A raíz de un accidente en parapente hace unos años, Philippe un adinerado aristócrata se ha quedado tetráplejico. Por su cáracter, sus cuidadores le suelen durar apenas unas semanas, pero eso cambia al llegar a su hogar Driss, un senegalés que quiere que le firmen el papel conforme no ha sido seleccionado para el puesto de trabajo y poder seguir trampeando con el paro.
Philippe viendo una alternativa a sus cuidadores con titulación (y que le tratan como si fuera un jarrón chino) decide contratar al joven, que proviene de un barrio marginal y no tiene precisamente un pasado impoluto.
Sin formación al respecto, Driss, amante de la música disco-funk, de la velocidad y de las féminas, aterrizará en una mansión en la que el lujo empieza en su misma habitación pero en la que tendrá que aprender como tratar a su jefe...
El cine francés sigue en racha y es vox populi que Intocables está siendo todo un fénomeno en taquilla. Basada en hechos reales -concretamente en la novela autobiográfica del vital y luchador Philippe Pozzo di Borgo y su cuidador y posterior amigo Abdel- y en el documental que se grabó hace unos años sobre ambos, la película se centra en estos dos seres opuestos que se complementan y que tienen una relación basada en la cercanía, la sinceridad y que aderezan sus charlas diarias con acertadas dosis de humor incorrecto y mordaz (sin ánimo de spoiler pero el momento operístico o el afeitado se han quedado para siempre en mi memoria jajaja).
Y en esos punzantes diálogos reside la grandeza de la película. Mientras un distante Philippe va desgranando su pasado y contruyendo su futuro, Driss empieza a aspirar a una vida mejor y a salir progresivamente de la oscuridad de la exclusión social. Y en ese punto convergen. Philippe está excluido por su lesión, Driss lo está por su posición social y con humor y respeto nos muestran como se enlazan sus vidas así como su visión del arte, la música, la cultura, el amor...y todo aquello que les produce temor o tristeza.
El eterno dilema: ¿Arte o Basura?
Philippe postrado y amarrado a su silla de ruedas encuentra un apoyo y un confidente, alguien a quien enseñar sus conocimientos sobre el arte y la música clásica y sobre todo alguien que no le trata como si fuese un lisiado o un muñeco roto (muy buena interpretación de François Cluzet, sin caer en dramatismos ni en lamentos y creando un personaje maravilloso con una gran sensibilidad y un envidiable sentido del humor).
En el otro lado, Omar Dy se llevó el César al mejor actor (competía con Dujardin, y con su compañero de reparto François Cluzet) y si habéis visto la película es evidente que le otorga a su interpretación de chico de barrio marginal un toque muy convincente sin llegar a exagerar y logra una buena química con su compañero de aventurillasque se va desarrollando durante todo el metraje (que pasa volando, sea dicho).
De fiesss
Borrosos los secundarios (hija y personal de Philippe o la familia de Driss) pero todo es perdonable por el buen hacer de esta extraña pareja y por la excelente banda sonora de Ludovico Einaudi (y no olvidemos el September de Earth, Wind & Fire).
Por la Wasabi Manor&Friends ha dejado muy buen sabor de boca. Intocable no es un drama lácrimogéno; es la conmovedora historia de dos amigos y de como forjan una gran relación que les hará crecer, evolucionar y recuperar las ganas de vivir.
Philippe Pozzo y Abdel
Como nota ocho wasabis de orejas rojas y el trailer.
Hoy perdonamos que no vayáis al cine ya que es el día del Libro y la Rosa (disfruten de la velada) pero si no la habéis visto os la recomendamos fervientemente.
Bonus track de Sant Jordi: una de mis canciones favoritas de Ludovico Einaudi que ha sido el tema de principal de la película.
publicado el 05 enero a las 16:11
Qué felicidad cuando dos caminos tan divergentes , milagrosamente confluyen en un momento, para conseguir tal enriquecimiento. Maravillosa historia.