Revista Salud y Bienestar
Aquellos que me sigáis por Twitter habéis podido leer durante este fin de semana que he nombrado mucho a otro tuitero, Pablo Duque (usuario @P_Duque). El motivo no ha sido otro que el privilegio de asistir a un curso que ha impartido en Zaragoza, titulado "Anamnesis, exploración y diagnóstico neuropsicológicos en adultos". Gracias a la Fundación FIVAN y a INEAVA por su organización.
Es un lujo aprender directamente de una persona que domina por su amplia experiencia tanto la parte docente e investigadora como la clínica. Esto no es ninguna banalidad, ya que solemos estudiar y posteriormente aplicar esos conocimientos en nuestra práctica clínica basándonos en las sesudas conclusiones de personas que no han visto un paciente en su vida.
Pablo con cada concepto e idea nos ilustraba con un ejemplo de pacientes reales, y comparto con él la idea de que "Si tú no ves a la persona, te pierdes su cerebro". Yo cuando estudio procuro ir asociando los nuevos conocimientos con mi experiencia previa. Poner caras y nombres a las patologías ayuda a comprender muchos de los procesos.
Comparto con vosotros las ideas principales con las que me quedo de este curso:
- La anamnesis es la base de todo, en ella identificaremos los procesos nucleares y las funciones específicas afectadas y los facilitadores que utiliza el paciente, obteniendo con ello una información que nadie nos va a dar y que utilizaremos en el tratamiento posterior.
- Evitaremos los sesgos procurando realizar la anamnesis conociendo el menor número de datos sobre el paciente.
- No podemos cuantificar la cognición, puntuamos pruebas que nos dan unos datos, pero no sabemos en qué afecta a la vida diaria del sujeto. La cuestión es que sepamos verlo.
- Seguir estudiando y someter todo a nuestra propia crítica. No dar nada por bueno mientras no lo comprobemos por nosotros mismos, lo diga quien lo diga.
Y con esto termino, pero no me resisto a invitaros a visitar el blog de Pablo y recomendaros que leáis una estupenda entrada que escribió sobre los terapeutas ocupacionales. No tiene desperdicio.
Paloma Peña