso sí su sinceridad podría crearle algún que otro encontronazo con sus compañeros de convivencia. Y es que la gente normalmente no está acostumbrado a escuchar verdades.
Para que el artículo no se haga muy pesado. No hay que olvidar que los españoles, eso de leer no es una de nuestras aficiones preferidas. Lo voy a dividir en tres partes, para que no os canseís mucho.