DEBER DEL COMISARIO
“La Armada” 4-9-1937
Todas las miradas del pueblo honrado español, se dirigen hacia nuestro heroico Ejército Popular, que da a conocer al mundo una vez más, su creciente combatividad al llegar a las propias puertas de Zaragoza.
Estos magníficos soldados, que desde las gloriosas milicias de julio han resistido las brutales embestidas del fascismo y hoy formados en los cuadros orgánicos del Ejército Popular, pisan ya tierra española arrebatada a la codicia de los invasores, lanzando su invencible puño de acero sobre los parapetos y sobre las fortalezas del fascismo, podemos decir, sin jactancia, que señalan todo un camino lleno de triunfos en el porvenir de la guerra.
Este Ejército que es una Institución popular, fue forjada en el fragor de la lucha, con el esfuerzo de las masas y con la inteligencia del Gobierno del Frente Popular, es la más querida estimada por el pueblo que le dio forma y vida.
¿A qué se debe este heroísmo inigualado de nuestros soldados? Ellos no son vulgares luchadores como los del campo contrario. Son los hombres hacen la guerra con un elevado espíritu de clase, con una consciencia política, que sus comisarios tienen exquisito cuidado de cultivar.
Nadie ignora la brillante labor que en este aspecto vienen realizando los comisarios políticos del Ejército y el fruto que de ella se obtiene. Convencidos de esta realidad, debemos tenerlo muy en cuenta los que ejercemos iguales funciones en la Flota y no olvidar nuestra denominación. Los comisarios de la Marina, todos, tenemos el deber de elevar el nivel político de nuestras dotaciones a un ritmo muy acelerado, tal y como lo exigen las necesidades de nuestra guerra, que es eminentemente política, como ha dicho el Presidente de la República.
Esta tarea que parece penosa, hay que emprenderla rápidamente, porque lo piden nuestras dotaciones y porque es apremiante la necesidad de satisfacer este anhelo de los marinos, que de no hacerlo así, sólo obtendríamos una masa inerte, que no sabría porque luchaba y qué a la larga emprendería rumbos quizás desviados de la línea política justa que ha de conducirnos a la victoria final.
Pero en esta labor, hay que desprenderse de todo prejuicio partidista y vencer cuantas dificultades existan, para llegar a la función idealista de todos los antifascistas de la Armada.
La política en los barcos y dependencias no ha de ser obstaculizada y sí fomentada por los comisarios políticos, que han de ver en ella el arma formidable que aplastará al fascismo.
Esta política, se refiere a la Antifascista, haciendo buenos anarquistas, comunistas, socialistas y republicanos a los que ya con anterioridad profesaban estos preciosos ideales.
Y a los sin partido, hacerles comprender, que nuestra guerra, no es solamente una lucha de clases, si no la expresión vibrante de todo un pueblo que se ha levantado en armas, para defender la independencia de la Patria, que ha sido hollada por la planta extranjera, favorecida por la traición de los que se sublevaron contra España, empuñando las mismas armas que ésta le confió para su defensa.
José Moreno Mesa
Comisario Político del crucero “Méndez Núñez”
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