Áncash está a punto de dar un salto histórico en infraestructura de salud… o al menos eso promete el expediente técnico que ya se cocina, se sazona y se revisa con lupa. Se trata del nuevo Hospital Víctor Ramos Guardia nivel III-1, la joya que, según autoridades, empezará a levantarse en el 2026 y que pretende convertirse en el centro médico más especializado de toda la región.
La región ya se frota las manos con la idea: más de 200 mil personas serían beneficiadas, evitando ese clásico tour del sufrimiento que va desde Huaraz hasta Lima con esperas interminables y atención que parece salida de un capítulo de comedia negra.
Un hospital nivel III-1: el “transformer” de la salud en Áncash
El proyecto está en pleno proceso de expediente técnico, bajo el mando del Consorcio WIN Empresas SAC – Soluciones Alimenticias SAC (sí, así como lo lees: hay una empresa alimenticia en el equipo, pero al parecer eso ya es “normal” en la ingeniería peruana).
Afortunadamente, la cosa viene con asistencia técnica de ProInversión. Y ahí entra a escena Dolly Lozano, quien reafirma la fe nacional en el mecanismo de Obras por Impuestos (OxI):
“Las familias recibirán atención de alta calidad sin traslados, sin esperas y con infraestructura moderna que responde a estándares internacionales.”
Solo faltó agregar: “Sin milagros, porque eso ya sería otro ministerio”.
El gobernador regional Koki Noriega también puso la vara alta, declarando que este será “la infraestructura asistencial más especializada de la región”. Es decir, el Ferrari de los hospitales, pero versión S/ 1 000 millones.
Más de S/ 1 000 millones en inversión y 61 mil m²: el hospital donde hasta la sombra será de alta complejidad
El megaproyecto contempla:
- Hemodiálisis
- Quimioterapia
- Medicina Hiperbárica
- Tres UCI especializadas
- Centro quirúrgico
- Diagnóstico por imágenes
- Emergencia moderna
- Equipamiento biomédico de última generación
- Y, por supuesto, un programa integral de capacitación, porque ya sabemos que tener máquinas de lujo sin personal capacitado es como comprar un Tesla y no saber manejar carro mecánico.
La promesa es clara: menos colas, menos viajes, más vida.
Siempre y cuando —guiño, guiño— se cumpla el cronograma. Porque en Perú, cuando uno escucha “inicia en 2026”, automáticamente oye un eco que dice “ojalá”.
COAR Áncash: el alumno aplicado del sistema OxI
Mientras el hospital está en modo “proyecto estrella”, el COAR Áncash brilla como el hijo modelo del mecanismo de Obras por Impuestos.
ProInversión realizó una visita técnica al complejo educativo, ubicado en Recuay, para confirmar que sí, que todo funciona, que nada se está cayendo y que los laboratorios no están siendo usados para guardar chocolates.
Y vaya que cumple:
- Laboratorios de ciencias
- Laboratorios de cómputo y robótica
- Talleres artísticos
- Áreas deportivas de lujo
- Piscina semiolímpica
- Residencia estudiantil totalmente equipada
Sus 265 estudiantes viven, estudian, nadan y se proyectan como la próxima generación de cerebros que —esperemos— ayudarán a que no sigamos cometiendo los mismos errores de siempre… especialmente en infraestructura pública.
Dolly Lozano remató con una frase que casi parece eslogan:
“Obras por Impuestos no solo construye infraestructura, sino futuro.”
Conclusión suspicaz pero optimista en Áncash
Áncash parece estar entrando a una nueva etapa: un hospital de nivel III-1 que promete cambiar la historia y un COAR que ya demuestra lo que sí se puede lograr cuando la gestión no se va por las ramas.
¿Se cumplirá el cronograma?
¿Llegarán los S/ 1 000 millones sin fugas misteriosas?
¿Será este el hospital que rompa la racha de obras eternas?
El 2026 nos dará la respuesta.
Mientras tanto, celebramos el anuncio… con entusiasmo moderado y ceja levantada.
Porque en el Perú: la esperanza es lo último que se pierde… pero el presupuesto a veces se adelanta.
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