Revista Solidaridad

Anateusk desarrolla un programa de tratamiento de niños con autismo con la cooperación de perros.

Por Aparcamientodiscapacitados

'Lehen' es usuario del polideportivo de Elgoibar. Dos veces por semana acude a sus instalaciones, algo que no tendría nada de extraño sino fuera por que se trata de un perro de la raza border collie. Además, 'Lehen' nunca está solo en sus visitas; allí se reúne con unos niños muy especiales, chavales con discapacidades psíquicas que encuentran en este cariñoso animal un estrecho colaborador en las labores de terapia en las que participan.'Lehen' es uno de los primeros frutos de Anateusk, un centro de innovación social radicado en el barrio elgoibarrés de Idotorbe-San Pedro que apuesta por la creación y el desarrollo de diferentes iniciativas en el área socio-sanitaria y educativa con la cooperación de los animales y la naturaleza como ejes fundamentales. Eneko Kortabarria y Jesús Bilbao están detrás de esta idea, que vio la luz en 2011 y que, en este tiempo, se ha convertido en un referente en el desarrollo de proyectos de contenido científico sobre la utilización de animales en los ámbitos de la gerontología y de las personas con discapacidad psíquica.Los dos proyectos con niños que Anateusk lleva a cabo en el polideportivo Olaizaga son una muestra de ello. Ambos están destinados a niños con discapacidades psíquicas aunque uno de ellos, denominado Afaine, está dirigido a niños con autismo.Las personas con autismo padecen un espectro de trastornos que presenta, entre otros síntomas, diferentes grados de dificultad para la interacción social y la comunicación. La apuesta de Anateusk por Afaine busca la manera de superar estas barreras con diferentes ejercicios de mejora de la psicomotricidad en compañía de 'Lehen' y un profesional que se encarga de dirigir las sesiones, que suelen tener lugar una vez a la semana y cuentan con la participación de tres niños de Elgoibar.En las sesiones se estimula la adquisición del esquema corporal, la disociación de movimientos, la coordinación, la lateralidad, la motricidad, el equilibrio, el tono muscular y la capacidad de relajación. «Son ejercicios muy sencillos, como elevar la pierna para superar un obstáculo, desplazarse por un circuito, realizar una marcha hacia atrás o una marcha lateral, que se ven condicionadas por el grado de autismo que presenta el niño y que en este caso tratamos de solventar con el apoyo del perro de asistencia, que les anima a completar las tareas marcadas por el profesional que dirige la terapia, ya que debe quedar claro que el animal no es más que una herramienta más, un facilitador del trabajo que desarrolla al profesional», señaló Kortabarria.Una ventana abiertaJosu cumplió 15 años hace unas semanas y es uno de los niños con autismo que participa en el programa Afaine. Su madre, Miriam, no cree en las varitas mágicas, pero ve con ilusión la puesta en marcha del programa. «Trabajar con 'Lehen' es una salida más, una nueva ventana que se abre y que se suma a otras terapias que realizamos. Sé que mal no le va a hacer. Josu se ha relacionado muy bien con el perro desde el principio y veremos cómo podemos mejorar la comunicación con él a base de trabajo y aprovechando la comunicación no verbal que tienen en común los perros y los niños con autismo».Eneko Kortabarria también incidió en la importancia de la constancia. «Aquí no existe la magia. Hay experiencias que demuestran los buenos resultados de las terapias con animales en casos de niños con autismo pero lo que realmente importa es estar convencido de que el trabajo constante y el día a día pueden dar buenos resultados».
http://anateusk.com/
http://www.diariovasco.com/v/20130331/al-dia-local/fiel-companero-terapia-20130331.html
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